Carta a un traidor indecente
Alberto Núñez Seoane.- Hola Perico: He estado un tiempo, no mucho, pensando si dirigirme a ti como “indecente traidor”, ya sabes: alguien “indecente” -“quien se comporta de manera contraria a la justicia, la verdad y al honor”- que comete traición; o como “traidor indecente”, a saber: quien comete una traición indecente. ¿Sabes?, me quedé con esta última.
En tus propias palabras, después de tu fracaso en las pasadas elecciones -dijiste que todo lo que no fuese ganar, sería un fracaso- en las que te quedaste con 33 escaños menos que la fuerza más votada, lo que la decencia política imponía era tu inmediata dimisión, al día siguiente. Lejos de actuar como debías, te estás comportando como un verdadero impresentable. Parecía imposible que alguien alcanzase las cotas de estupidez política que sobrepasó tu “compañero” Zapatero, tú las estás superando. Al son de los cuatros palmeros, aun con menos vergüenza que tú, que te quedan en “tu” partido, estás demostrando lo poca cosa política que eres, lo poco bueno que se puede esperar de ti y lo mucho que has engañado a quien te apoyó dentro del “PSOE” y a quien te votó fuera de él.
Incluso la indigencia que padeces como estadista se está viendo aplastada por la malsana ambición que te guía. Tus últimas decisiones “contra natura”, y contra la credibilidad, y contra la decencia, y contra España, y contra todo lo honestamente asumible en un juego político cabal, sólo se pueden identificar con la más genuina satrapía -abusar del poder para conseguir lo que se quiere-. Poco más eres tú, Perico.
No sé si fue César Luena, Secretario de Organización de tú partido y uno de tus más enloquecidos palmeros, quien hace un par de días nos “explicaba” a los españoles, de tu parte, lo que los españoles “queremos”. Decía, el muy cara dura -porque hay que tenerla dura, la cara…-, que “los españoles no queremos otras elecciones”. Tratando, el pobre, de sacar razones, en lugar de conejos, de una chistera raída y desprestigiada para, haciendo encaje de bolillos, intentar dar sentido al bochornoso desafuero en el que te estás ahogando. Lo que los españoles no queremos, Perico y compañía, es que gobiernes tú -por eso has sacado sólo 90 escaños, el peor resultado de la historia del “PSOE”-, lo que no queremos los españoles es que cedas escaños a quien nos odia, incumple la Constitución y nos quiere eliminar de la Historia; lo que los españoles queremos es que se forme cuanto antes un Gobierno estable, serio y racional, que despeje el complicado futuro que tenemos por delante, lo que queremos los españoles es que cumplas con lo que dijiste en tu programa electoral y no pactes con “Podemos”, ni con los independentistas, ni con los nacionalistas radicales, ni con los pro etarras, Perico, que no te quieres enterar, eso es lo que no queremos y lo que queremos los españoles, lo hemos dicho en las urnas.
No sé si cuando te miras al espejo, Perico, te ves a ti o a “Arturito Mas” – ¡otro prenda!-. Cada día me recuerdas más a él, y mucho me temo que como él vas a terminar: despreciado por casi todos, apartado a la fuerza de la escena política y saliendo por la puerta de atrás después de haber hecho el más espantoso de los ridículos víctima de tu descontrolada ambición.
Perico, estás traicionando a España, al “PSOE” y a la mayoría de los que te votaron, no sé si hay algo de esto que no entiendas, porque no tiene vuelta de hoja. Salvo que muchas de las fuerzas vivas socialistas, de ayer y de hoy, no consigan darte una patada en tu, supongo, precioso culo y te quiten de en medio a la voz de ya, pasarás a la historia triste de nuestra nación como el nefasto protagonista de una traición indecente, en el peor de los momentos, Perico, en la peor de las circunstancias.
Con la chulería que tiene este, lo que se merece es ser madamón en el chupericlub del suegro. Y hasta eso es mucho para este traidor, macarrilla de medio pelo.