Mordaza y San Benito
Ramón Llabrés Cruz.- Es muy triste pero ésta semana en la Asociación de Padres de Familia Separados de las Islas Baleares estamos asistiendo a un linchamiento propio de una dictadura, a base de letreros colgados por la calle difamando la figura de nuestro presidente, llamadas amenazantes. y ahora denuncia ante fiscalía sobre algo que no tiene base alguna. Todo por la mala interpretación sobre un articulo de opinión realizado por nuestro presidente sobre el asesinato de una mujer en Alcudia.
Esta asociación y su presidente siempre han mostrado un enorme respeto por las víctimas de violencia de genero, es mas nuestra proclama, y aquí esta el problema, se extiende mucho mas allá que la de los grupos que ahora se esfuerzan en colgarnos del cuello, nosotros estamos en contra de la violencia de cualquier género, creemos firmemente que en una sociedad tan desigual, lo único que nos debería hacer iguales es la justicia, y que sólo aplicando leyes de esta índole las personas encontrarán un equilibrio social.
Después de 40 años de democracia es muy triste que sin argumentos, de un plumazo, se pueda callar la voz que cuestiona el trabajo de los que nos gobiernan. Pertenezco a la asociación que él preside, como muchos otros padres, y no soy ningún maltratador. Gracias a las actuales leyes que defiende la tramoya de género, mi ex mujer acumulando condenas por agresiones, amenazas, privaciones del régimen de visitas y revelación de secretos me costó 7años poder acceder a una custodia compartida, valía más su estatus de mujer que los posibles problemas que se pudieran derivar por dejar a un menor bajo la custodia de alguien que ejerció violencia en el ámbito familiar. Por culpa de la proclama actual de género, otro compañero durmió 4 años en un coche porque su mujer alcohólica podía desmoronarse si la separaban de sus hijos, de nada sirve el superior beneficio del menor si los intereses de una mujer se pueden ver alterados.
Por culpa de ésta situación, hablar sobre éste tema se ha convertido en algo políticamente incorrecto y motivo de linchamiento, convirtiendo una sociedad democrática en una dictocracia de género, está claro que no desean que desvelemos su penoso trabajo en materias de igualdad, y que nuestra presencia es la viva imagen de que sus políticas también ocasionan víctimas, pero que al tratarse de hombres y niños son de menor valía. Ésta es parte de la absurda igualdad, la que nos separa y encarcela en guetos sociales cercados por alambradas de miedo a decir nada. ¿Qué clase de democracia es ésta en la que no se puede opinar sin que te cuelguen el San Benito de machista, el punto de mira o la mordaza, con tal de callarte?
*Secretario de la Asociación de Padres de Familia Separados de las Islas Baleares