El alcalde de Baralla, Manuel González Capón, saluda a sus vecinos

Los votos del PPdeG en el Parlamento han bastado este martes para impedir que el Parlamento repruebe al alcalde de Baralla (Lugo), el popular Manuel Díaz Capón, quien el pasado mes de julio sostuvo que los condenados a muerte durante el franquismo “será porque se lo merecían”.

Si bien esta iniciativa -impulsada por el BNG- contó con el respaldo de PSdeG y AGE, el PPdeG se ha manifestado en contra a través de su portavoz, Paula Prado, quien ha rechazado que “partidos que respaldan a condenados por terrorismo” den “lecciones de democracia”.

“Yo el único fascismo que conozco en España, en los últimos 40 años, es el de Batasuna, el de ETA, y me gustaría que ustedes lo condenaran”, ha remachado Prado, y ha defendido sustituir esta propuesta por la reprobación de “cualquier manifestación realizada por cargos públicos en la que se justifiquen los crímenes y asesinatos producidos durante el franquismo”.

En este punto, la diputada del Bloque Ana Pontón se mostró favorable a añadir este extremo a su iniciativa, a fin de sacar a votación tanto la reprobación concreta del primer edil de Baralla como la condena de estas manifestaciones de una forma más amplia.

No obstante, Paula Prado se ha opuesto, alegando que su compañero de partido ya protagonizó “una rectificación pública” y que el Ayuntamiento de Baralla, donde el PP tiene ocho de los 11 asientos de la corporación, ya celebró un pleno extraordinario en el que se acordó la continuidad de González Capón.

“Losa de silencio”

“Usted exigió una dimisión por unas declaraciones que para nosotros también eran muy graves, pero en este caso son conniventes: callan y otorgan”, le ha replicado Ana Pontón, aludiendo al caso del ya exedil del BNG que llamó “chochito de oro” a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

Y, tras advertir de que “amparar” la represión franquista es como “volver a asesinar”, ha lamentado que todavía hay “muchos intereses por mantener una losa de silencio” sobre lo que pasó en España a partir del 36. En concreto, ha censurado la “connivencia del PP con el régimen y con que se mantenga esa losa de silencio”, así como con “las personas que cometieron esos crímenes”.

El PP, “con la Constitución”

Ante ello, Paula Prado ha asegurado que su formación está “con los valores y principios de la Constitución” y también “con las víctimas”, al tiempo que ha instado al resto de fuerzas del arco parlamentario a que “hagan lo propio y abandonen los símbolos totalitarios” de regímenes que “se han cobrado muchas vidas”, y ha citado el comunismo.

“Vienen a dar lecciones de democracia vestidos con camisetas con símbolos propios de regímenes comunistas totalitarios”, ha abundado, sin dejar pasar que la censura en China alcanza las redes sociales y, por tanto, impediría ‘tweets’ como los de miembros de AGE tildando de “neofranquista” a la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, o considerando al PP un partido “ultrareaccionario”.

“El PP seguirá trabajando para que ustedes puedan seguir poniendo esos comentarios y que no sean censurados, porque queremos un Estado libre y democrático”, ha proclamado, antes de pedir a la oposición que “censure todos los discursos totalitarios que tienen víctimas a sus espaldas”.

En la misma línea, ha pedido a todas las fuerzas que “se adhieran” a la sentencia de la Audiencia Nacional que condena por terrorismo a cuatro integrantes de Resistencia Galega, en lugar de actuar como el histórico Xosé Manuel Beiras, quien consideró “un derecho cívico tener explosivos en casa”. Así, ha pedido al líder del BNG, Xavier Vence, que sostenga que “en Galicia no hay terrorismo mirando a los ojos” a quienes padecieron sus artefactos.
“En las filas del franquismo”

“Se acaba de situar usted en las filas del franquismo”, le ha espetado Yolanda Díaz, coportavoz de AGE, a Paula Prado, tras escuchar su “equiparación” de “una sentencia” con la represión fascista. “Yo fui a la cárcel a visitar a mi padre, así que bromas, ninguna”, ha advertido, sin dejar de cargar contra su “frivolidad”.

Dicho esto, le ha aconsejado aprovechar que tiene puesta “la camiseta del constitucionalismo” para ponerse “en las filas de la rectificación y de la condena de la apología del franquismo”. De lo contrario será, como ha dicho, la demostración de que en filas populares “pervive el tardofranquismo”.

Estas acusaciones hicieron elevarse el tono del debate, por lo que el presidente de la comisión, Agustín Baamonde, pidió a Yolanda Díaz moderación en “las formas” para tratar “un tema complejo” como éste.

Tras amagar con abandonar el órgano parlamentario, la dirigente de IU en Galicia, visiblemente nerviosa, ha concluido que lo del alcalde de Baralla no fue “un hecho puntual”, sino que el propio fundador del PP, Manuel Fraga, ya fallecido, tiene “sus manos teñidas de sangre” por su participación en el régimen.

“Apología” del franquismo

A renglón seguido, la diputada socialista Beatriz Sestayo ha replicado a Baamonde que “el debate es muy sencillo” y ha defendido que cuando “una persona legitima y justifica una dictadura” debe recibir “una respuesta inmediata de todas las instituciones” por “hacer apología” del franquismo.

Sin embargo, como ha dicho, dado que el PP sigue “tan lastrado” en esa época, el asunto se ha convertido en “un rifirrafe sobre China o Resistencia Galega”. “Es un esperpento, un insulto a todos los represaliados”, ha censurado, ironizando con que “un señor del PP justifica la dictadura y el PP habla de la autonomía local”. “Que no se respeta en la reforma local”, ha apostillado.

“No sé qué les pasa a ustedes para no ser contundentes, no sé qué vínculos tienen con la extrema derecha para no poder separarse claramente de una dictadura causante de mucha sangre”, ha lamentado, en dirección al Grupo Popular, afirmando no entender “por qué el PP no pude condenar claramente el sufrimiento, la dictadura” en sede parlamentaria.

Finalmente, Sestayo ha recriminado a los populares sus risas ante estas acusaciones, toda vez que, desde su punto de vista, “dice muy poco” de los parlamentarios presentes en un debate sobre “miles de asesinatos” cometidos “por pura ideología”.

“Manos teñidas de sangre”

Para cerrar el debate, Ana Pontón rechazó “seguir el guión que marca el PP” para “convertir el Parlamento en un circo” desviando “la atención”, de modo que ha resaltado la “trayectoria” de su formación “en defensa de la democracia”.

“Estoy orgullosa de compartir militancia con quienes sufrieron la represión por defender derechos y libertades democráticas”, ha reivindicado, y ha soltado, al igual que Yolanda Díaz, que “otros tenían en sus filas a personas que tuvieron las manos teñidas de sangre”.

Finalmente, ha recomendado a Paula Prado que traslade sus impresiones sobre la censura al presidente de la Xunta, toda vez que es la práctica que ha “impuesto” en los medios públicos de Galicia.

“Extrema derecha” en el PP

Con posterioridad, en sendas ruedas de prensa, los representantes del PSdeG y del BNG, Abel Losada y Francisco Jorquera, han coincidido en que la “extrema derecha está subsumida” en el Partido Popular y han criticado que “no se haga nada para extirparla”.

Por su parte, desde AGE, Xosé Manuel Beiras, ha advertido de que los populares “tienen interiorizada la ideología” franquista y son “herederos” de ella, por lo que “no son ni siquiera capaces de unirse a las acusaciones contra los que hacen apología de un régimen terrorista de 40 años”.

Pedro Puy, portavoz de los populares, remarcó que su formación “condena todos los crímenes de la dictadura” y defendió que el PP “nació con la democracia y no se considera heredero” de crímenes o circunstancias políticas anteriores. Preguntado si transformará en una propuesta su enmienda, ha manifestado que se hablará en el seno del grupo, como se hizo con la presentación de este texto alternativo al del BNG.