Enrique Ponce pasea las dos orejas y el rabo del cuarto toro de Luis Algarra Polera

Nueva tarde de gloria de Enrique Ponce, esta vez en la Feria de Murcia. El maestro de Chiva se entretuvo ayer en cortar un rabo en la plaza de la Condomina después de cuajar una obra de altos vuelos al cuarto toro de Luis Algarra Polera, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, informa «Aplausos».

La figura valenciana gustó ya en el torero y poderoso inicio de faena por bajo. Ligó luego dos series por el pitón derecho de mucho pulso, empujando la embestida. Pero fue a izquierdas donde llegó lo más importante, con grandes series. Ponce citó con el envés de la muleta, abandonado, roto y sutil a la vez y con una gran plasticidad. Fue a más la faena, especialmente por ese pitón zurdo. Abrochó con tres poncinas, engarzadas a un cambio de mano soberbio. Mató al toro –un animal que poco a poco sacó un gran fondo y fue a más– de una gran estocada. Se llegó a pedir el indulto, pero Enrique Ponce, con buen criterio, prefirió entrar a matar y fue premiado con los máximos trofeos.

Con el primero de su lote, manso y justo de fuerzas, logró momentos muy acompasados y fue ovacionado.

Sus compañeros de terna, El Juli y Cayetano, cortaron una oreja por coleta. Julián López paseó el trofeo con el segundo después de una meritoria faena; en el noble y descastado quinto dejó unos buenos naturales, pero falló con el acero. El menor de los Rivera Ordóñez obtuvo el premio en el tercero, al que instrumentó un entregado trasteo, con un vibrante prólogo de rodillas; en el último del festejo, no pudo redondear.

Con dos tercios de entrada, se lidiaron toros de Luis Algarra Polera, desiguales; el cuarto, de nombre «Triguero», herrado con el número 66 y de 516 kilos, fue premiado con la vuelta al ruedo. Este fue el balance de la terna: Enrique Ponce, ovación y dos orejas y rabo; El Juli, oreja y ovación. Cayetano, oreja y silencio.