El jefe de la campaña electoral de Hillary Clinton fue advertido de una catástrofe global por un hombre que dice trabajar en una organización secreta gubernamental de Canadá, según las filtraciones de Wikileaks.

El jefe de campaña de la candidata demócrata a la presidencia de EE.UU., John Podesta, recibió un correo electrónico de un hombre que dice trabajar para una organización secreta canadiense. El autor del correo, publicado en el sitio de filtraciones Wikileaks, se hace llamar Ken Coffin, y señala que el desplazamiento del polo norte magnético podría eliminar a toda la humanidad de la faz de la Tierra dentro de 20 años.

Según asegura, “representa a una organización canadiense que no existe” similar a la DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa), creada por el Departamento de Defensa de EE.UU. para desarrollar nuevas tecnologías de uso militar.

“Creemos que podríamos hacer un mundo mejor, más feliz y más pacífico, pero eso no será posible si estamos a las puertas de una extinción masiva”, dice en el mensaje.

“Necesitamos ayuda, porque el polo norte magnético se está desplazando hacia el ecuador”, asegura. “El polo magnético está en este momento sobre Siberia. Dentro de 10 años, estará sobre el Mar Negro y dentro de 20 llegará a Indonesia”, advierte el hombre.

En realidad, los polos magnéticos han intercambiado sus posiciones muchas veces a lo largo de la existencia de nuestro planeta. Según una investigación reciente llevada a cabo por científicos estadounidenses, el fenómeno de inversión magnética de la Tierra se repite cada 26 millones de años. Como consecuencia, la radiación cósmica alcanza la superficie del planeta causando condiciones desfavorables para la vida.

El correo, que parece una broma, también sostiene que el Gobierno de EE.UU. ha llegado a un acuerdo secreto con una raza alienígena sin informar al Gobierno de Canadá y que solo los seres extraterrestres pueden salvar a la humanidad. “Exigimos que hagan públicos todos los contactos y tratados firmados por EE.UU. y los alienígenas”, escribe el autor. “Necesitamos saber quiénes son y con quién estamos tratando. ¿Cuáles son sus intenciones? ¿Son hostiles o no? ¿Podemos detenerlos en caso de que sea necesario?”, se pregunta en el correo.