Un bebé de un año es secuestrado por su madre biológica en San Sebastián
Un bebé de un año que vivía con una familia de acogida ha sido secuestrado por su madre biológica en Guipúzcoa. Según ha informado la Diputación Foral, la mujer, de nacionalidad rumana, se lo llevó durante una visita programada. Tanto ella como el pequeño se encuentran en paradero desconocido, aunque todo apunta a que han cruzado en coche la frontera francesa.
En una rueda de prensa, la diputada foral de Políticas Sociales, Maite Peña, ha informado de que en estos momentos la Ertzaintza y las Policías española, francesa y europeas están investigando «en coordinación» los hechos, y tratan de localizar a los huidos, que están en paradero desconocido.
Según ha explicado, el suceso ha tenido lugar hacia las 11.00 horas en San Sebastián, cuando una mujer, madre biológica de un bebé tutelado por la institución foral, se ha llevado a éste cuando se iba a celebrarse una visita vigilada. La usurpación del menor ha sido justo antes de la cita, el plena calle.
Peña ha explicado que un varón estaba esperando a esta mujer al volante de un vehículo. De inmediato, el personal técnico que acompañaba al menor ha puesto «desde el primer momento» en marcha los protocolos de la Diputación, que ha puesto la denuncia pertinente y ha notificado lo sucedido a la Fiscalía.
Preguntada por los periodistas sobre cómo la madre ha podido llevarse al bebé, ha explicado que ha sido «de manera sorpresiva». La persona técnica que acompañaba al menor para la visita iba a entrar en el centro donde se realizan las visitas a menores tutelados, y ha sido «abordada por parte de la madre biológica», que ha aprovechado «el momento de desconcierto» para coger al bebé del carricoche y llevárselo junto a un hombre que permanecía «a la espera» al volante de un vehículo.
Maite Peña ha asegurado que se trata de «un hecho aislado» para el cual hay protocolos «establecidos», aunque los menores «no están exentos de estos riesgos». También ha señalado que, hasta la fecha, «no ha habido ningún conflicto» con la progenitora biológica de este bebé.
En este sentido, ha puntualizado que la Diputación programa diferentes tipos de visitas a menores tutelados, «desde las libres, hasta las supervisadas y las supervisadas por la Ertzaintza».
«La Diputación, en el momento en que detecta que hay algún riesgo o que son negativas para el menor, las visitas se suspenden y nada hace indicar que esto pudiera suceder», ha afirmado. Finalmente, ha puntualizado que la tutela, en este caso, era «una medida de protección absolutamente justificada».
Desconozco los hechos concretos que dieron lugar a la retirada del menor a su madre. No obstante, me asombra como en estos últimos años se está retirando la custodia de menores a sus madres, padres u otros familiares -con lo cual sospecho que, con independencia de que si haya casos en que la retirada sea precisa por tratarse de casos extremos (malos tratos, mendicidad con menores, abusos, etc.), hay un negocio de fondo con los menores. De hecho, creo que los Centros de Acogida de Menores reciben entre 4.000 y 6.000 Euros por cada menor.
Opino igual, eso ya existe en Norte de Europa, además la familia de acogida también cobra pasta. Les dan igual nuestros menores, quieren pasta. Han salido escándalos en Noruega que familias de acogida no daban de comer a los niños separados de los padres. En el mismo país si una madre llora porque le han quitado a su hij@ los jueces la consideran psíquica-mente inestable con todo lo que eso supone. Y cada vez más y más casos