Qué he hecho yo, Pedro Sánchez, para merecer esto
Asier Martiarena.- Pedro Sánchez se enfrenta esta semana a la investidura imposible. Es cierto que el sólo hecho de poder presentarse a la misma sin haber ganado las elecciones dan fe de lo bien que se ha movido en las últimas semanas.
El problema, para el secretario general del PSOE, es que salvo cambio de planes de última hora, la semana va a ser así: El socialista va a intentar la cuadratura del círculo intentando poner de acuerdo a Podemos y Ciudadanos para que le permitan ser presidente del Gobierno.
Pero lo cierto es que las discrepancias de los primeros convierten la investidura -cuya segunda votación es el viernes- en imposible. Un voto negativo que, además, convertirá a Sánchez en el primer candidato que no la superara en la historia democrática. Éxito en parte y fracaso en parte. Esto se debe a los errores y aciertos que Sánchez ha cosechado en las últimas semanas y que aquí detallamos.
Pedro Sánchez ha logrado neutralizar la figura del presidente en Gobierno en funciones. Desde que arrancara el año el papel de Mariano Rajoy en la gestión política del país ha quedado reducido a la nada. Sin agenda propia, y con los constantes problemas judiciales del partido, las pocas apariciones públicas que ha realizado el líder del PP apenas le han permitido dar la imagen de gestor, aunque sea en funciones. Salvo sus apariciones ante el Consejo Europeo, donde sí que puede ejercer de presidente del Gobierno, el resto de actos han quedado reducidos a plenarios internos ante sus propios grupos en el Congreso y en el Senado.
Todo lo contrario de Pedro Sánchez, quien ha tenido presencia constante en la prensa. Y además lo ha sabido aprovechar. ¿Les suena esa habitación con sofás beige, una mesa baja para las reuniones informales y una larga, flanqueada por las banderas oficiales, para las reuniones en grupo? Ante la ausencia de imágenes de actividad en Moncloa, el líder socialista se ha creado su propia mini-Moncloa en el Congreso de los Diputados. Y allí ha ido recibiendo uno a uno al resto de actores políticos implicados en el debate de investidura.
A favor de Pedro Sánchez también ha jugado la consulta a las bases del PSOE. Del tenso Comité Federal que todo el mundo preveía tras la falta de acuerdo con las federaciones más críticas para fijar la fecha al 39º Congreso ordinario, se ha pasado a una calma relativa. El líder del PSOE se la jugó a doble o nada y la jugada le ha salido bien, por el momento. Desafió la tutela que los barones le querían imponer anunciando que sometería cualquier acuerdo de investidura a la ratificación de los casi 200.000 militantes del partido. ¿Quién se atreve a llevar la contraria a las bases? Pues nadie. Ni siquiera Susana Díaz que ha plegado velas y ha silenciado sus críticas a su secretario general. Pero que Sánchez no se equivoque. La calma durará mientras no se convoquen nuevas elecciones.
Podemos y Ciudadanos no han sabido marcar los tiempos. Y eso es ‘culpa’ del PSOE quien ha sabido jugar mejor con la atomización del electorado. A falta de un socio claro, ha tratado de pescar en sus redes tanto a Podemos, por un lado, como a Ciudadanos, por otro. Por miedo a quedarse fuera, Ciudadanos no tardó en llamar a su puerta y aceptar un documento de mínimos. Ese acercamiento del uno aleja al otro (Podemos) a quien ahora el PSOE se quiere encargar de desprestigiar para que queden ante los españoles como los culpables de la falta de Gobierno.
Todo hace pensar que esta tarde el PSOE perderá la primera votación del martes y la segunda del viernes. Pero pase lo que pase, en estos dos meses Pedro Sánchez habrá ganado en popularidad, prestigio y liderazgo interno.
Pero no todo han sido aciertos en la gestión de Pedro Sánchez.
Consciente de que necesita el apoyo de al menos dos fuerzas parlamentarias -aunque una de ellas simplemente se abstenga- ha jugado a dos bandas hasta el último minuto. Al mismo tiempo que el PSOE se sentaba a negociar con los partidos de izquierda -Podemos-IU y Compromís- hacía lo propio con Ciudadanos. Ese doble juego no gustó a los primeros que se llegaron a levantar de la mesa en señal de protesta.
Sanchez no solo va a destruir España sino que al tiempo se carga su partido y Ciudadanos. Rajoy tiene escaso fuste, pero unirse los tres partidos como propuso en un principio era la única solución para seguir dando tumbos e intentar enderezar la situación, de tomar fuerzas el coletas vamos directos al caos.
Esto viene todo una estrategia, estrategia fallida y ahora asistimos a la improvisación, a la chapuza española, a los egoísmos y la demagogia populista e irreal. Unos que no quieren perder sus escaños, otros afianzarse en su liderazgo interno y otros empeñados en llevarnos a un nuevo contexto ideológico fuera de tiempo y de lugar. Nuevas elecciones o por lo contrario el orden normal de las cosas que visto lo visto parece imposible.
En el lenguaje coloquial en España, se suele llamar a ésto como algo parecido a ¨ hacer el paripé ¨ ( que quiere decir para otros amigos de fuera de España, o de español internacional, algo referido a una farsa o falsa situación ). Por que ya sabemos, parece ser, que no pueden gobernar con un determinado número de escaños, y es necesario el apoyo de otros grupos minoritarios, que dependen a su vez, y asimismo, de otros aspectos que impiden el apoyo. Es entonces, a bien, posiblemente, decir que es una pérdida de tiempo, y una mala imagen para… Leer más »