Ponce y Victorino «apadrinan» las actividades, coordinadas por la viuda del torero y con la colaboración de la Fundación del Toro

“La Tauromaquia, más que defenderla, hay que enseñarla”, esa fue una de frase que acuñaba siempre el torero segoviano Víctor Barrio y que ahora se convierte en el eslogan de un nuevo proyecto, que, bajo su nombre, pretende acercar la fiesta de los toros a los niños, con la ayuda de la Fundación del Toro de Lidia.

Este programa “Víctor Barrio” para la promoción y enseñanza de la tauromaquia ha sido presentado este miércoles en Madrid en un acto en el que han estado presentes la viuda del torero de Sepúlveda, Raquel Sanz, coordinadora de este nueva línea de trabajo, sus padres, Joaquín Barrio y Esther Hernanz, el torero Enrique Ponce y el ganadero Victorino Martín, patrono de la Fundación del Toro de Lidia (FTL).

Y es que una de las inquietudes de Víctor Barrio, justo cuando se acerca el primer aniversario e su fallecimiento en Teruel, fue siempre la de llevar la tauromaquia a los más pequeños, fundamentales para la salvaguardia de un espectáculo que cada día cuenta con más detractores, precisamente por “su absoluto desconocimiento”, confesaba Sanz.

De ahí su implicación a la hora de organizar actividades como partidos de fútbol sala benéficos “para recaudar fondos y ayudar a los reyes magos a que los niños de Sepúlveda (Segovia) tuvieran un capote”, jornadas de toreo de salón, tentaderos públicos o, incluso, “aprovechó la moqueta de nuestra boda, que era roja, para fabricar muletas y sortearlas entre los niños”, recordaba también su viuda.

Pero tenía muchas ideas más para que los niños se acercasen y conociesen el arte del toreo, algunas de ellas rescatadas de sus libretas y cuadernos o de muchas notas que tenía también guardadas en su teléfono móvil, y que ahora pretenden que se hagan realidad a través de este proyecto pionero en el mundo taurino.

Entre los proyectos que pretenden desarrollarse dentro de las grandes ferias del panorama nacional se encuentran un “cursillo infantil de aficionados prácticos”, que consiste en que durante una mañana, en la plaza de toros de la localidad, explicar y a enseñar a los más pequeños en qué consiste el toreo.

Una labor divulgativa emprendida siempre desde el juego, con la ayuda de guiñoles o títeres que hagan mucho más didáctico y divertido las enseñanzas.

También habrá talleres de manualidades para hacer caretas de toreros, confeccionar trastos de torear como banderillas o muletas y, posteriormente, y con la ayuda de alumnos de las escuelas taurinas, se pondrán en práctica las nociones teóricas aprendidas jugando al toro.

Pero las actividades pretenden que vayan más allá, por eso, todos los niños que acudan al festejo vespertino junto a sus padres serán obsequiados con un cuaderno para colorear con motivos taurinos, o, incluso, se habilitará un “palco infantil” para que puedan presenciar el festejo junto a varios profesionales encargos de explicarles el transcurso del espectáculo.

Otro de los objetivos es llevar nuevamente la tauromaquia a los colegios, trabajar con las instituciones para que se involucren en este proyecto, crear un club infantil taurino, dar becas de apoyo a aquellos que dan sus primeros pasos en la profesión, y, el fin último, la creación de un momento en memoria de Víctor Barrio en Sepúlveda (Segovia).

La familia de Barrio ha encontrado en la FTL el trampolín perfecto para hacer realidad “este sueño”, que ha contado también con la ayuda económica de varios profesionales como los diestros Enrique Ponce, David Mora o Alberto López Simón, o de la Gala del Toro Mundial 2017, de Guadalajara.

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