Lo inverosímil se hace evidente
Al engañado y ultrajado Antonio Tejero Molina, teniente coronel de la Guardia Civil del 23 de febrero de 1981.- De aquella mal llamada “Dictadura” nada nos queda que su recuerdo y su “vieja escuela de viejos alumnos”. El tiempo todo lo crea, todo lo derrumba, todo lo destruye hasta que germinan nuevas raíces, nuevas especies humanas, nuevas aves de rapiña, nuevos lobos, nuevos corderos. Pero, por lo menos, el planeta Tierra nada ha cambiado desde sus primeros orígenes. Los Pueblos, sometidos a la desidia, tiranía y hostigamiento del hombre, que nos conduce al levantamiento y la insurrección de las clases que ignorantes unos, confundidos otros, nos premian como galardón máximo una cruz para llevar sobre nuestros hombros décadas de heridas y sufrimientos.
Cuando se habla y se especula sobre el signo político que nos ha de gobernar, si es de derechas, que si lo es de izquierdas, si democrático o fascista, nada es digno de valorar gane quién gane si la mano ejecutora no es capaz ni sabe imponer el rigor y el orden de las conductas a seguir de un Pueblo máxime si éste confunde esa ansia de libertad con el libertinaje o anarquismo en una sociedad insaciable de venganza de una parte sobre la otra. Si un gobernante impone la Ley y el orden, pronto será tachado de fascista como ya pasó una vez. Pero nadie puede definir lo que és el fascismo, incluso literatos, sabios y Rectores no han llegado al final de su estudio cuando la realidad de un Pueblo se impone a las necesidades del momento. Pienso entonces que todos somos un poco fascistas. Y, que nadie se esconda tras el color de una pancarta porque al final y por sus actos, será reconocido. No echemos toda la culpa a los muertos que ya no pueden justificarse ni defenderse. Dejémosles en paz y aprendamos de alguno de ellos en estos momentos. Los vivos somos los peores en estos “jardines” de fiestas de fuegos artificiales, donde los débiles son sometidos al miedo que nos impone la mala gestión de algunos dirigentes político-administrativo tramposos, mentirosos, oportunistas y ladrones que nos empobrecen y difaman el legendario y glorioso nombre de España.
La Ley de Transparencia es más mentira que un día de felicidad plena. En la actualidad, nadie puede tirar la primera piedra al tejado de nadie políticamente hablando. En esta odisea… “¿QUIÉN ES QUIÉN?”. Porque aquí, hoy y ahora hay más que bien merece una respuesta salvo error u omisión, cómo Don Juan Carlos de Borbón amasa una fortuna de 1.790 millones de euros contando con que creció bajo la sombra de Francisco Franco Bahamonde y, que cuando subió al Trono tenía una mano atrás y otra delante, Y, que cuando heredó de su augusto padre D. Juan fué destinado a deudas pendientes del mismo. Y, que contando también que hoy solo cobra de los Presupuestos Generales del Estado 292.000 euros anuales como asignación para mantenimiento de la Casa Real y, otras cantidades del Patrimonio, todo ello insuficientes para justificar un multimillonario patrimonio económico. ya en 2011 las Revistas internacionales “Eurobusiness”, “Forbes” y, el Diario The New York Times lanzaron a los cuatro vientos las dudas que tenían sobre las posibles finanzas de Don Juan Carlos.
Al mismo tiempo el prestigioso profesor de Finanzas de las Casas Reales de Europa Herman Matthijs, tuvo que abandonar su investigación sobre la gran fortuna del rey de España sin éxito, publicando el Diario estadounidense las palabras encomilladas del famoso profesor: “Supongo que al menos es millonario. Pero la pregunta sería: ¿Es billonario? ¿Cual és su verdadera riqueza? Diversas fuentes consultadas dicen que el rey aparte de su patrimonio inmobiliario aseguran que ha comprado en los últimos años varios inmuebles en España y fuera de nuestro país, así como valiosas obras de arte además de haber invertido fuertes sumas en Bolsa y, que todo ello no figura a su nombre.
Alguna vez hemos visto películas donde los Príncipes o Reyes salían de la Corte y repartían entre la muchedumbre monedas al aire que los humildes recogían del suelo. Claro que eso solo sucede en las películas. Si esta página se aproxima a la verdad, solo nos queda por preguntar qué es la igualdad, qué la transparencia, qué la dignidad y qué la justicia del hombre.