No ha pasado aún una semana desde que las nuevas Cortes quedaron constituidas, y Podemos y sus socios afrontan ya su primera gran crisis interna a colación de su organización parlamentaria. La negativa de PP, PSOE y Ciudadanos a violar el Reglamento de la Cámara baja y permitir la división en cuatro grupos parlamentarios que el líder de Pablo Iglesias prometió a sus socios, amenaza con desgajar los 69 escaños de la formación morada ya que las confluencias regionales no admiten a Iglesias como único portavoz e insisten en tener voz propia en los debates.

A esta hora, fuentes de estas confluencias, reconocen que las negociaciones se están llevando a cabo «entre todos con todos», y que una de las posibilidades es abandonar Podemos e integrarse en el Grupo Mixto para tener así estructura y portavoz propio, aunque sea en tiempo compartido con los otros partidos minoritarios: UPN, Coalición Canaria, Foro Asturias, Nueva Canaria y Bildu. Las otras dos opciones que también están sobre la mesa son la integración en un único grupo con Podemos, a cambio de la cesión de tiempos en determinados debates, o la presentación de cuatro grupos parlamentarios individuales a sabiendas de que la Mesa del Congreso tumbará mañana esta solicitud.

El PP y Ciudadanos cuentan con mayoría en la Mesa del Congreso y ya han adelantado que no vulnerarán el Reglamento para que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, cumple la promesa hecha en elecciones a sus socios regionales. La única duda era el PSOE que había jugado en las últimas horas con la ambigüedad después de que su grupo en la Cámara alta cediera senadores a ERC y DiL para que formaran su propio grupo parlamentario. Sin embargo, su portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, ha sugerido esta mañana como única solución que las confluencias regionales e IU se integren en un grupo parlamentario, una opción rechazada de plano por las primeras.

El plazo para presentar una fórmula u otra se acaba formalmente hoy a las 20:00 horas, pero si Podemos y las confluencias no llegan a un acuerdo hoy podrían optar por presentar la fórmula de los cuatro grupos para ganar tiempo con el que seguir negociando.

No en vano, una vez que la Mesa del Congreso haga pública mañana su decisión, Podemos y sus socios podrán solicitar a este órgano que reconsidere su decisión si no están conformes con la misma. En este caso, la Mesa deberá convocar a la Junta de Portavoces y solicitar un informe jurídico a los letrados de la Cámara baja, antes de adoptar una decisión que ya será definitiva en una nueva reunión que tendría lugar a primeros de la semana que viene. En ese momento, comenzará a correr el plazo de gracia de tres días, concedido por el presidente del Congreso, Patxi López, a los partidos antes de adjudicar al Grupo Mixto a aquellos que no hayan logrado formar grupo. Se trata de una «segunda oportunidad» para que Podemos y las confluencias regionales puedan repensar su estrategia, y decidir su organización interna definitiva, por lo que el pulso aún puede largarse hasta la semana que viene.