Santa Misa en Japón
CB.- Ayer, como cada domingo acudí a oir la Misa en la pequena iglesia de un pueblo de la Provincia de Hiroshima que se llama Mukaihara, como vengo haciéndolo desde hace tantos años.
No todos los domingos se celebra la misa en este pueblo dada la falta de sacerdotes, que se desplazan desde la Catedral de Hiroshima para ello.
La comunidad católica de este pueblo la componen unas siete personas, todas ya mayores, con las cuales me siento unida por su fidelidad y su amabilidad. En esta ocasión vino un sacerdote japonés que yo no conocía.
Como es habitual, después de la misa y antes de que el sacerdote coja su pequeño coche de vuelta a Hiroshima, todos nos sentamos en una mesa que está en la iglesia. El sacerdote preside la mesa y a mí me ponen siempre a su derecha; tomanos un café y unos pastelitos que las señoras preparan, y sobre todo, se charla y se intercambian anécdotas y vivencias, siempre en un tono distendido, alegre y entre risas. Puedo decir que es uno de los momentos más felices y sinceros de mi vida.
El sacerdote nos contó que había hecho el Camino de Santiago unas tres veces; una de ellas en 2003. Lo hizo completo, tardó 30 días andando. También conocía Avila de Santa Teresa, y la Sagrada Familia de Barcelona
Le comenté que después de volver de Japón, Toshiko y yo tenemos pensado ir a Santiago de Compostela unos dias, pero iremos en coche (risas).
A este sacerdote parece que le gusta Espana y se interesa por todo lo que allí sucede.
¿Cómo está la situación política en Espana?, me preguntó discretamente. Hasta Japón ha llegado la noticia del comportamiento de la clase política española.
Al mencionar a la clase política espanola, me vino a la memoria un poema del poeta Pedro Bonifacio Palacios, que dice más o menos:
Los que nacen tenebrosos;
los que son y serán larvas:
los estorbos, los peligros, los contagios, los satanes.
los malditos, los que nunca, nunca en seco, nunca siempre,
nunca mismo, nunca, nunca,
Se podrán regenerar,
no se auscultan en sus noches,
no se lloran a sí propios…
Se producen imperantes, satisfecho, como normas,
como moldes, como pernos, como pesas controlarias,
como básicos puntales,
y no sienten el deseo
de lo sano y de lo puro
ni siquiera un vil momento, ni siquiera un vil instante,
de su arcano cerebral.
Continuó la conversación. Nos dijo el sacerdote que el día 27 de mayo habrá una celebración en Tsuano, (el pueblo donde hubo una matanza de cristiano y que ahora cuenta con una comunidad católica numerosa). Nos invitó para que asistiéramos, pues él era el organizador del evento. Con toda seguridad iría, pero para esas fechas ya no estaremos en Japón.
Nos despedimos hasta el proximo domingo D. m., en que vendrá otro sacerdote para decir la misa, y por una intrincada y preciosa carretera de montana volvimos a casa…
CB, no se cual es su nombre, pero desde aquí, quiero darle las gracias muy sinceras por este pequeño pero GRAN relato.
Espero y deseo que nuestro director, le siga dado la oportunidad de poder contarnos historias tan bellas, de un país como Japón al que realmente admiro y respeto.
Gracias, muchas gracias.
Nota administrador: Es una fiel y antigua lectora de AD.