La descomposición moral de España
Urge unas reflexiones acerca del proceso de descomposición en el que está inmersa la sociedad española (y la occidental en su conjunto). El desorden moral que impera en España coincide con un nuevo embate mahometano. Sin proponer una identificación necesaria e inevitable entre ambos fenómenos, nos limitamos a constatar su simultaneidad en el marco de nuestra decadencia actual, su aparición conjunta en la marcha descendente de nuestra trayectoria nacional. Si no son hechos inseparables el uno al otro, cuanto menos son complementarios, y lo cierto es que llegan de la mano, al calor de un decaimiento general que deja a la intemperie un país a la deriva, sin defensas ni vigor.
No nos interesan los vicios privados de las personas. Por el contrario, deberíamos siempre mantener una prudente desconfianza ante las virtudes públicamente exhibidas. Pero en la chillona apología de la homosexualidad, en el tratamiento reverencial que recibe, en el impúdico exhibicionismo con que se manifiesta y en la grosera desvergüenza con que se reivindica, encontramos el mismo hilo conductor que conecta todas las voluntades negativas, por fin liberadas, cuya única meta es la destrucción de toda creencia, de todo valor, de todo ideal, de todo orden, la misma enfermiza vocación sediciosa que busca trastocar las reglas antiguas y desterrar los principios establecidos, y desandar el camino recorrido por el hombre desde su lejana infancia, de vuelta a un estado de semibestialidad que cada día que pasa parece ser el único destino posible.
Uno de los sintomas más llamativos de ese estado de corrosiva rebelión y esa pérdida de hombría, es el escaso sentimiento patriótico que se aprecia en España. (Patriotismo es lo que algunos confunden con esas masivas borracheras en la vía pública con ocasión de algún triunfo futbolístico nacional). ¿Pero qué patriotismo cabe imaginarse en aquellos que ya no saben quienes son ni a dónde pertenecen, y cuya indefinición alcanza incluso su naturaleza sexual en no pocos casos? ¿Sería explicable el desapego de un pueblo a su historia, a su identidad, a su trayectoria nacional, si este todavía mantuviera intactas las virtudes viriles que hacen grandes y fuertes a las naciones? ¿El desequilibrio moral que lastra como una pesada losa toda posibilidad de recuperación auténtica de una nación postrada en el desorden y la intrascendencia sería siquiera imaginable en una sociedad regida por principios sanos y respetuosa del verdadero sentido de las cosas? ¿Qué patriotismo, qué sentido de lo verdadero y perenne se puede esperar en quienes han perdido toda noción de lo sagrado y lo trascendente, autorrebajados a un estado de animalidad muy por debajo de la natural dignidad de cualquier mamifero de cuatro patas?
En contra del tópico comúnmente aceptado de que los acontecimientos vuelven una y otra vez a producirse de idéntica manera, o siguiendo un mismo patrón, un historiador muy poco al gusto actual, Houston S. Chamberlain, declaraba convencido que “la Historia nunca se repite”. Y si bien ciertos episodios parecen reproducirse de forma extrañamente similar a diferentes épocas de la vida de los pueblos, invitándonos a tomar por aventurada la aseveración del autor de “Los fundamentos del siglo XIX”, una mirada más atenta sobre el objeto de nuestro interés nos predispone a admitir como bien fundada su contundente afirmación tendente a negar la manida afirmación.
Urgidos por encontrar una clave, una pista, un precedente que nos ayude a comprender lo que está sucediendo ante nuestros ojos, pensamos primero que la historia no puede por menos que repetirse cuando se dan las circunstancias que hacen la repetición propicia, sino inevitable: mismos actores en escena, similar degradación de los invadidos, idéntico fanatismo de los invasores, una subversión galopante del orden natural de las cosas, una sociedad que se tambalea, consumida en discordias internas, desnortada y ayuna de todo ideal… Pero nuestro análisis se nos aparece inmediatamente como incompleto y superficial. El escenario actual ofrece semejanzas evidentes con acontecimientos pretéritos, pero el parecido no va más allá de la reproducción de un problema que se presenta en esencia idéntico a un capítulo antiguo de nuestro pasado, faltando en cambio la contrapartida de la solución aportada entonces. No creo incurrir en exageración alguna al afirmar que lo que tenemos encima de los brazos (o mejor dicho, sobre las espaldas) es algo que en otros tiempos ya tuvo lugar: una conquista musulmana. Y si Chamberlain dice justo al establecer que la Historia no se repite, no podemos dejar de constatar sin embargo que cuanto menos tartamudea.
Realmente, España se enfrenta a una invasión islámica de tal naturaleza y envergadura que palidece ante ella la de Tarik y Musa del año 711. Pues aquella encontró, después de la derrota inicial y la subsiguiente desbandada, una resistencia tenaz desde el primer día y fue finalmente derrotada tras siglos de esfuerzos, y la actual está ocurriendo sin oposición digna de ese nombre y va camino de llegar a ser irreversible en esta ocasión, vista la marcha que lleva y la escasa oposición que se manifiesta en su contra.
La diferencia capital entre ambos momentos estriba, pues, en la naturaleza de las distintas respuestas a una agresión de un mismo género protagonizada por un idéntico elemento. Nuestra actitud ante la dramática expansión demográfica y cultural islámica en suelo español no guarda parentesco alguno con el antecedente heroíco de una oposición sin desmayo al usurpador, llevada a cabo a lo largo de 30 generaciones, y que culminó en la victoria de 1492. Por encima de la corrupción de aquellos tiempos, de la degradación que los historiadores atribuyen a los godos españoles en el siglo VIII, de las luchas intestinas de las diferentes facciones, de la traición de los elementos más flojos de aquella sociedad en crisis, nuestros antepasados supieron sobreponerse a la adversidad y a sus defectos y pudieron resistir con éxito a la dominación extranjera, llevando a cabo una de las más sorprendentes epopeyas nacionales que registran los anales de la Historia. Ante ese ejemplo que brilla desde el fondo de los siglos, se vuelve un ejercicio superior a nuestra imaginación el representarse a los españoles de hoy, cargados de vicios y necesitados de las virtudes de sus ancestros, luchando contra el moro, no ya durante 8 siglos, sino durante 8 semanas.
Llegados a este punto, queda desmentida la vaga creencia infundada de que todo se repite de igual manera a determinados intervalos de tiempo. Francamente, no vemos a los españoles de este tercer milenio recién estrenado tomando resueltamente el control de sus asuntos y decidiéndose por fin a combatir como el pueblo viril que una vez fue. Nos inclinamos más bien a pensar que recorrerán la pendiente en la que se encuentran hasta el final de la cuesta, y se abismarán en el discrédito y la postración final, resignados a ser antes yunques que martillos. Una sociedad enferma está irremediablemente expuesta a las contingencias de cualquier ataque. Y todo asalto en esas circunstancias resulta fatal. Un pueblo que ha visto cegadas sus fuentes de energía creativas y ha perdido el instinto de conservación, está destinado a sucumbir a la primera crisis de importancia. Sus dolencias no generan la invasión, pero le facilitan el paso, le aseguran el éxito.
La debilidad de un cuerpo enfermo es la condición propicia para que cualquier agresión externa lo aniquile. Podríamos invocar el descalabro universal de la vida romana en el final del Imperio y las Grandes Invasiones del siglo V para ayudar a la comprensión del estado de un país que ha perdido el control sobre su destino y es ya incapaz de poner orden en sus cosas y freno a sus enemigos. En el apogeo del poder imperial, los mismos bárbaros que terminaron arrasando Roma se estrellaron una y otra vez al pie de sus murallas inexpugnables. Estos asaltantes no eran más fuertes en el siglo V que en épocas anteriores, eran los romanos los que no tenían ya el vigor suficiente para frenarlos.
Uno duda, frenado por ciertos escrúpulos, en expresar descarnadamente y sin más rodeos el fondo de su pensamiento, que quizá no diga más que la frustración de ver el estado penoso de nuestra inferioridad e intrascendencia actuales. Pero lo cierto es que asombra el entendimiento y mortifica el espíritu asistir al deprimente espectáculo de este rebaño apocado y pusilánime, esta masa amorfa sin personalidad ni carácter en que se ha convertido una raza otrora orgullosa y dominadora, imposibilitada ya para reaccionar ante el peligro mortal que le amenaza desde su propia casa, inerme y cabizbaja ante el desafío que le lanza su enemigo más pertinaz y brutal desde el umbral mismo de su puerta abierta de par en par al vendaval que se avecina cargado de negros presagios.
En España, la triste y desangelada España del “patriotismo constitucional y del puralismo étnico-cultural” (!!), empiezan a hacerse patentes los signos inequívocos de un gran fracaso anunciado. Caminamos a pasos firmes y acelerados, cantando himnos de alegría y emitiendo partes de victoria, hacia el abismo definitivo. Si no nos paramos en la mala senda que llevamos, si no reaccionamos a tiempo de conjurar la catástrofe que se cierna sobre nuestras cabezas, habrá que resignarse a lo peor. Nos queda una década o tal vez dos, pero no mucho más. Y España será historia. Una historia que no se repitirá. Ni tartamudeando.
*Presidente del Partit Espanyol de Catalunya (PEC) y candidato a la Alcaldía de Barcelona
Un pueblo que no es capaz de defenderse a sí mismo, de pelear por su patrimonio y rugir a quien le araña, está condenando a desaparecer. Un artículo excelente y, por desgracia, equilibrado con la realidad. Quien quiera en su seno personal desaparecer físicamente del mundo y de la Historia, que lo haga, pero que no involucre en sus instintos suicidas a toda una Nación.
Este individuo empezó hablando de androgenados y ahora derrapo completamente que tenemos que ver los gays con los musulmanes , señor bellalta ? Que hay una invasión musulmana , vaya , como si no estuvieramos prevenidos , muchos gays advertimos lo que sucede en rotterdam , en bruselas. Lo del patriotismo y hombria ya es de locos , por supuesto que somos patriotas con virtudes viriles , sabe cuantos gays han combatido por su patria ?, walt whitman, sigfried sassoon , wilfred owen ? Pero si grandes guerreros poetas han sido homosexuales , por no nombrar a los hispanicos elio… Leer más »
Voy a demostrar ahora mismo que epamilongas es un ser despreciable. El metodo que voy a emplear es sencillo: voy a hacerle una pregunta que el no va a contestar, porque no le interesa, a pesar de que esta muy pendiente de las respuestas que reciben sus comentarios. Ahi va la pregunta: epamilongas, que opinion te merece que la gente de tu secta ande presentando “proyectos de ley” en nuestro pais tendentes a la sexualizacion de los menores, incluyendo legalizar los tratamientos hormonales a los nenes para “transexualizarlos”, y que tu secta ande tambien pidiendo que se legalice la pederastia… Leer más »
Esto no lo contestara, pero hay que tener en cuenta su pensamiento muy
inteligente pero equivocado,desde el principio de los tiempos este problema
esta en las diferentes civilizaciones, y cada día es mas normal ver dos
tíos con mostacho Besándose en publico, y se critica este articulo de
Bellalta,el mundo esta Loco
tu te volviste completamente loco ?, yo no soy de ninguna secta , los gays hace como veinte años que se han desmarcado de esa asociación nambla que quería bajar la edad de consentimiento , y esa edad a subido, lo cual me parece perfecto. Ademas te recuerdo que son los heterosexuales quienes tradicionalmente casan a sus hijos e hijas de 13 con adultos mayores hasta el siglo XX siempre lo hicieron y en el resto del mundo todavía se hace , y la mayoría de abusos suceden en hogares heterosexuales. Lo de la transexualidad , hay padres que tienen… Leer más »
epamilongas, el esbirro del NOM que se las da de intelectual cultivado, responde a mi pregunta con UNA FALACIA “AD HOMINEM”, en este caso cuestionando mi salud mental.
Un tipo que llama “hacer el amor” a embadurnarse el pene con las heces fecales de otro tio cuestiona mi salud mental, es el mundo al reves!
No has respondido a nada de lo que dije .
Tampoco hiciste ningún comentario sobre le que le dije a bellalta , porque hacen tan exclusivo el patriotismo ? o te has creído que solo los que tienen sexo de determinada manera aman a su civilización?
no tienes argumento alguno ?
¡¡¡ Un placer leer este articulo!!!
Mi ultimo comentario en Alerta digital: Hace pocos días envié un escrito a alerta digital, con respeto a la independencia de Cataluña. Creo que es de suma importancia para los lectores. En cuentas de publicarlo, este diario me ha borrado cómo comentarista. Continuaré leyendo Alerta digital, faltaría más, pero jamás emitiré comentario alguno. “El minero”. Nota del moderador: No sé de qué habla. Usted es un viejo conocido de esta casa y creo incluso que mantiene usted una buena relación con Armando. No tiene sentido que le censuremos nada, pero tampoco pongo en duda lo que dice. Prefiero pensar que… Leer más »
Quiero comentar que este señor escribe maravillosamente. No es coña y lo voy a demostrar con hechos. Esta mañana me encontré a uno de mis hermanos. Me pregunta desdepues de semanas sin verle que yo ¿que tal?. Le respondo que con las cosas que estan pasando se me han ido todas ganas de vacaciones porque las de fiesta las perdí hace mucho. Le comento asi mismo por encima la que se nos viene encima a los españoles. ¿que creen vds, que ha pasado?. Discusión. El aborto se la suda. ESpaña se la pela. Si vienen los moros al día siguiente… Leer más »
Y en la mía. Y si buscamos, en las de todos nosotros.
A mí lo que me importa son los españoles como tú. El buen nombre de tu familia lo pones tú, con tus principios, con tus valores, con tus actos.
Defendiendo España, el español que merece ser llamado así, eres tú. ¡Nunca olvides eso!.
A ver si sale ya el canal de TDT y empezamos a ver a todos estos señores que falta hace de hace tiempo.
Vale, genial el artículo, cono todos los del señor Bellalta. Pero ¿y ahora qué? ¿Cómo se puede producir esa tan esperada reacción del pueblo español? Cómo bien se deduce de este artículo, la gente esta dormida y apática, acostumbrada a que la lleven de la mano y a no preocuparse de tomar riendas en el asunto porque, como drogada de modo permanente, sigue la máxima imperante de “no te preocupes que ya se encargaran los políticos de ello”. Pero lo que pasa es que los políticos son el problema. Si no acabamos con este modo de gobierno e imponemos algo… Leer más »
No es cierto lo que afirmas… ¿Que puedes hacer tú o yo si salimos a la calle con un megáfono a denunciar las tropelías de este gobierno de INÚTILES y los lacayos que comen de la misma escudilla? Pues en 10 minutos los perros del sistema enviados por los “condecorados” jefes de la manada,al servicio de sus amos los “condecoradores”,o sea,sionistas,masones y demás criminales de la ralea,te aparecen ahi con un par de lecheras y te hacen desaparecer. Esto tiene que ser una organización,primero legal para echarlos a través de las urnas. Si ello no es posible gracias a los… Leer más »
Habría que crear una nueva Fuerza Nueva o similar que aglutinara en una sola siglas los distintos grupos que hay ahora separados, véase Democracia Nacional, Alianza Nacional, Falange y Nueva falange, etc. Una vez conseguido eso, cosa harto difícil habría que ver quién es elegido líder, cosa que me temo que tampoco sería fácil pues en general no hay nadie que destaque. Convendría además conseguir que ese nuevo partido mire al futuro y no sea confundido con un grupo de nostálgicos del franquismo sino como un partido patriota que vela por lo español, que velaría por la seguridad ciudadana, creación… Leer más »
Eso es lo que debería ser. Me gustaría que lo intentaran, básicamente porque mi iba a reír bastante cuando quedasen los jefecillos, con sus respectivas planas mayores, para consensuar algo y al final los vecinos tuviesen que llamar a la guardia civil para que pusiera paz entre ellos.
Así es como debería ser. Un saludo
Primero hay que hacer la “limpieza politica”. Posteriormente limpiar España de arriba abajo!
Vaya otra vez el Bellalta con sus alucinaciones, que habrá tomado esta vez?
Otro genial artículo de Gerard Bellalta. La historia no se repite decía Chamberlain, lo que por lo que se ve no le dio tiempo a apreciar es que no se repite de forma exacta, pero si muy similar. Lo que está pasando en Oriente Medio es un buen ejemplo actual, o la descomposición nacional española similar a los tiempos de esos reinos visigodos fragmentados que fueron incapaces de contener la invasión musulmana en 711. La historia, como la moda, es cíclica y sobre esto hay muchas teorías como las de Toynbee y la”némesis de la civilización” o su”Teoría de la… Leer más »