Degradación moral: El cáncer que lo destruye todo
Por José L. Román.- Confieso que suelo leer diariamente la prensa en titulares y, si algo me interesa, voy al fondo del contenido con especial hincapié en aquellas noticias o artículos de opinión que considero de interés.
Por ejemplo, el 24 de abril de 2013 leía lo siguiente: “La ex mujer del secretario de Defensa amenaza a dos guardias civiles”: “Capullos, cretinos, matones, nunca comisteis caliente, es normal que os pongan bombas”. Estos eran algunos de los insultos que Carmen Armada, ex mujer del secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, lanzó a dos guardias civiles que la denunciaron en Galapagar (Madrid). Una retahíla de ofensas contra los agentes que acabó con la típica y soberbia frase: “No sabéis quien soy yo. Voy a llamar a mi marido, que es el secretario de Defensa y conoce al ministro del Interior, y os vais a enterar”.
Pues bien; solo en las últimas semanas, he podido recopilar algunas noticias consideradas de interés, porque sus principales protagonistas pertenecen a instituciones del Estado que, bajo mi punto de vista, deberían seguir siendo por encima de todo, un ejemplo de integridad y honestidad al servicio de los ciudadanos. Muy a mi pesar, no se trata de noticias agradables.
La degradación moral y espiritual; el grado de decadencia alcanzado por nuestra sociedad es de tal magnitud, que se ha extendido como un cáncer hasta atacar a todas y cada una de las células vivas de la Patria: La Corona; la Iglesia; la Judicatura; y, como no, al Ejército y la Policía.
Ya va siendo hora de empezar a reconocer que la putrefacción, el virus demoledor como consecuencia de la pérdida de principios y valores, que hasta hace unos años eran considerados sagrados entre los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía, han atacado sin piedad al mismísimo corazón de estas instituciones.
Entre otras muchas cosas, algo tendrá que ver, bajo mi punto de vista, que la selección para cubrir las plazas en las distintas convocatorias, no se realiza con la prudencia, el rigor y la observancia que el tema requiere. Unas instituciones, que hasta hace tres décadas se nutrían de jóvenes sin mácula alguna, lo hacen ahora de aspirantes que por encima de una verdadera vocación de servir a los ciudadanos, han optado por elegir esta profesión solo como un medio seguro de percibir un salario.
Llegados a este punto, quiero recordar hoy y aquí, que son muchas las personas que a través de este medio y en reiteradas ocasiones, han invocado a la imperiosa necesidad de que el Ejército se pronuncie de una vez por todas frente al secesionismo; frente a las ofensas que recibe como institución; frente a todas las agresiones que sus representantes sufren en lugares como Cataluña por responsables políticos; y frente a todos los agravios dirigidos contra los símbolos más representativos de nuestra Patria.
Pues bien, no seré yo quien intente enmendar la plana a ninguna de esas personas que siguen viendo en el Ejército una tabla de salvación, al considerar que lo ha venido siendo a lo largo de la Historia. Lo que no obsta, para que les recuerde a todos ellos, con sumo respeto y sincera humildad, que para construir un cesto primero hacen falta buenos mimbres.
A estas alturas de los acontecimientos que vivimos, ni las Fuerzas Armadas ni las de Seguridad del Estado se han librado, por desgracia, de ese carcinoma que ha ido erosionando y corroyendo a la sociedad y a la nación, a los largo de más de tres décadas. Se trata de un tumor maligno que todos conocemos, y al que hemos bautizado como: degradación moral generalizada a todos los niveles.
Lo que sucede, es que estas instituciones, que siempre habían constituido el baluarte sagrado de nuestra nación, no solo se han visto contaminadas por ese tumor maligno, sino que se han visto afectadas además por un virus demoledor capaz de alcanzar, destruir y aniquilar, no solo su ser, sino también su alma.
La degradación moral y espiritual que sufren estas instituciones es algo más que evidente ¿Culpables? Todos aquellos que siendo responsables de velar por la integridad de sus hombres y mujeres, han preferido callar la existencia de ese mal demoledor, esperando el relevo y un retiro placentero, antes que plantear sin ambages la búsqueda de un antídoto efectivo que aniquilase la bacteria, para poder seguir cumpliendo fielmente el servicio encomendado a las Fuerzas Armadas en la propia Constitución.
No me voy a extender mucho porque la lista se haría interminable. Pero, basta dar un repaso como he dicho antes a la prensa de los últimos meses, para darse cuenta de que esa degradación moral que todo lo contamina y lo destruye, se ha incrustado hasta en el último resquicio de lo que debería ser –y hasta ahora siempre lo ha sido-, símbolo de honorabilidad, y de espíritu de servicio y sacrificio de la nación española. A saber:
-3 de junio de 2016: Condenado a un año de prisión por la Sala V de lo militar del Tribunal Supremo, un teniente coronel del Ejército de Tierra que creó dos cuentas de correo electrónico con nombre de mujer para mandar mensajes de contenido íntimo y sexual a un sargento primero.
-3 de junio de 2016: Juzgan en Alicante a dos guardias civiles por narcotráfico y planear un secuestro.
-8 de junio de 2016: El juzgado de guardia de Villajoyosa, acordó el ingreso en prisión de un brigada de la Guardia Civil detenido por sus propios compañeros acusado de entrar en la casa de una pareja de agentes que vive con su hijo de 3 años y echar un líquido de origen desconocido en la comida de esta familia. Al parecer, estaba obsesionado con la guardia civil, y también llegó a robar ropa íntima de ella del interior del domicilio. Se le intervinieron al detenido unos botes con los líquidos que echaba en la comida del matrimonio de guardias. Por ahora, se le acusa de los delitos de allanamiento de morada, contra la intimidad y contra la salud pública. Los hechos fueron denunciados por la pareja después de que notaran que la comida sabía rara, como si fuera matarratas. Al final colocaron una cámara oculta en su cocina y grabaron al detenido echando unos líquidos en la comida que dejaban preparada normalmente a diario, por lo que presentaron una denuncia.
-13 de junio de 2016: Desaparece una plantación de marihuana custodiada por la Policía Nacional de la Comisaría de Gandía.
-13 de junio de 2016: Un ex policía detenido en Valencia por liderar una banda de ladrones. Fue expulsado en 2012 por la comisión de varios delitos.
-16 de junio de 2016: Detenido el capitán jefe de la compañía de la Guardia Civil de Coín, por presuntas actividades criminales.
-22 de junio de 2016: La filtración de una conversación entre Jorge Fernández Díaz y el director de la Oficina Antifraude de Cataluña es solo “la punta del iceberg” de todo lo que va a salir a la luz en los próximos días. Así lo vaticinan altos mandos policiales, que anuncian una guerra de comisarios que va a ir a más tras la jubilación del director adjunto operativo, Eugenio Pino.
-12 de julio de 2016: Corrupción policial en Palma de Mallorca; 25 agentes de la Policía Local extorsionaban y daban protección a locales nocturnos a cambio de compensaciones.
Alguno pensará, e incluso dirá, que garbanzos negros hay en todas partes. Eso está muy bien cuando se trata de casos aislados y muy puntuales en empresas o colectivos de los más comunes, pero, cuando la lista de hechos que han tenido lugar en tan corto periodo de tiempo, lo han sido en el seno del Ejército y de la Policía, no es cuestión de banalizar ni de aplicar cualquier dicho castellano como algo trivial, más bien es un signo claro de degradación moral de unas instituciones, a las que les hemos otorgado la confianza de velar por nuestra seguridad.
La educación de las personas comienza en los hogares, continua en las escuelas y se muestra en las calles. A partir de aquí, si las instituciones a las que nos referimos deben nutrirse de esa sociedad, la elección de los aspirantes en cada convocatoria deberá ser extremadamente rigurosa, sobre todo, porque nos jugamos el futuro no solo de la Institución, sino también la convivencia pacífica de los ciudadanos y de la Patria.
Tiene usted mucha razón en lo que dice. Es posible que por la entrada masiva de nuevos efectivos, n s ehaya formado y educado conveniente a los nuevos agentes de la autoridad, sean guardias civiles, policías nacionales o las varias policías autonómicas existentes en España, pero lo que es evidente ES QUE LA´ÚNICA DIFERENCIA ENTRE MUCHOS DE ELLOS Y LOS DELINCUENTES es que llevan uniforme y pistola… ¡Y están “protegidos” para sus delitos por su condición de Agentes de la Autoridad, que les da un plus de credibilidad, de la que muchos de ellos realmente carecen! Todo este tipo de… Leer más »
La degradación moral es como la descristianización. SE quedan las gentes vacías, sin rumbo, ni orientación segura. En el caos de la inmoralidad y el descreimiento, se hacen con el poder los inútiles más astutos y mentirosos. Occidente es como aquel paraíso perdido en medio de un mundo de pueblos eternamente retrasados , una perita en dulce codiciada por todas las fuerzas del mal. Esta a punto de caer, el gran aviso será cuando estallen las instituciones dela gobernanza mundial iluminati realizen la apuesta definitiva. Entonces el ejercito Español ante el reto de una guerra en el sur contra el… Leer más »
En mi elemental y no autorizada opinión, estoy totalmente de acuerdo con el artículo, porque ya todo el mundo lo dice, y se constata día con día la podredumbre en nuestros estamentos -TODOS- y el mas afectado, -desgraciadamente- la Justicia.. totalmente politizada, y manipulada, seguida de los cuerpos policiales de seguridad. Como dice el artículo, ya no tenemos auténticos e íntegros policias profesionales y vocacionales.., tenemos cada vez mas puros y duros, “empistolados”.. por un plato de lentejas.,, Personalmente tengo aún fé en la GC (que tampoco escapa del contagio de corrupción, de sus elementos también humanos) pero sea por… Leer más »
¿Para que queremos mantener unas fuerzas armadas y una policia si el sistema piramidal castuzo ha decidido sumergir nos con una INMIGRACIÓN MASIVA de culturas in asimilables e indeseadas por los autoctonos?
Yo creo que toda la vida ha habido corrupción,drogas y todo tipo de actos mafiosos en los cuerpos de seguridad del estado.Pero ahora hay más medios de comunicacion para difundir esos casos y que se sepan esas realidades…
Esto es una vergüenza!!!!!juegan con el dinero de todos los españoles http://okdiario.com/investigacion/2016/07/17/defensa-pagara-18-millones-cada-carro-blindado-que-dinamarca-cuesta-solo-2-millones-271987
ese titular es tendencioso, son prototipos con mucha tecnología añadida, hay que leer todo.
Más que jugar, lo que hacen ES ROBAR, y en CANTIDADES MILLONARIAS.
Por cierto, jefazos de la época del PSOE…