Hillary Clinton fulminó con la mirada a su degenerado marido al ver sus ojos “traviesos” posarse embelesado sobre la hija de Trump
Una cita de Groucho Marx encajaría en la narración: “Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Detrás de ella, esta su esposa”. La cita del genial cómico norteamericano nos invita a acordarnos del ‘affaire’ Monica Lewinsky, que puso de manifiesto tanto la inconsciencia, o algo mucho peor, de Bill Clinton, como la indignidad manifiesta de Hillary Clinton, célebre desde entonces por su proverbial cornamenta.
En 1995, Lewinsky, una graduada del Lewis & Clark College, fue contratada para trabajar como pasante en la Casa Blanca durante el primer periodo de Clinton, y posteriormente fue empleada de la Oficina de Asuntos Legislativos de la Casa Blanca. Mientras trabajaba en la Casa Blanca comenzó una relación personal con Clinton, los detalles los confió posteriormente a su amiga y compañera laboral del Departamento de Defensa, Linda Tripp, quien secretamente grabó sus conversaciones telefónicas.
El día que Monica Lewinsky salió del Despacho Oval con una mancha de semen en su entallado vestido azul la intimidad del presidente quedó definitivamente expuesta a la luz pública.
El ‘affaire’ entre el entonces presidente y la secretaria se había extendido durante dos largos años. Los encuentros sexuales, la mayoría de las veces felaciones en los baños del Despacho Oval, habían pasado desapercibidos para el resto de los trabajadores de la administración Clinton. Tiempo después, Monica Lewinsky reconocería haberle practicado hasta 9 felaciones durante alguna de las cuales el presidente había mantenido conversaciones telefónicas con varios congresistas. También reconoció que Clinton no llegó a aprenderse su nombre hasta su tercera “visita”.
Otro suceso, ni tan chusco ni tan grave como el anterior, sigue definiendo sin embargo la personalidad psicopática de un expresidente incapaz de controlar sus degenerados instintos ni aún en las ocasiones más solemnes. Les contamos los hechos:
La ceremonia de jura de posesión de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos se disponía a comenzar. Ya estaban todos los espectadores en sus lugares y la nueva familia presidencial iba subiendo al escenario.
Una de las tantas cámaras de televisión que estaban presentes enfocó al ex presidente Bill Clinton. Con una notoria cara de satisfacción, miraba para un costado. Se mordió los labios y hasta pareció susurrar alguna palabra, sin dejar de mirar embelesado a Ivanka Trump, hija del flamante mandatario.
En ese momento, su esposa Hillary, que hablaba con Michelle Obama, se dio la vuelta y lo descubrió con las manos en la masa. Entonces le dirigió una sostenida y fría mirada de desaprobación. Clinton pareció darse cuenta poco después, pero se hizo el distraído. La mujer, habituada ya a sus públicas y escandalosas infidelidades, volvió a mirar al frente como si nada hubiera ocurrido.
El curioso incidente se convirtió en tema de conversación en las redes sociales. Algunos aseguraban que los ojos crapulosos del ex presidente se posaban sobre la nueva primera dama, Melania. Lo cierto es que hay actitudes incorregibles como las de Bill Clinton. Y mujeres que hasta en el trance amargo de la derrota merecen ser humilladas.
Es que en ese momento tenía un pensamiento puro.
¿O no sería que tenía en el pensamiento un puro?
Falso. Lo que ocurre es que Hillary Clinton tiene enfermedad de Parkinson, e intenta controlar toda posible convulsión en público manteniendo un movimiento entrenado de la cabeza, de un lado al otro, poniendo una amplia sonrisa para acto seguido apretar de nuevo los labios; está todo el tiempo así, vean los vídeo. Vean como su marido la llevaba del brazo mientras bajabas las escaleras, en vez de sujetarse ella al brazo del marido que sería lo normal. Etc.
Que raza de pervertidos y se llaman a si mismos “superiores a todos”albinos come cacas.
Un panchi.
Que va a fulminar, si son 2 perturbados, seguro que le da ” morbo”. Cuando la Lewinski hacia que lo perdonaba, le daba lo mismo, era un paripe para darse buena imagen
Bill Clinton no le hizo nada a la Lewinsky, solo le tomaba examen “oral” todos los días. El problema para Hilaria, es qué, desde entonces, nunca mas tuvo un orgasmo con Clinton. Por eso es tan pérfida, ha olvidado como es la cara de Dios y ni Bobama ha logrado normalizarla
La verdad es qye madre e hija tienen pinta de zorrilas y tragarselas dobladas
no es su madre , es su madrastra, la que las traga dobladas es la putilla de Madonna.
Ahí le has dado Maite.
A ver Max:
Puedes explicarnos que significa “zorrilas” ?.
Te dieron el sillón de la Z en la Real Academia ?.
Tal vez tener estilo o elegancia es sinónimo de ser “zorrilas” ?.
Donde aprendiste eso ?.
Perdón quise decir zorillas o putas como quieras, lo que más te guste
se nota tienes experiencia en eso…porque vamos yo de una mujer casada desde hace 10 años y sin escándalo no lo diría pero de una que promete mamadas y con un hijo drogata pues si es una puta
No hombre, no escribiste “zorillas”, fue “zorrilas”.
Entonces me quedo con que escribiste “zo…….” ?. y que luego cada cuál ponga el resto ?. Mejor así ? por ejemplo…..”zoquete” ? o era con k ?.
Debes de haberlas confundido con tu madre…
Menos mal que Clinton S. A. no ganó las elecciones. Esta pareja de comunistas y pervertidos parece que asiste a un funeral. Trump, cuidado con Bill porque es un cerdo.
Como progres y demócratas que son, siempre estarán amargados. El uno con el otro y ambos consigo mismo.
Él es un degenerado y ella otra igual, que por ambición ha consentido lo que no se debe consentir moralmente. ¿Y esa mujer es abanderada de las feministorras?
Están de atar, TODAS-OS-ES
Haha toda las manifestaciones de tito Soros eclipsadas por una simple mirada. Hundidos, asi acaban los siervos de Sion.
Hay que reconocer que ivanka está muy nien
Esta anécdota captada por un objetivo “indiscreto”, corrobora la gran mamada que le hicieron al “peliblanco” en la biblioteca. “Peliblanco” ex presidente de los EE.UU., fiel reflejo de esa sociedad a la que representa y que desata ahora su furia más virulenta con Donald Trump, legítimo vencedor en las recientes elecciones democráticas, y estereotipo del la sociedad más decente de los EE.UU.
Nota del administrador: Lleva razón. Muchas gracias por el quite.
Bill !!!, creo que hay una chica que ha ganado un concurso de belleza en Finlandia. La he visto y tiene una boca tan grande, que creo que sería capaz de chupar el tubo de escape de un camión trailer.
Animo Bill !!!!!
Por lo menos no es marica como la mayoría de los políticos españoles.
Lo único positivo para ella es que ha adelgazado mucho y ya no se le ve ese culo de plaza de toro, pobre Hillary, en el fondo me da pena pero me dura poco.