Los antitaurinos, ni mu: Ocho animales mueren y siete están malheridos en peleas de gallos en Castellón
Ya es conocida la ‘cruzada’ antitaurina que libra la progresía española. Reivindican la dignidad del toro de lidia en un país donde los únicos gestos de coraje y bravura se libran en las plazas de toros.
Se sabe que en numerosos puntos de España se celebran peleas de gallos. Se trata de un espectáculo sangriento en el que los gallos son colocados en un ring y son obligados a pelear a muerte para la “diversión” de los espectadores. Pese a ser ilegal en muchos países, en España se celebran cada año en medio de grandes apuestas.
Los gallos nacen, son criados y entrenados para pelear en “granjas de juego”. Los criadores (también llamados “galleros”) matan a las aves que creen inferiores, conservando solo aquellas aves que tienen “juego”—el deseo de pelear. Muchas de estas aves pasan la mayor parte de sus vidas atadas de una pata en una vivienda inadecuada, ya sea en un cilindro de plástico o en una pequeña jaula de alambre. Los criadores “acondicionan” a las aves para pelear a través de trabajo físico, lo que incluye el atar pesas a las patas de los gallos, y “peleas de práctica” con otros gallos.
Los criadores a menudo arrancan las plumas y mutilan las crestas y barbillas de los gallos (la carne sobre sus cabezas y debajo de sus picos) con tijeras para prevenir que otros gallos se los arranquen dentro del ring. Debido a que los gallos no tienen glándulas sudoríparas, el perder estas partes del cuerpo los priva de la capacidad de enfriarse. Algunos “galleros” cortan los espolones de las aves, que son las protuberancias naturales de sus huesos en sus piernas, y así armas artificiales más mortales puedan ser atadas a sus piernas.
Generalmente las peleas de gallo se realizan en recintos redondos o cuadrados llamados “galleras”. Son lugares absolutamente sórdidos, inundados de un vocerío ensordecedor. Con las plumas del cuello encrespadas y las alas revoloteando, las aves saltan y se esquivan unas a otras. Se patean y combaten en el aire, golpeándose entre ellas con las patas y el pico”.
Si la pelea disminuye, los galleros recogen las aves y las golpean en la espalda, le dan un estirón a sus picos, o las colocan pico a pico en un intento de “avivar el frenesí”. Las aves son, a continuación, regresadas a la gallera, y la lucha no termina hasta que un gallo muere o queda moribundo. Las aves “perdedoras” a menudo son desechadas en un barril o bote de basura cerca del ruedo, incluso cuando aún están vivas.
Además de la crueldad contra los animales, las peleas de gallos se relacionan a menudo con otros delitos, como apuestas ilegales, venta o uso de drogas, e incluso asesinato. Entre los incidentes conocidos este mismo año destaca el del pasado 4 de junio, cuando cuatro personas resultaron heridas de bala (una de ellas de gravedad), en la localidad granadina de Villanueva Mesía, en un tiroteo protagonizado por miembros de dos familias que, presuntamente, asistían a una pelea de gallos ilegal.
Es sabido que esta práctica sangrienta es cultivada y promovida sobre todo por personas de etnia gitana. ¿Será acaso esta circunstancia, o la constatación de que esa gente no reaccionaría con la candidez de un aficionado a los toros, por la que no hay datada ninguna protesta de los animalistas contra las peleas de gallos? Cuando un falso animalista increpa a un taurino y se lanza al ruedo, ya con el astado sin capacidad de respuesta alguna, saben que a lo más que se exponen es a una bronca del tendido. Si montan esos numeritos es porque saben a salvo su integridad física. Otro gallo cantaría (valga la redundancia) si a una de estas prendas se le ocurriera interrumpir una pelea de gallos y lanzar imprecaciones contra sus adiestradores y apostantes. El aleteo de las facas es para ellos una razón lo bastante disuasoria para que no se les ocurra acercarse a esos recintos. Prefieren quedarse sin plumas y cacareando, como el gallo de Morón, a ejercer de defensores de los animales con según qué tipo de gente.
De todo lo cual se deduce que estos antitaurinos pueden ser procaces, que lo son; y unos mierdas, que también, pero en modo alguno tontos.
Detenidas cuatro personas
La Policía Local de Castellón ha detenido a cuatro personas por su implicación en una pelea de gallos celebrada en una parcela de Castellón e investiga a otras once que se encontraban allí por su posible relación con esta actividad delictiva, han informado desde el cuerpo de seguridad.
Se acusa a los arrestados, de entre 29 y 36 años, de un presunto delito de maltrato animal, con el resultado de ocho gallos muertos y otras siete aves “heridas de consideración”.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 13.30 horas de este sábado, cuando una patrulla de servicio observó cómo varias personas se comportaban “de forma sospechosa” a la entrada de un camino vecinal.
Ante la posibilidad que se estuviera produciendo algún delito, el agente alertó a la Sala Municipal de Seguridad y Emergencias, que movilizó varias patrullas de la Policía Local y a los agentes de la Unidad de Protección del Medio Ambiente, UPROMA, para que comprobaran si se estaba realizando algún tipo de actividad ilegal o relacionada con el maltrato animal.
Los agentes descubrieron que en la parcela de una de las casas se estaban celebrando peleas de gallos, con la “participación de más de una decena de personas”.
La operación policial se ha desarrolló “durante varias horas” y los agentes detuvieron finalmente a cuatro personas e imputado a otras once por un presunto delito de maltrato animal contemplado en el artículo 337 del Código Penal, con el resultado de ocho gallos muertos y otras siete aves “heridas de consideración”.
Los agentes intervinieron, además, numeroso material relacionado con las peleas de gallos como bolsas con espolones, cuchillas, sustancias inyectables y jeringuillas.
Además, dentro de la parcela se localizó la zona donde se estaban realizando las peleas, una especie de “ring” delimitado por “varias planchas de plástico cubiertas de sangre reciente”.
Entre los cadáveres de aves encontrados allí había “aves con aspecto de haber muerto recientemente y otras en avanzado estado de descomposición”.
Todos los animales presentaban heridas compatibles con las lesiones que presentan los gallos cuando participan en estas peleas.
Tras las detenciones, los agentes han procedido también a la aprehensión de los siete gallos heridos.
Yo estoy totalmente en contra de las corridas de toros , no obstante, soy un fanático de las peleas de gallos y sobre todo de las peleas a muerte de perros, por haber vivido muchos años en Hispanoamérica. Por cierto, ¿Alguien sabe de algún lugar donde se celebren en España? Aquí lamentablemente la gente está muy sensibilizada al respecto.
Tu lo que eres es un hijo de puta, panchito de mierda..
El hijo de la grandisíma puta lo serás vos, comemierda yo soy español de pura cepa de origen castellano. Seguro que vos sos algún moro de mierda o girtano mugriento. Anda a lavarte el culo y luego te tomas el agua.
No jodas…ni punto de comparación la bestialidad de las peleas de perros…y eso nada tiene que ver con Hispanoamérica. Son ilegales pero frecuentes en el Golfo de Luisiana. Y tú me vienes a decir que estás en contra totalmente de la corrida de toros. Necesitas visitarte con el psiquiatra
Todo se reduce a odio a la iconografía nacional Española. Si en lugar de ser el toro bravo un icono destacado por derecho propio de nuestra patria lo fuera el gallo o el conejo o el burro, la izmierda buscaría la manera de denostar y crear una anti-cultura en torno al animal en cuestión.
En este caso son gallos. Animales de corral que se crían en todas partes. Nada
los asocia con España y/o los fachas. ¿Alguien cree que a la izmierda le importa un carajo la suerte que corran?
Para frenar las peleas de gallos no hay subvención como para el mundo antitaurino, aparte que las peleas de gallos no tienen el mismo simbolismo que las corridas de toros. Porque estos antitaurinos son solo una minoría, el resto se mueven en contra de toda tradición española, como manda la izquierda. Por otra parte las peleas de gallos se celebran en circulos cerrados, acudir allí a manifestarse en contra, podría llegar a ser pejudicial para la salud; al contrario que en las corridas de toros, donde los antitaurinos pueden dar rienda suelta a sus provocaciones sin que pase nada.