El presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, ha pedido disculpas por el “error” cometido por un periodista del TD1 que se refirió a Francisco Franco como “el caudillo” en un noticia sobre la central nuclear de Garoña emitida el pasado 6 de julio en el Telediario de La 1, en la que se veía al exjefe del Estado inaugurando la central. Echenique señaló que “todo error debe dar lugar a una disculpa y a la adopción de las medidas oportunas para evitar que se vuelva a cometer en el futuro”.

En una respuesta escrita a una pregunta parlamentaria formulada por la diputada de Izquierda Plural Laia Ortiz, Echenique señala que no comparte la denominación de Franco como “el caudillo” y ha pedido “a todos los responsables de informativos que extremen la supervisión de los textos para evitar situaciones como esta”.

Respecto a la información en sí, desde la dirección de Informativos se pidió una explicación al redactor que elaboró la información. El periodista, que es “un profesional de amplia y reconocida trayectoria”, según señala Echenique, respondió asegurando que “trató de ser lo más aséptico posible y en ningún caso ‘tendencioso'” y que utilizó el término “con la única intención de explicar qué posición tenía Franco en aquel momento (26 de septiembre de 1971)”.

“Creo que cometió un error con el enfoque de la noticia y así se le ha hecho ver. También se ha pedido a los responsables encargados de revisar los textos que presten más atención a la hora de revisar los textos para evitar este tipo de errores”, apunta en su respuesta el presidente de la corporación.

Además, señala que no tiene intención de cesar al director de informativos de TVE, Julio Somoano, por este motivo, como tampoco tiene intención “de cesar a otros intervinientes en la edición de la noticia”. Igualmente, a preguntas de la diputada de Izquierda Plural, asegura que no le parecería correcto referirse también a Hitler como Führer y a Mussolini como Duce.

La diputada de Izquierda Plural considera “inaceptable desde un punto de vista democrático” llamar a Franco “caudillo”, ya que se trata de aquella denominación “que el mismo dictador se adjudicó a sí mismo con el objetivo de legitimar y dar prestigio a un poder conseguido y mantenido por la vía del golpe de Estado, la violencia y la represión durante la guerra civil y toda la dictadura”.

“Dicha terminología infame es incomprensible que se pueda mantener hoy para referirse al dictador fascista, pues ofende el sentido democrático y a todas las personas que combatieron por la recuperación de las libertades fundamentales de España”, apunta Ortiz.