El enigma Trump
Lo único que me ha gustado durante este tiempo de la Administración Obama ha sido la imagen de su familia al completo. Me refiero a Barack, Michelle, las niñas, la abuela y las mascotas. Eso de ponerse a bailar en medio de un mitin predica mucha personalidad y bajar corriendo las escalerillas de los aviones denota salud y forma física. A las dos niñas de Obama que son muy graciosas, las conocemos, a los hijos de nuestros políticos no. Será que desdeñan el marketing político americano de comparecer con todos los familiares para enseñar quienes son. Comparados con los americanos, nuestros políticos son más bien tenebrosos. Pero…
Pese a que el Presidente de EEUU sea bailongo y saltarín su política exterior no me resulta fiable y su posición hacia Europa me parece menos fiable aún. Y que haya permitido y siga permitiendo, siendo según ellos, la primera potencia militar del mundo, el terrible calvario de las mujeres cristianas y yazidíes en manos de los pútridos del ISIS me parece despreciable. Les digo que si no llega a lanzarse el Presidente Putin a bombardear a los yihadistas, ahí todo hubiera sido tibieza. Con Hillary Clinton seguro que será más de lo mismo y más de lo mismo le puede salir muy caro a Europa. ¿A qué viene eso de tratar de malmeter contra Rusia que es la auténtica guardiana de Europa y el único país al que los radicales temen y por lo tanto respetan?. Política fallida: los rusos son europeos como nosotros y nuestras historias se encuentran sólidamente entrelazadas y el único occidental que se ha planteado recuperar nuestra catedral de Santa Sofía, corazón de “nuestro” Bizancio ha sido Putin. Porque los rusos sienten nuestros sentimientos. Y al europeo de bien le gusta el respeto y no el petrodólar y el mamonéo.
¿Hay que apostar por lo tanto por el gran enigma Trump? Me resulta más fiable, pese a sus mensajes a veces algo exagerados y me resulta más fiable que el ex actor de Hollywood Reagan, que llegó al poder e hizo lo que hacen los americanos: rodearse de un ejército de cerebros y de tecnócratas y no tratar de achuchar los sillones para enchufar a sus allegados y amigachos que es lo que se hace en los países poco evolucionados desde la perspectiva de la politología. Trump sabrá rodearse de “excelentes” y aunque parezca anecdótico uno de esos excelentes es su yerno, el marido de su hija Ivanka, un joven y brillante profesional de una importante familia judía. Me gusta el discurso directo de Trump y sus mensajes tildados de “populistas” y que apuestan por la escasa corrección política a favor de la lógica más elemental. Defiende nuestras raíces y va en plan reciprocidad total y absoluta que es lo que aquí ha faltado. Por falta de “sacar músculo” de quienes nos han gobernado.
¿Mezquitas en Occidente? ¡Maravilloso! Pero en los países árabes idéntico número de catedrales y de sinagogas ¿Qué en el caso “de ellos” no es posible? ¿Y por qué? Será seguramente porque ninguno les ha puesto los cojones encima de la mesa, por miedo, por complejos. Eso sí, Trump no es de los que se acomplejan y le veo más compadreando con Putin que lloriqueando con aquellos llamados a ser los perpetuamente “más agraviados de la Humanidad”: los palestinos. Pródigos en recibir ayudas y subvenciones de todo tipo, más flojos que un muelle de guita a la hora de trabajar y cuyo principal producto interior bruto es la envidia corrosiva que sienten hacia Israel. Normal. En sesenta años han convertido nuestra Tierra Santa, pura roca caliza, tierras pantanosas y desérticas, en vergeles de flores y frutas, con tesón, voluntad, disciplina y sacrificio. Am Israel Jai. Los de alrededor siguen como siempre y siendo lo mismo que siempre: regímenes fallidos que en lugar de ser líderes mundiales en patentes de descubrimientos científicos y tecnológicos como los judíos, lo que patentan es rencor, odio, victimismo y radicalismo. Eso sí, todos ellos, entre los que se encuentran algunos de los países y emiratos más ricos del mundo, no son capaces de avanzar tecnológicamente ni para patentar una pila alcalina. Y eso Trump lo sabe y como es un triunfador en los negocios, no le hace zalemas a los encanallados petrodólares ni dobla la cerviz ante las medievales monarquías de relumbrón y cristal de Swarovski, tan crueles con los suyos que se niegan a que entre un solo refugiado y no dudan en untar para que se vayan a crear conflictos en otra parte.
Obama llegó a Europa recordando a la Merkel nuestra “obligación” con los refugiados árabes, pero no tuvo huevos para irse a los árabes a recordarles su obligación “con los suyos” ni para hablar de reciprocidad a la hora del respeto y de la “tolerancia” que significa en la actualidad que los islámicos pueden llevar el burka y campar por sus respetos por Occidente pero los Occidentales se juegan la cárcel si tratan de hacer lo mismo en los siniestros países en los que reina la sharía. Veo más capaces a Donald Trump y a los republicanos a la hora de defender nuestros intereses colectivos porque no se arruga ante el islamismo y defiende unos valores comunes que llevamos marcados en el ADN desde hace cinco mil años. Y también en las tripas.
De hecho la Europa identitaria que despierta, es más bien poco relativista y Donald Trump y los Republicanos no son en absoluto relativistas y no están dispuestos a alimentar a la fiera para que se calme, se conforme y esté tranquila, porque, la fiera comerá tu comida pero antes o después te atacará y te comerá a ti también. Trump es un enigma, pero si hace exactamente lo contrario de lo que ha hecho Obama eso será favorable para nuestros intereses, que son los de nuestros ancestros y serán los de nuestros tataranietos. Hemos recibido un legado que se ha ido conformando a lo largo de miles de años de Historia, es nuestra responsabilidad recibirlo y guardarlo a salvo. Trump no relativiza. La Europa identitaria no relativiza. Y si relativizamos habremos muerto.
Es obligatorio que eligan a uno y el menos sadico es Trump que si quiere te apuñala de frente delante de un publico(no literalmente) en cambio Clinton te da una sonrisa falsa y cuando te des la vueltra te acribilla.
Trump no es un enigma. Es la continuacion de Obama, pero islamofoba y antilatina. Trump es parte de la oligarquia estadounidense que se arremanga y dice: “Nosotros lo hacemos mejor…” En todo caso quizá sea mejor que Wall Street, pero lo dudo. El “destino manifiesto” de Estados Unidos, como el destino español del siglo pasado, es ir a la derrota total…
Donald trump presidente!
Muy bien, Nuria. Pienso como tú en este y otros varios temas. El discurso de Trump fue populista para arrasar y lo ha conseguido. Pero como hombre de negocios ha triunfado y eso es señal de saber hacer las cosas. No creo que al frente del gobierno ese sea su lenguaje. Respecto a la inmigración mexicana, no sé qué decir pero en lo que a mí respecta, prefiero a este candidato, de ninguna manera no a la Clinton. Prefiero la simpleza de un discurso directo que no uno que quiere quedar bien con todos.
Silvia aprecio tu opinión como periodista que eres. Clinton es ambigua.