El apaciguamiento, una estrategia fallida
Por Christopher Fleming.- Buscar la paz es algo que todos debemos hacer. Los católicos tenemos que evitar enfrentamientos innecesarios, procurar no perder la paciencia ante las provocaciones ajenas, y ser en general gente pacífica. Sin embargo, existe una línea roja invisible entre ser pacífico y ser un blandengue. El Señor dijo que fuéramos como hermanos, no primos. [1] No creo que entren en el Cielo los cobardes, los que rehúsan defender no sólo sus derechos, sino los derechos de los demás y especialmente los derechos de Dios. Cuando un gobierno, del tipo que sea, abusa de su autoridad, y legisla en contra de la Ley de Dios, es deber de todos los católicos oponerse a dichas leyes. En ocasiones hasta es necesario deponer el gobierno, con los medios que estén a su alcance.
Esto, que parece de sentido común, es anatema para los jerarcas modernos de la Iglesia, tan preocupados por llevarse bien con el Poder y así beneficiarse de estar entre dos aguas. Por un lado son tolerados por la gente “importante” del mundo, y por otro lado hacen y deshacen a placer dentro de su diócesis. El mayor problema, a mi juicio, de los obispos actuals es su deseo irrefrenable de ser queridos por todos. Ya sé que generalizo, que hay honrosas exepciones. Bueno, hablo en plural, pero la verdad es que en España sólo conozco una excepción a la regla. Es doctrina segura que el número de los réprobos es mayor que los salvados, y entre los pastores de la Iglesia la cosa no es distinta. Dice San Juan Crisóstomo:
No creo que muchos obispos se salven, sino que son muchos más los que se pierden.
Si el lector hace memoria, se dará cuenta que cada vez que sale su obispo en un medio de comunicación es con una cara sonriente, hablando de lo fenomenal que va la vida eclesial. Los obispos están encantados de haberse conocido, y por nada en el mundo quieren dar la imagen de “aguafiestas”. Como si fueran vulgares políticos, hablan siempre de “paz”, “amor”, “solidaridad”, etc. pero pocas veces hacen una llamada a la conversión, a la fe en Jesucristo, no suelen hablar del pecado, porque da mal rollo, y NUNCA mencionarán la palabra “infierno”. De hecho, si en los últimos diez años me hubieran dado un euro por cada vez que un obispo español hablara sobre el dogma del Infierno, aún me faltaría para un menú del día.
Con esta actitud no es sorprendente que ante los conflictos, la línea de actuación de los obispos modernos es casi siempre bajarse los pantalones ante el Poder. Podría poner una multitud de ejemplos, pero no quiero aburrir al lector. Bastaría hablar de la actitud servil de los obispos españoles ante la monarquía borbónica. El anterior rey, Juan Carlos I, que firmó nada menos que dos leyes abortistas (además de un largo etcétera de leyes anticristianas), gozó de la máxima aprobación del episcopado español durante su reinado. En los acontecimientos familiares (la primera comunión de sus nietos, las bodas de sus hijos) allí estaban los obispos españoles desplegando la alfombra roja para Su Majestad, sin una sola mención de que algo fallaba. Ese rey fue colaborador necesario del genocidio de más de un millón de niños españoles, pero a los obispos españoles este hecho no les importó lo más mínimo. Aunque fuera por el bien del alma del monarca, podían haber dicho algo, eso que antaño se consideraba una obra de misericordia: corregir al que yerra. Sin embargo, callaron como tumbas. Todo en nombre del apaciguamiento.
En 2013, con motivo del 75 cumpleaños de Juan Carlos I, el Arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Monseñor Rouco Varela escribió una carta de felicitación, diciendo que su reinado daba “motivos de inspiración para mirar adelante con fortaleza”.
¿A estas alturas le sorprende a alguien que las iglesias en España estén casi vacías? Los obispos españoles se empeñan en “no caer mal” a los apóstatas y no hablar de cuestiones polémicas. Fingen que la amistad con el mundo es compatible con el amor a Dios. Hacen lo que sea para que nadie les critique, porque les importa mucho más lo que esciba de ellos la prensa anticlerical que el bien de las almas que les han sido encomendadas. Me duele decir esto, pero me temo que sea la pura verdad.
Como he mencionado, sólo hay una excepción al servilismo del episcopado español: Monseñor Juan Antonio Reig Plá. Este obispo fue el único que dijo públicamente que el Rey pecaba gravemente al firmar la ley Aído del aborto. No es casualidad que este obispo se ha buscado problemas, no sólo con el poder político en España, sino también con Roma. De Murcia fue enviado a Alcalá de Henares, una diócesis mucho menos importante. La regla no escrita es que si todo va bien un obispo asciende durante su “carrera”, empezando por una diócesis pequeña y subiendo a diócesis cada vez más grandes. Que un obispo como Reig Plá baje de categoría de esa manera es una clara señal de que Roma desaprueba su comportamiento. El pobre hombre no ha sabido imitar la actitud de apaciguamiento ante el Poder que ha caracterizado la Conferencia Epicopal Española en los últimos 40 años, y que a partir de Pablo VI es la línea pastoral a seguir. Y ya se sabe, Roma no paga a traidores.
NOTAS
[1] Nota para los que viven allende los mares: en España el término “primo” significa coloquialmente un tonto.
El articulo, es muy bueno, y con mucha razón. Pero a los clérigos, tibios, EL SEÑOR, los vomitará. Y hoy nuestra Iglesia, esta llena de Tibios, y algunos infiltrados, que están dentro, para hacer el mal, y desviar al pueblo de Dios. Dios, les pedirá muchas cuentas a los obispos, sumisos, que quieren quedar bien con el mundo, liberal, y modernista, y que no hablan claro, condenando, a los gobiernos, abortistas, y demás ralea, así como a Reyes y presidentes, que con sus firmas de malas leyes, están excomulgados. Si , los obispos, dijeran constantemente, que la gente no vote,… Leer más »
Muy predispuestos les veo para solucionar los problemas de los inmigrantes musulmanes que vienen hacia Europa o para hermanarse con ellos y los judios. Pero no veo la misma predisposición para salvar a los cristianos que están siendo exterminados en Oriente medio y en Nigeria,apenas dicen nada sobre ellos. Bergoglio y su nueva iglesia sectaria escenifican el que las penas con pan son menos penas,y el y su corte de sirvientes de los intereses masones infiltrados en el vaticano deberían acoger a los miles de refugiados musulmanes que les corresponda en sus propias casas como Estado independiente que son,y con… Leer más »
¡Ole los COJONES de Monseñor Reig Plá!,y no es para menos es mi obispo 😉
Pero que real,gracias por utilizar tan llano vocabulario,el que no entienda este articulo es por que no quiere entender,muchas gracias de nuevo
Algunos católicos concretos (y desgraciadamente muchos) somos cobardes, pero la Iglesia de Jesucristo no lo es, sobre todo porque está inspirada siempre por el Espíritu Santo (y tanto más que Cristo-Dios prometió acompañarla hasta el fin del mundo y que a su Iglesia no la derrotarían jamás los poderes del infierno). Lo que tiene a veces la Iglesia -y nos puede despistar- es TACTO para tratar con sus hijos, porque la Iglesia es MADRE, y las buenas madres tienen esa femineidad de la “mano izquierda” para hablar con el hijo díscolo y rebelde, porque con su intuición femenina -que no… Leer más »
Modernista y liberal”católico” bergogliano.
Al padre Bergoglio y a usted, no le vendría mal que leyeran alguna de las contradicciones doctrinales de Francisco en https://denzingerbergoglio.com/ y seguramente no daría tanta lesiones.
Los Jueces, los Mandos Policiales, Políticos, Obispos, Militares, Etc. Sirven al poder y a quien manda. No tienen ninguna hoja de ruta que les obligue a defender unos valores, ni se presentan a elecciones ante el pueblo, es todo una FARSA.
El que se enfrente no asciende.
Sí, Christopher. El Señor nos dijo que fuéramos “mansos como corderos pero sagaces como serpientes”; esto es, buenos pero no tontos. Francisco es un vivo ejemplo de antipapa y de falso profeta, como otros muchos han existido. Sin embargo, en los tiempos turbulentos que corren, sus acciones parecen especialmente ominosas; actúa como si estuviera juramentado para conseguir finalmente la “gran apostasía” que ha de dar paso a la Tribulación. Quizá su papel se limite a contribuir a la culminación de la gran mentira gnóstica en el papel de “falso falso-profeta” (con redundancia). Éste, junto a un “falso anticristo” (¿quizá Donald… Leer más »
así es, no hacen referencia al bien y el mal, lo bueno o lo malo,……, a nada importante,…., sino a “seguir igual”,…., no sé a que Jesucristo dicen representar,…………
que vas a esperar de un tipo que tiene un barco que se llama “bribón”??????