Javier Araúz de Robles

La victoria tiene muchos padres, casi tantos como las piedras arrojadas en tiempos de compás y espera. Pero con las arenas rocosas hay dos caminos: tropezar y caer o armarse de paciencia, cogerlas y erigir un monumento.

Ese edificio del triunfo se levanta ahora: el Tribunal Constitucional ha tumbado la prohibición taurina en Cataluña, con matices para la reflexión y el análisis cuando la sentencia se notifique, pero con las líneas maestras ya conocidas. Y la cuestión fundamental resuelta: la abolición fue inconstitucional y supone un blindaje hoy día para la vapuleada tauromaquia. Por fin, seis años después, el Pleno del máximo órgano de garantías ha resuelto el recurso de inconstitucionalidad presentado por Pío García-Escudero, uno de los políticos que más se ha echado la muleta a la izquierda en la defensa de los toros. A su vera, uno de los impulsores, Toño Matilla, alejado de ruidos en su perenne alianza al trabajo y al silencio. El encargado de fundamentar ese texto fue el abogado Javier Araúz de Robles, feliz y felicitado ahora por devolver la libertad perdida a una tierra a la que nunca debieron arrebatársela. «Recuperamos la libertad. Estoy satisfecho por el reconocimiento que se hace a la tauromaquia como patrimonio común de todos los españoles, algo que no se puede trocear y que por tanto impide a otras comunidades y ayuntamientos prohibir los toros», subrayó el letrado.

La vuelta a casa

La vuelta de la Fiesta a «casa» no será un camino de pétalos. Sabedor de las trabas del gobierno catalán, Araúz de Robles asegura que de impedirlo «el comportamiento antijurídico sería muy grave». Lo que tiene claro el prestigioso letrado es que «la empresa gestora, Funciones Taurinas (con Toño Matilla a la cabeza), va a dar toros en 2017, porque es su voluntad y su negocio, un negocio legal, y lo va a intentar». También recuerda que la Monumental de Barcelona (propiedad de Balañá) está «en perfecto estado de uso, como para dar corridas mañana mismo». Ese el también el deseo del viejo Balañá, pese a las presiones a las que podrían verse sometidos sus herederos, dueños de un imperio de cines y teatros…

Araúz de Robles cuenta que la empresa seguirá el proceso de todos los años y, en principio, en enero de 2017 pedirá los permisos pertinentes. El abogado se refirió también a las posibles indemnizaciones una vez conocido el fallo del TC, algo confirmado igualmente por la Generalitat, que estudia ya las consecuencias monetarias… Una vez que se notifique la sentencia -alrededor de una semana-, tendrían que aportarla en la sala correspondiente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (suspendió el proceso hasta que se conociera la sentencia del Constitucional) y se abriría un periodo de alegaciones por las partes.

La afición catalana sueña con el regreso de los toros a Barcelona. Ese es el objetivo. La política catalana pondrá no pocos obstáculos, pero, según diversas fuentes jurídicas consultadas por este periódico, una prohibición con la sentencia del TC en la mano sería «algo gravísimo» y supondría un «importante desembolso económico» de los catalanes en compensaciones a los principales afectados.