Champions: El Atlético no tiene techo (1-2) y el Barça conquista Glasgow (0-1)
En su visita a un templo maldito del que jamás había salido victorioso, el Atlético superó todas las adversidades, remontó y ganó por fe, acierto de Simeone en los cambios y un despliegue soberbio en las acciones de estrategia. A medida que fue quedándose sin delanteros y reforzando el centro del campo, el representante español creció hasta llevarse tres puntos que le acercan a los octavos de final de la ‘Champions’. El Oporto caía en Do Dragao después de más de dos años invicto en Europa y, de paso, sufría su primera derrota del curso.
El Atlético se presentó mermado por el desgaste físico y mental que provoca un derbi y la baja del sancionado Diego Costa, que contagia presión, descaro y valentía y, además, en el arranque de esta campaña tiene gol. Le das un melón y te fabrica una ocasión. Tampoco estaba Mario Suárez y Simeone concedió descanso a Koke, otro tipo clave porque aporta la magia en la estrategia este grupo de gladiadores. Pero sobre todo se echaba de menos al ariete hispano-brasileño, cuya ausencia ya se notó ante el Zenit, al que los madrileños derrotaron más por inercia que por fútbol y merecimientos.
Ante un rival muy parecido que se defiende bien, cierra filas y domina también las acciones a balón parado, los del ‘Cholo’ salieron timoratos pero fueron creciendo y hasta dominar con Óliver Torres de falso delantero. Confiaban de inicio en su solvencia defensiva para dejar hacer al Oporto y buscar el factor sorpresa en algún contragolpe o jugada a balón parado. Pero supieron cambiar de guión porque se adelantaron los lusos al cuarto de hora, fruto de un saque de falta muy bien tocado por Lucho y cabeceado por Jackson Martínez, ese ariete colombiano que cumple con creces como sustituto de Falcao y con el que ya flirtearon los colchoneros.
Mejor sin Villa
Crecía el Atlético de forma paulatina pero durante muchos minutos la faltaron rapidez, toque en el centro del campo y profundidad y para probar mucho más al irregular Helton. Porfió Leo Baptistao pero el exrayista aún no está preparado para partidos de esta enjundia. Y Villa aporta oficio y buenos movimientos pero no es el ‘Guaje’ de antaño. Le retiró Simeone en el descanso para buscar más músculo, intensidad y profundidad con el ‘Cebolla’, aplaudido en su regreso a Oporto. Un balón peinado al travesaño por Raúl García, a la salida de un córner lanzado por Gabi, fueron las mejores aproximaciones visitantes antes del descanso. Los de Fonseca dieron un descarado paso atrás.
Ejerció el ‘Cholo’ al prescindir de Villa y acertó, aunque suene extraño ir perdiendo y quitar a un punta. Dio aún más libertad a Arda por y pobló el centro del campo. Presionaron más arriba y mejor los rojiblancos. Esfuerzos más cortos y más facilidad para pisar el área adversaria. Avisó Filipe Luis y empató Godín. De nuevo, el Atlético extrajo oro de una falta. Le costó pitarla a Howard Webb pero se la indicó el asistente. Yel centro de Gabi lo convirtió el uruguayo en el primer tanto de los colchoneros en este escenario. Un punto que ya sabía a victoria, y más tras la lesión de Raúl García. Pero en otra jugada diseñada en el manual del ‘Cholo, Gabi se la puso a Arda y el turco, en fuera de juego por un pie, silenció a los ‘Dragones’.
UN BUEN BARÇA CONQUISTA GLASGOW
Un solitario tanto de Cesc, tras una gran contra dirigida por Neymar, dio este martes la victoria a un buen Barça en Glasgow, ante un Celtic que se metió muy atrás y que jugó con diez futbolistas durante 30 minutos. Tata Martino decidió en la previa darle los galones del lesionado Messi a Neymar y el brasileño no defraudó a su técnico. Fue decisivo en las dos jugadas clave del partido -la expulsión de Brown y el 0-1- y demostró que no solo puede ser un gran gregario, sino que como jefe de filas también funciona. Su misión era buscar el desequilibrio y no se amilanó. Como todo el equipo, muy serio, equilibrado, sereno, muy trabajador y sólido atrás, justo allí donde los azulgrana perdieron hace un año.
De momento, la suerte le sonríe a Tata Martino, que no conoce la derrota (ni el empate) en Liga y en ‘Champions’. Podrá gustar más o menos, pero su Barça de Glasgow sí que fue muy reconocible. Arrancó bien, muy concentrado y con las ideas bastante claras sobre lo que tenía que hacer. Ante todo, paciencia. Frente a un equipo que no se cortaba un pelo y se replegaba con todo su batallón en su campo, el cuadro azulgrana se lo tomó con mucha calma. Tenía que madurar el partido, tocar y tocar, cansar al contrario, hacerle correr detrás del balón y esperar a que los extremos rompieran a su par y lograsen una ocasión de superioridad. Durante la primera parte, no obstante, el Barça no pudo crear muchas jugadas de peligro, aunque dominaba el encuentro de cabo a rabo. Salvo las escapadas del gigantón Samaras, que peleaba en solitario contra Piqué y Bartra, los escoceses no merodearon la meta de Valdés.
El Barça, con su centro de campo de gala -Xavi, Busquets e Iniesta- acertaba con la presión y recuperaba muy pronto la pelota. Pero Pedro y Neymar no rompían la última línea. Cesc, de falso nueve, se movía entrelíneas, se le veía dinámico, aunque le faltaba desequilibrar en el uno contra uno.
El Celtic, en cambio, se replegaba con casi todos sus hombres atrás, menos Samaras, que se quedaba a la espera del balonazo, bien cogido por Bartra (cada vez se entiende menos que no haya tenido más minutos y que el club estuviera buscando un central foráneo). El año pasado, los blaugrana sufrieron en el Celtic Park, sobre todo a balón parado y en esta ocasión tenían la lección aprendida: nada de conceder faltas laterales absurdas.
Tras el descanso, Martino mantuvo el plan. Pero el Celtic dio un paso adelante y presionó más arriba. Estiró el campo y se abrieron más huecos. Neymar empezó a verlo más claro. En el 58, se escapó por su banda, Brown le derribó y cuando estaba en el suelo, le lanzó un patadita. El árbitro lo cazó a un metro y expulsó al verdiblanco. Media hora por delante y el Barça jugaba contra diez.
El partido se calentó, el público se envalentonó y la tomó con el ex del Santos, que no se achicó con la presión de la grada. La expulsión encendió los ánimos y el choque se puso más vibrante: el Barça dominaba y el Celtic volvía a recular, ahora con todo el equipo, Samaras incluido. El cuadro catalán seguía dominado, pero se encontraba con un frontón. Dominaba y en cambio no creaba peligro. No encontraba las grietas. Llegaba con claridad hasta el área, si bien le faltaba el desborde y el último pase. A falta de 20 minutos, Tata dio entrada a Alexis (por Pedro) y Neymar se fue el centro, lo que resultó clave.
La gran ocasión del partido, sin embargo, llegó para el Celtic. Forrest agarró un zurdazo y Valdés salvó a su equipo. En el saque de esquina siguiente, Mulgrew la tuvo de cabeza. Faltaba un cuarto de hora y el Barça sufrió un doble susto. El Celtic se abrió y casi a la jugada siguiente, Neymar jugó de boya, abrió a Alexis sobre la carrera, quien asistió a la cabeza de Cesc. 0-1. El partido se había vuelto un poco loco y Neymar se encontraba en su salsa, haciendo daño y muy desequilibrante. El gol hacía justicia y tumbó definitivamente a los escoceses. El Barça, con seis puntos, se mantiene al frente del grupo.
7 DE 7 EN LIGA, 2 DE 2 EN CHAMPIONS, 9 DE 9 EN TOTAL.
El ATLETI ESTÁ IMPARABLE.
A este paso cae la liga y La Champions, la decima y la primera, la decima liga y la primera Champions, Ya lo dije yo: ´´Ojo mucho ojo con el Atleti.´´