Estado en el que quedó el rostro del más grave de los adolescentes atacados. Ha perdido la visión de su ojo izquierdo.

Imagen del rostro desfigurado de uno de los jóvenes atacados.

De nuevo la crónica británica con los mismos protagonistas. Cinco adolescentes de raza blanca se hallaban esperando el tren en la estación de South Ockendon, Essex (este de Londres, Inglaterra), cuando un hombre se les acercó para verter ácido sobre sus rostros.

A resultas de la salvaje agresión, uno de los adolescentes, de 17 años, perdió la visión en su ojo izquierdo, mientras que un segundo, de la misma edad, sufrió graves quemaduras. Otros tres resultaron con heridas, aunque felizmente de menor consideración.

Imagen del supuesto agresor difundida por la Policía.

Un circuito interno de televisión grabó las imágenes del suceso, que están siendo analizadas por la Policía para identificar al criminal, que pudo escapar del lugar del suceso. Éste ya ha sido descrito como un hombre joven de raza negra y que portaba un chaleco de marca de color oscuro.

El aterrador suceso se produjo a las pasada la medianoche del pasado domingo, cuando el subsaharaiano se apeó, en la estación de Ockendon, de un tren con destino a Barking.

Uno de los jóvenes muestra los daños causados por el ácido en su lengua.

Se acercó entonces a las cinco víctimas, que permanecían de pie en la plataforma esperando su tren. Tras un breve diálogo, extrajo una botella de su chaleco y roció sobre sus víctimas el corrosivo líquido. .

El agente Gail McKemmie, jefe de la investigación, calificó el asalto de “extremadamente cruel y alarmante” y lamentó las “secuelas físicas y psicológicas” que dejará en los menores de por vida.

“Es necesario que el responsable sea identificado y llevado ante la Justicia”, dijo.

Imagen de la estación de Ockendon, en Essex, donde ocurrieron los hechos.

Las cinco víctimas adolescentes fueron trasladadas al hospital a bordo de dos ambulancias. Además de la pérdida de visión y el rostro desfigurado por las quemaduras de dos de los menores, un tercero sufrió lesiones en la lengua.

Los otros dos sufrieron daños menores y no se espera que queden huellas físicas de la tragedia en sus cuerpos.

La Policía, que investiga también la naturaleza de la sustancia corrosiva que fue utilizada en el asalto, ha facilitado un número de teléfono de contacto para cualquier testigo que pueda ayudar a identificar al criminal.