No debemos dar de comer a los hijos de los extraños cuando los nuestros pasan hambre
Esto en un país con 5 millones largos de parados, la pobreza extendiéndose como una mancha de aceite y la miseria llamando a las puertas de nuestra casa. Este es un país de Quijotes. ¿He oído gilipollas? Se acepta la corrección.
No entiendo que, dada la crisis que se prolonga en España y el estado de necesidad y penuria en que han caido muchos españoles, no exista un clamor general contra las invasiones procedentes del África que estamos sufriendo desde hace años. No entiendo que la muerte de centenares de ancianos españoles por no poder comprar los medicamentos que necesitan, no esté teniendo la repercusión mediática que tiene por ejemplo la situación de los africanos que tratan de entrar ilegalmente, muchas veces con violencia, en nuestro país, ni la respuesta en clave solidaria por parte de ONGs y organizaciones católicas buenistas. Claro que ya conocemos que las voraces ONGs no reparan en esa clase de consideraciones. Lo que cuenta para ellas es explotar estas “crisis humanitarias” para reflotar sus arcas con el cuento de llenarle el estómago a los de fuera. Si pueden rebañar unos euros, buenos son.
Hay que ser claro y hablar sin tapujos ni mojigaterías: estamos ya más que hartos de todo este tinglado. Nos toman por el pito de un sereno. Somos los europeos los malos malísismos de la película, la hez del mundo, el cáncer de la humanidad, pero siempre somos nosotros los que hemos de salvarle el cuello a todos los demás pueblos de la tierra, incapaces de salir adelante sin que estemos perpetuamente asistiéndolos como a eternos menores de edad.
Voy a ser directo: no hay que dar nunca nada a esta gente. Nunca nada. Si queremos dar algo a alguien, tenemos con toda seguridad a nuestro alrededor a compatriotas con necesidades básicas que atender. Están ahí, a la vuelta de la esquina, tal vez en el mismo bloque que cualquiera de nosotros. Hay pobreza y hasta miseria muy cerca de nosotros, a veces en nuestra propia familia y no queremos verla, para no tener que hacer algo.
No debemos darles de comer a los hijos de los extraños cuando los nuestros pasan hambre. Hay que hacer oidos sordos a los profesionales de la generosidad, a los maestros de la solidaridad, una manga de espabilados y zánganos que viven demasiado bien a costa de la credulidad y la tontería de muchos. Hace apenas unos meses, la prensa nos traía la enésima versión de una noticia que ya es un clásico: en este caso era el juicio a los directivos de una conocida y muy mediatizada ONG contra la lepra, por embolsarse el dinero de los donantes, reblandecidos por la exibición de las llagas a toda pantalla de sus supuestos favorecidos.
Guardemos nuestro dinero y nuestra compasión para los que la necesitan entre los nuestros. Es la manera más segura y eficaz de no engordar a esos farsantes que trafican con las miserias del mundo y la credulidad de los paganos.
Nos están metiendo la mano en el bolsillo continuamente, de una manera u otra, ya sea de forma indirecta con el dinero del erario público que los gobiernos de España, del color que sea, distribuyen tan alegremente por el mundo, o por las colectas directas de las ONGs llevan a cabo por distintos medios. Hay que acabar con este síndrome de Papá Noel.
Nuestros ancestros europeos no se han dado tanto trabajo para que sus descendientes sean mendigos por tener que compartir los merecidos frutos de su civilización con los pueblos que nunca hicieron nada salvo rascarse la barriga tendidos al sol. Somos los hijos de todas esas generaciones que han trabajado, luchado, sufrido, inventado, creado, mientras tanto otros tocaban el tam tam, comían larvas y esperaban a que lloviese. Esto sin duda era más descansado que lo que hacían nuestros antepasados, pero claro, ahora los descendientes de esos pueblos “naturales” comen piedras. Ley de vida.
*Político y empresario catalán.
exactamente es lo que yo pienso
plan Kalergi
Por cierto ¿que ha ocurrido con los de ANESVAD?, si si, esos que creo que les cogieron a sus directivos “con el carrito del helado”.
Ya hace tiempo que no se les ve el bigote, enseñando niños famélicos, en la hora de la comida…..
Un buen articulo.
Le felicito por su exposición. Ha sintetizado en unas líneas la totalidad de todo lo que pensamos y sentimos al respecto todo mi circulo de familiares y amigos.
Suscribimos cuanto dice de principio a fin.
Estamos del “buenismo” y de lo “políticamente correcto” hasta más allá de …..
Saludos
Por qué apuntar a los inmigrantes antes de a los que salvan la banca con nuestro dinero? O los que rescatan autopistas con miles de millones… Fomentar el odio contra los más débiles es mucho más fácil que atacar a los poderosos, no Gerardo?
Los progres baratos parecieran que tienen todos el sindrome de Robin Hood, “hay que quitarles a los ricos para darselo a los pobres”, el problema es que España no està en los tiempos de la conquista de america cuando habia considerable riqueza, sino al contrario, España està pobre, millones de parados y recortes por aquì y por allà, eso por un lado, por el otro, el de “los pobres” que “deberian” recibir las moneditas de oro robadas por el mismisimo Hood, en realidad no son pobres la gran mayoria, sino migrantes pillos que migran con mera comodidad y conveniencia para… Leer más »