Por qué nuestros políticos son delincuentes (y II)
Hemos visto cómo nuestros políticos, en general y con las excepciones de rigor, son auténticos delincuentes. Constantemente se proclaman demócratas cuando son más bien parásitos de la democracia. En teoría, la competencia entre partidos debería crear una selección de los mejores, pero, como explico en La guerra civil y los problemas de la democracia en España, de próxima publicación, puede ocurrir exactamente lo contrario y crearse una selección al revés, en la que los más mediocres e indecentes expulsan a sus contrarios. Que es justamente lo que viene sucediendo.
¿Por qué ocurre esto? Mi tesis es que la raíz de todo ello está en el desprecio ignaro de los políticos hacia su propio país, hacia su cultura, historia y lengua. He citado varias veces la frase de Julián Marías sobre el gran defecto de los socialistas: “tienen una idea negativa de la historia de España”. Idea negativa contrapesada con una idea extravagantemente favorable sobre sí mismos. Pues bien, lo mismo ocurre con el PP, con Podemos, por supuesto, y con Ciudadanos, los partidos que “han ganado las elecciones”, todos ellos, como el propio PP, herederos ideológicos de Zapatero, uno de los personajes más grotescos y siniestros en lo que va de siglo en nuestro país.
La hispanofobia ha encontrado su gran coartada en el antifranquismo, pintado como equivalente a despíritu democrático. En Los mitos del franquismo he procurado deshacer esa patraña, que sigue infectando todo el cuerpo político, y que aclara la miseria del PP, que algunos siguen encontrando inexplicable. El franquismo no tuvo oposición democrática, sino comunista y terrorista, lo cual habla muy bien de aquel régimen. Y los demócratas y liberales no hicieron oposición al franquismo, lo cual habla muy bien de demócratas y liberales. Porque al franquismo se deben éxitos tan enormes y sin precedentes en siglos como haber derrotado a la revolución, al separatismo, al maquis –que pretendía reavivar la guerra civil— y a un criminal aislamiento internacional que buscaba crear hambre masiva en España. El franquismo salvó a España de la guerra mundial, que habría multiplicado los sufrimientos de la población, y a él se debe la construcción de una sociedad nueva, libre de los odios y miserias del pasado republicano y frentepopulista, reconciliada consigo misma, satisfecha de sus logros y próspera, que crecía económicamente como nunca antes o después. Algo que no habrían podido lograr los demoliberales que con frivolidad, como recordaba Marañón, habían ayudado a traer el caos republicano.
Y no es cierto que odien a Franco por los fusilamientos, que exageran sin tasa, presentando como víctimas a tantos chekistas y asesinos juzgados y ejecutados. No lo odian por eso, que utilizan como simple pretecto, porque aquellos con los que hoy simpatizan los antifranquistas de pacotilla fusilaron mucho más, con un sadismo no inferior a los del Estado islámico. No: odian a Franco precisamente porque consiguió todo lo que acabo de resumir para el país. Esa gente sigue empeñada en balcanizar España y llenarla con su pestífera corrupción y su cultura del embuste, con “el Himalaya de falsedades”, con “la estupidez y la canallería” que denunciaba Marañón.
Para nuestros incultos políticos la experiencia histórica no cuenta, por lo que los errores se repiten una y otra vez. Y sin embargo la experiencia está ahí. Cierto que el franquismo no fue un régimen democrático, pero la democracia no funciona en condiciones como las de la España de los años 30. Su herencia, en cambio, debiera permitir una democracia seria y funcional y no la explosión de chabacanería bananera en que la han convertido los “antifranquistas”. Mientras no se comprenda esto con claridad, la llamada “regeneración democrática” no pasará de ser retórica falsa para mentes crédulas.
El ingenío de los delinc, perdón, políticos no conoce de fronteras. SENADOR DE EEUU EXPONE EN QUÉ RIDÍCULOS ESTUDIOS CIENTÍFICOS INVIERTE EL GOBIERNO DE EEUU…Y CUÁNTO CUESTAN Por ejemplo y según los datos ofrecidos por el senador, el gobierno norteamericano invirtió 1 millón de dólares en un estudio que trataba de averiguar en qué parte del cuerpo duele más una picadura de abeja. Otro estudio de 5 millones de dólares de trató de averiguar si los pájaros ebrios cantan peor que los que están sobrios. Otros estudios trataron de responder a preguntas como si los republicanos o los demócratas se… Leer más »
Los más europeístas son los que menos confianza tienen en la sociedad española.
Estupendo repaso de la casta borde, don Pío.
Aunque sería conveniente que psiquiatras y neurobiólogos investigaran qué desequilibrios de neurotransmisores y/o alteraciones estructurales existen en los cerebros de estos consumados mendócratas y cleptócratas, a fin de buscar un tratamiento.
Porque, de no haber tales defectos, el único diagnóstico plausible es el de “canallería congénita”. Y ese mal sólo se arregla extirpando el órgano enfermo.
Le celebro como inasequible al desaliento y “bibliofobo” de pro. Pero la pregunta es la contraria: ¿Como es que sus delincuentes se convirtieron en politicos?