Un empresario cuenta cómo UGT le obligó a manipular una factura
No era un acto cualquiera. Acudían los líderes nacionales de UGT y CC OO al primer mitin conjunto tras la huelga general contra la reforma laboral de Zapatero. Pero dos años y medio después sale a la luz un email que desluce la gala. El que recibe el empresario Roberto Escamilla, propietario de la empresa Bobby Events que organizó el acto. UGT Andalucía le pide: “Necesito que me modifiques el concepto de una factura (no puede aparecer nada de lo que hay ahora) y que me pongas lo que te detallo más abajo”.
Lo que presuntamente le exige el sindicato para poder cobrar la factura es que atribuya los 12.000 de gastos de micrófonos, moquetas y demás material, al asesoramiento jurídico y la defensa procesal de mujeres discriminadas laboralmente. El empresario ha confirmado esta información que según UGT no es más que una campaña de descrédito de un medio de comunicación.
Versos de Fray Josepho que he encontrado navegando: por la red.
Ultimátum a Gambas y Terneras,
Unánimes Glotones Trincadores,
Usualmente de Gin Trasegadores,
Untados por Ganancias Torticeras.
Usuarios de la Guita que Tuvieras,
Ubicuos y Groseros Timadores,
Usureros Gandules y Traidores,
Ufanos de sus Gestas Trapaceras.
Ultrajantes Gorrones Tragaldabas,
Únicamente Golfos, sin más Trabas,
Urdidores de Gangas y de Tretas.
Untuosos Gourmets por la Tangente
y Utópicos Gañanes, cual Torrente,
que Usan en sus Gastos las Tarjetas.
Lo dicho estamos en la era de la mafia.