Destierro gitano para el inductor de las peleas del Tubo de Huesca
El Consejo de Ancianos, máxima autoridad de la comunidad gitana de Huesca, ha impuesto al presunto inductor de dos de las últimas peleas ocurridas en el Tubo el castigo más duro de la ley gitana: el destierro. Además, ha exigido a los jóvenes presuntamente implicados en las reyertas que cesen los actos de violencia para recuperar la «buena convivencia» en la capital.
El consejo, integrado por cinco representantes de las familias gitanas oscenses (Antonio Bautista, Jesús Carbonell, Aquilino Giménez, José Bautista y Emilio Hernández), ha respondido así a la petición que el lunes le hizo el comisario Enrique Pamies para que mediara en los conflictos protagonizados por varios jóvenes gitanos y que se saldaron con un hombre muy grave tras una paliza y cuatro agentes de la Policía Nacional y Local heridos.
Según explicaron los patriarcas, ante la gravedad de los hechos, dictaron ‘sentencia’ y el martes por la tarde se la comunicaron personalmente al presunto inductor de las dos reyertas. Sin embargo, no se llegó a hacer efectiva «porque el miércoles se iba a ir a Bilbao desterrado, pero esa mañana tuvo que ir a firmar algo a la comisaría y entonces se lo llevaron a prisión», relataron.
Así, el destierro ha quedado en suspenso. No obstante, si saliera pronto en libertad provisional bajo fianza, el consejo volvería a valorar si se mantiene o no esta ‘condena’ y durante cuánto tiempo ya que el que habían acordado el martes era por un «largo tiempo».
Visto uno, vistos todos
la justicia debería ser que el comisario diera orden de detenerlos, una buena paliza en comisaría, dos semanas al hospital y después un tiempo en la cárcel trabajando y no de vacaciones. La realidad es la mierda de justicia que tenemos actualmente.
Y nos reímos de los ingleses y alemanes por permitir justicia islámica paralela. ¡Pero si aquí tenemos lo mismo y desde hace siglos!.
Cuando la justicia tiene que pedir ayuda a los patriarcas gitanos en estos temas, es que estamos muy cerca de tocar fondo.
Esto mismo iba a escribir yo, Don Pedro. Además, estos gitanos, buscando este entendimiento mal entendido, se sienten legitimados y envalentonados.
Añoro cuando a cualquiera que se le hubiese ocurrido soltarle un botellazo a un policía, se le llevaba a comisaría y se le enseñaba el cuarto de las ratas. Oiga, y qué tranquilitos que estaban todos los gitanitos.
Es ue los calós tienen la sangre mu fria, falta saber perdonar y tener humanidad