Cada vez más parias en España
Parte del paisaje cotidiano en nuestras ciudades, y hasta en el campo, son esa pobre gente que a la manera machadiana va pudriendo la tierra. Un sinfin de gente vencida, con un horizonte mental tan restringido como grande fue la pretensión oficial de convertirlos en mera argamasa humana. Los vemos en calles y plazas, dembulando sin rumbo de aquí para allá, en las puertas de los supermercados, pidiendo, rastreando en los contenedores, dormitando al raso en cualquier rincón urbano. Proliferan como hongos. El largo catálogo de parias urbanos se abastece con los que lo han perdido todo, pero también se ven dementes, alcohólicos, jóvenes desahuciados y sin ningún arraigo moral, familiar ni emocional, familias enteras, ancianos embutidos en cartones: los estertores del Estado del bienestar. Dentro del paisaje social sobreabundan también los pícaros, los resueltos a sacar cualquier provecho de un Estado sin ninguna autoridad moral para exigirles acatamiento a las reglas en juego. ¿A qué reglas?
La Agencia Tributaria detectó el año pasado un crecimiento de casi el 10 por ciento del fraude. El sobre fuera de nómina o las horas extras en negro ganan terreno en nuestro mercado laboral. Un grupo de mujeres que solía recibir donaciones de ropa de un comedor social del sur de Madrid vendían luego las prendas en un rastrillo. Según las aseguradoras, se han multiplicado los casos de españoles que queman sus coches para cobrar el seguro. España es el tercer país del mundo en número de timos por internet. Los comedores sociales han detectado la presencia de un creciente número de pícaros que acuden allí para ahorrarse el almuerzo. Crecen los fraudes masivos a través de rifas falsas y sorteos fraudulentos. Son sólo la parte del iceberg que encuentra en el latrocinio de muchos de nuestros políticos su cota más alta.
Muchas de estas patologías sociales eran predecibles a poco que se observase el comportamiento delictivo de nuestros representantes públicos, el escaso nivel formativo de nuestra enseñanza pública y el grado de desestimiento de algunas instituciones estatales. Nadie quiso enterarse y dejamos que los políticos, con sus normas y sus clanes mafiosos, lo corrompiesen todo a su paso. Los demagogos hablan del servicio al pueblo, de la grandeza de la política al servicio de los desfavorecidos. Mentira, puñado de mentiras. No hay otra alternativa a este pandemonium que el humanismo capaz de redefinir el valor de un ciudadano más allá de la hora de votar. Este sistema ha producido un número mayor de parias de lo que cualquier sociedad decente sería capaz de tolerar. Dicen que esta democracia es el sistema de los hombres libres. Nunca ví tantas cadenas mentales ni una maquinaria estatal tan herrumbrosa como la española.
Las calles de Málaga se llenan de menesterosos, de gente desperdigada al acecho de lo que les caiga. Uno de esos menesterosos vive en las aceras de Muelle Heredia, frente a los sindicatos, y le da por hacer sus necesidades fisiológicas a la vista de la gente. La Policía lo recoge y reaparece al cabo de unas horas haciéndolo frente a otras casas, donde sea. A otro le da también por andar con los pantalones bajos, mostrando ostentosamente sus posaderas. La Policía dice que no puede hacerse cargo, que es cosa que afecta a los loqueros más que a los servidores del orden público. Y no son los peores. Vuelven los tironeros, merodean por todas partes los enajenados, los ‘okupas’, los maleantes, los vagos crónicos, los timadores, los acosadores y hasta los hasta hace poco acaudalados empresarios que simulan atracar un banco para dar con sus huesos en la cárcel. El Estado tiene muy limitada la autoridad para hacerles frente. No es una cuestión de autoridad policial y sí de autoridad moral, de no haber atendido a la responsabilidad personal y moral que la libertad implica. Y ya es demasiado tarde.
Los parias, por su parte, son ya legión en España. Se calcula que alrededor de 200.000 ancianos viven en nuestras calles, al raso. Muchos de ellos, enfermos terminales, tienen familias. La droga vuelve a ganar el terreno perdido en los años 90, mientras que la prostitución adquiere las camufladas formas de todas las crisis. Miles de jóvenes han perdido el aliento vital de una vida mínimamente aprovechada y en las familias se levanta una inexpugnable barrera de hielo. No hay consuelo político para ellos.
El panorama social de España se está haciendo más y más denigrante. Los parias que ha generado el sistema nos restriegan los errores a la cara. Ningún político, ningún sindicalista, ningún banquero hacen nada por evitarles tanta penuria física y mental. Nunca en nombre del pueblo se había causado tanto daño.
No basta con hablar de una regeneración de la vida española, mientras los políticos, nuestros banqueros, nuestros representantes estamentales estén tan corrompidos y continúen en sus cargos.
La idea primordial que debe prevalecer frente a la crisis del sistema es que no hay solución dentro de este sistema. Tal vez nos estemos dando cuenta ahora de que el libertinaje es incompatible con la plena responsabilidad. Trabajar para reforzar los lazos familiares y acentuar el papel de los padres se ha considerado contrario a la corrección política dictada por unos pocos. La efectividad de este sistema tan putrefacto proviene del engaño, la manipulación y la negación del papel supremo de la dignidad humana. ¿Alguien cree que con tales mimbres, la canasta de nuestra recuperación podría resistir el peso de frutos que no estén tan podridos como el alma de nuestros políticos?
helloh ha ver si nos vamos entrerando de una vez por todas tenemos unos politicos de mier…………………. porque a nivel general somos unos citizens de idem … y arrenglon seguido el bla bla bla etc etc……………. u sease mas salir a la calle y menos teclado tontos q somos gilypollas
yo la verdad ,creo y siempre he creido en el ser humano, y es cierto o podria serlo cierto todo lo que describe, pero siempre al final , el bien perdura, el mal va y viene,en el ser humano ,dentro de el reside todo,el buen sentimiento perdura,las buenas obras tambien, el bien queda en la memoria el mal siempre desaparece. feliz navidad.
Es un gran artículo porque describe la auténtica realidad de las cosas que ocurren en nuestra Patria. Saludos
Apreciado Armando
DFebo decirle que tiene más razón como la copa unm pino , España esta en el desastre ,en el derrumbamiento y la roptura social . que los políticos de tres al cuarto han arruinado al pueblo . saludos cordiales . feliz Navidad y un buen 2014 ,
Artículo memorable, don Armando.
Lo trágico es que esto podía haberse evitado. Ya en 1996, don Enrique de Diego lo vaticinó en su libro “Privatizar las Mentes”.
Un artículo bastante duro, y lo peor de todo es que describe certeramente la cruda y triste realidad;Resultado de la casta descastada que nos desgobierna, no teniendo conciencia del bien común ni del bien de España; por no tener ni conciencia tienen; pero sonríen y tan tranquilos duermen.Es imperdonable.
Excelente artículo, enhorabuena. Lo malo del asunto es que este tipo de reflexiones solo se pueden leer por aquí, y la mayoría de la gente sigue leyendo las mentiras que venden los diarios “importantes”, es decir, los lobotomizadores de masas y sobre todo la demente televisión.
Cuanta cotorra.
Si no sois capaces de sacarles de sus posiciones,julandrones,por lo menos rezar,hacer vudu o lo que sea,para que les caiga un meteorito encima o la palmen todos,con canceres y enfermedades terminales dolorosas,guevazos.
El pueblo español no despertará hasta que haya sufrido lo suficiente. A la Historia de nuestra gran Nación me remito.
Duele verlo, si, es cierto, y duele aún más el saber lo que se siente cuando se está en esa situación, que algunos ni sobrevivirán a ello, pero también puedo asegurarles que otros cambiarán y tendrán grabada la lección.
El pueblo español necesitamos lo que va a acontecer para poder acabar con la casta. Después, comprobarán que lo que se hizo en 1808 se quedó en un juego de patio de recreo.
Los espanoles no han querido otra cosa por mas de 30 anhos. Es una pena.
cierto! y sólo despertarán cuando ya la desgracia absoluta llegue al extremo, para mal de todos.
La castuza ya esta enterada, esto hace mucho tiempo que se gesto a un gran nivel, pero creo que se les esta yendo de las manos y podemos acabar muy mal pero que muy mal.
España se ha convertido en una Calcuta.
Muy buen artículo y radiografía social a pie de calle, Armando. Todo esto que se comenta y critica es la consecuencia del liberalismo. Padecemos un sistema amalgamado y pactado entre la socialdemocracia izquierdista y el liberalismo. A pequeña escala, en lo económico, sufrimos un sistema confiscador de corte socialdemócrata, pero a su vez a las rentas altas y grandes empresas se les proprociona el tan cacareado liberalismo(eso si, con leyes y condiciones a medida). En lo social y ético moral sufrimos la ya típica desolación de una sociedad materialista fruto de la mentalidad liberal y del materialismo izquierdista. El liberalismo… Leer más »
Pues en el resto de España no lo sé, pero en Zaragoza, el 80% de indigentes son rumanos, y no sólo gitanos, sino también de apariencia eslava. Se pegan el día pidiendo en las puertas de supermercados y siempre les ves con la lata de cerveza o el cartón de vino al lado. Las viejas ñoñas y los judeocristianos culturales piensan que son inmigrantes que han perdido su trabajo, pero es mentira, son mafias de indigentes rumanas que están perfectamente estructuradas en algunos casos y en otros son directamente indigentes rumanos que han venido por libre a perpetuar su estilo… Leer más »
Al lado de mi casa tengo a dos rumanas pidiendo, una en turno de mañana y la otra tarde/noche. La mayor tendrà lo menos 70 años y es bastante lamentable verlas. Y no soy de Zaragoza.
Es un fracaso en toda regla, hay que buscar soluciones empezando por nuestro entorno de influencia.
Bravo. Pero de no mediar algo parecido a un milagro divino cuando la castuza quiera enterarse sera demasiado tarde para ellos y para nosotros. Estamos cerca de un apoteósico final wagneriano como Europa no ha visto desde el final de la II GM.