Mary Beard: “Ninguno querríamos estar vivos en la Roma antigua”
Concha Barrigós.- Asesinatos, vertederos llenos de recién nacidos, esclavos… La Roma antigua era “tan brutal” que “ninguno querríamos estar vivos” entonces, asegura la clasicista Mary Beard, para quien esa quizá sea una de las razones por las que su ensayo sobre el imperio de los césares, “SPQR”, va por la tercera edición.
Beard es catedrática en la universidad de Cambridge, divulgadora de historia, editora especializada del Times Literary Supplement, protagonista de la serie documental “Roma, un imperio sin límites” en el canal #0, y último Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, que recibirá el próximo día 21 en Oviedo.
Aún no sabe lo que dirá ese día y le será “difícil” porque dispondrá solo de 5 minutos: “Lo que es seguro es que será sobre los romanos y las mujeres. Tengo 61 años y soy bastante dura. Las mujeres mayores -reivindica en una entrevista- podemos enfrentarnos al mundo y no hace falta teñirse el pelo para ello”, bromea, mientras se toca su largo pelo canoso.
“Una de las cosas que he conseguido hacer es representarme a mí misma, como mujer y como ser resistente. Si pudiese ayudar a otras mujeres a enfrentarse a los idiotas que están ahí fuera y que intentan que no hagan lo que quieren hacer ya me parecería bien”, añade.
Está “simplemente encantada” con la repercusión que está teniendo su ensayo, editado en castellano por Crítica, y asegura riéndose que “se da por satisfecha” si la mitad de la gente que lo ha comprado lo lee “hasta la última página” (la 646, concretamente).
“Quería hacer algo que llegase al público, pero no tratando a los lectores como tontos. Son las mismas ideas que enseño a mis alumnos en Cambridge. No es una versión fácil, desleída, sino académica pero sin tecnicismos”, asegura.
El mundo romano, el que surgió de una pequeña aldea en el siglo IV a.C. y se convirtió en el centro de un imperio que se expandió por todo el mundo conocido, “fascina” en el siglo XXI, como bien muestran los éxitos de taquilla de “Gladiator” o las ventas de su propio libro, porque, dice, enseña el poder “tal y como es”.
“Era todo bastante brutal, con soluciones expeditivas que asociamos solo a las más terrible dictaduras. Ninguno de nosotros querríamos estar vivos en la Roma antigua, sería terriblemente atroz para nuestra cultura. Son brutales pero ven las cosas tal y como son y actúan en consecuencia, con esa ironía tan astuta que les caracteriza”, argumenta.
La británica se apoya para su relato en mucho de lo que dejó escrito Cicerón (106 a.C.-43 a.C.) y precisa que en los textos que se conservan de él y de otros “hay mucha fantasía romana, muy distinta a la nuestra, en el sentido de que incluyen excesos extravagantemente sádicos que no parecen muy verosímiles aunque se hayan aceptado como buenos”.
“Los romanos tenían mucho interés en las luchas de gladiadores, pero me da la sensación de que nosotros más aún. No quiero privar a los lectores del mito”, se ríe de nuevo.
Le encantó, subraya, “Gladiator”, “una de las más extravagantes de romanos que se han hecho, pero la propuesta es muy brillante y hay cosas como el tratamiento a los esclavos, como meros objetos, invisibles, que dan muchas lecciones en las que hay que pensar”.
En su libro evidencia que hay muchos personajes históricos tratados injustamente, entre ellos Calígula -que debe su nombre al apodo que le pusieron de niño, “botitas”-: “Era tremendamente popular pero en cada reseña que hay sobre él se le trata de forma muy hostil y se cuentan barbaridades”, entre ellas su relación incestuosa con sus hermanas.
Le ha parecido “muy emocionante” a la vez que “muy aburrido” rodar la serie que emite #0, porque “hay que parar y esperar y repetir cosas, pero, la oportunidad de ir, por ejemplo, a la Argelia romana es única”.
Hombre los esclavos no creo, los tratantes de esclavos, los Empreadores y los Senadores, estarían encantados.(como ahora, como siempre) Y con repecto a lo de la montaña de cadaveres de recien nacidos, creo que los partidarios del aborto les fascinaría. Los niño se consdereabn propiedad de sus padres y podían hacer lo que quiseran con ellos, si no les gustaba el sexo del recien nacido porque esparaban un niño, si nacia con una tara, pues al precipicio con él. Modernos que eran los Romanos. ¿Por qué se piensa que tuvo el Cristianismo un éxito relativamente rápido, porque cayo como agua… Leer más »
NInguno querríamos vivir en la Revolución Industrial inglesa (salvo, claro está, unos pocos provilegiados). Hay que ser muy tercermundista para querer vivir como un trabajador en la Inglaterra actual comiendo basura y bajo una presión social descabellada.
Hoy día pasa todo eso y más. Pero claro, si comparamos la realidad romana con la propaganda masónica… el contraste es fuerte, y nos da para vender libros y recibir loas y premios masónicos a través de instituciones “democráticas”.
Los intelectuales ingleses tienen un odio visceral hacia el Impero romano. Roma era menos bárbara que los cartagineses que sacrificaban bebés a sus Dioses, que los bárbaros del Norte que vendían a su propia gente de esclavos a Roma o los sacrificaban a sus dioses también o que los árabes, los judíos y otras tribus semitan que ya andaban lapidando mujeres hace más de 2.000 años. Roma no era más bárbara que otras naciones de aquella época y sin embargo dejaron un legado de leyes, alfabetos, puentes, vías de comunicación, etc que no dejaron ni por asomo los piratas ingleses… Leer más »
Los intelectuales ingleses tienen un odio visceral a todo lo que no sea su sacrosanto ombligo.