Cómo cargarse a Pedro Sánchez en 72 horas
AM.- Miguel Gila se estaría hinchando a hacer monólogos sobre la casa de los líos en la que se ha convertido el PSOE. Su famoso ‘alguien ha matado a alguien’ podría perfectamente ser utilizado con una mínima modificación: ‘alguien va a matar a alguien’. En el PSOE todos se miran con muchísimo recelo y nadie quiere destapar todas sus cartas. Porque la huida hacia adelante de Pedro Sánchez convocando congreso y primarias para el 23-O y retando a los barones a que hablen claro solamente puede acabar con la muerte política de alguien. O del propio secretario general, o de quien se le ponga en frente. Y estos son muchos porque Sánchez ha vuelto a acusar a los que quieren derribarle de buscar así la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno –dejando al PSOE en una “posición subalterna” respecto al PP–.
Empezando por el propio Felipe González quien hoy ha soltado su particular bomba indignándose en los micrófonos de la Cadena Ser al asegurar que se siente engañado por Sánchez: “Me dijo que se abstendría en segunda votación”, ha asegurado el expresidente del Gobierno que, en su día, no se abstuvo ni con Suárez, ni con Calvo Sotelo ni con Aznar.
Con González dando un paso al frente, el resto de críticos con Sánchez ya se están alineando justo detrás. El plan es cargarse a Sánchez en 72 horas. De aquí al sábado.
Para ello los críticos intentarán todas las artimañas posibles para derribar a Pedro.
-Primero, intentarán provocar la caída que de la mitad más uno de los miembros de su ejecutiva.
-Si no lo consiguen, el sábado intentarán tumbar la propuesta de Pedro en el comité federal para que igualmente “tenga que dimitir”.
El problema, para los críticos, es que de momento no cuentan con los números suficientes. La cifra mínima es de 18 de los 35 miembros. Y, en el momento en el que se escriben estas líneas, los críticos reconocen tener únicamente a 17 de los miembros dispuestos a dimitir -Eduardo Madina y José María Barreda, a Ciprià Císcar o Nacho Sánchez Amor, entre otros.
“Como mucho son 17. Les faltan ocho, no saben sumar”, reconocían a primera hora de la tarde con sorna los fieles de Sánchez. De no crecer la lista en las próximas horas tendrán que poner en marcha el ‘plan b’. Ahí parece que lo pueden tener más fácil puesto que se da por hecho que una amplia mayoría del comité federal –aseguran que más del 65%– está dispuesto a rechazar la propuesta de primarias exprés con las que Sánchez pretende enrocarse en la secretaría general del PSOE otros cuatro años.
El artículo 36 de la norma que regula a los socialistas a nivel estatal recoge que “cuanto las vacantes en la Ejecutiva Federal afecten a la Secretaría General, o a la mitad más uno de sus miembros, el Comité Federal deberá convocar un Congreso extraordinario para la elección de una nueva ejecutiva federal”.
Si, efectivamente, Sánchez, pierde esta votación, la presidenta de la mesa del comité federal, la susanista Verónica Pérez, no tardará ni un solo segundo en intentar nombrar a una gestora que asuma las riendas del PSOE.
¿Aceptará Sánchez la derrota sin rebelarse? “Por supuesto que no!”, ha señalado. “No me planteo dimitir, los que voten en contra de esa propuesta que digan qué es lo que quieren”, ha retado.
Visto lo visto, la pugna Iglesias-Errejón en Podemos parece una riña fraternal en la típica comida familiar que se sale de madre. Y Rajoy asiste al espectáculo con un puro en la boca. Si los enemigos se pelean entre ellos, él sale reforzado.