Cándido Méndez junto a un grupo de inmigrantes

LR.- UGT ya no sabe qué más hacer para captar «fieles» que financien la sobredimensionada estructura de la organización. En plena sangría de afiliados y con la previsión de nuevos recortes en las subvenciones estatales de las centrales –este año ya han perdido un 20% del capital–, el sindicato celebra desde el próximo miércoles hasta el sábado su 41º congreso confederal, y en el Programa de Acción del mismo pide a sus dirigentes que pongan una cara «amable» a los trabajadores para enrolarles en el Titanic sindical y reducir la fuga de adeptos registrada en los últimos años. A cualquier precio y rápido, que la crisis aprieta.

Al contrario que CC OO, que el pasado mes de febrero anunció que desde 2009 se habían marchado unos 60.309 afiliados, un 5% menos que hace cuatro años, UGT de momento no ha anunciado datos oficiales, ni ha avisado de que lo vaya a hacer.

Aun así, el documento de trabajo del congreso confederal del sindicato sí reconoce que «la afiliación sindical en España es relativamente baja», por lo que insta a conseguir una correcta primera toma de contacto con los solicitantes de afiliación, ya que «la relación entre el sindicato y los trabajadores debe ser profesional y humana».

Además, UGT considera que la «primera impresión que den es muy importante, y a veces definitiva», y por ello demanda el mejor trato posible de los dirigentes sectoriales de cara a la galería. En un atisbo de autocrítica, el sindicato reconoce que, para conseguir una mayor afiliación, deben tener presente la necesidad de modernizar y actualizar los formatos de difusión de sus mensajes para hacerlos más atractivos. El viejo «puño en alto», por sí solo, ya no es suficiente.

UGT también quiere eliminar obstáculos para la afiliación de los sindicatos y en su filosofía de mantener una política de «puertas abiertas», con horarios adaptados a las necesidades de cada ámbito y asesoramiento, tanto vía telefónica como on-line, reconocerán el derecho a la sindicación a todas las personas extranjeras con independencia de su situación administrativa. Es decir, que la organización insta a afiliar también a inmigrantes en situación ilegal.

Asimismo, en el documento de trabajo emitido por el sindicato se induce a los dirigentes a hacer proselitismo para transmitir sus ideas utilizando tanto la actividad del sindicato como las herramientas y servicios de los que dispone la organización. Según el programa, también deben establecer «planes de afiliación» y métodos de control y revisión de los mismos, que analizarán las altas, bajas, impagos y los motivos de todos los movimientos.

Objetivos por CC AA

Por otra parte, «cada federación estatal y unión de comunidad autónoma tendrá que establecer un mínimo de tasa de afiliación en relación a la población asalariada correspondiente, que sirva de referencia y estímulo para el crecimiento afiliativo».

El problema de la afiliación es tan grande que se quiere automatizar el protocolo de altas para incorporar rápido a los afiliados y poder cobrar «la primera cuota y la entrega del carné en el plazo de un mes».

Además de esto, el sindicato ambiciona conseguir un mayor número de representantes de UGT en el máximo posible de centros de trabajo nacionales, y para ello promoverán elecciones sindicales y aprovecharán su condición de sindicato más representativo.

En cuanto a las pautas que tienen que seguir para presentar su candidatura, está establecido que sólo se debe preavisar una elección sindical cuando tengan la candidatura cerrada y lo presentarán a las Oficinas Públicas de Registro (OPR) Estatal en el límite de plazo establecido, para evitar que otros se aprovechen de su trabajo.

También se establece un acceso preferente a sus delegados y representantes a los servicios de asesoría del sindicato, para que puedan llevar a cabo en mejores condiciones sus tareas de representación.

En un alarde de «austeridad», con el «escándalo de los ERE» como telón de fondo, UGT conmemorará el 41 Congreso Confederal y el 125 aniversario de la organización en su sede de Avenída de América en Madrid, en lugar de contratar los servicios de un local externo como habían hecho en los últimos años.

Esta decisión, según el secretario general de UGT, Cándido Méndez, supone un «esfuerzo económico y organizativo» en coherencia con la simplificación de las estructuras que se está planteando en el seno de la organización. Asimismo, el secretario de organización del sindicato, José Javier Cubillo, explicó que, para seguir con esta línea, este año se congregarán 600 delegados (el 34% serán mujeres), es decir, 200 menos que en otras ocasiones.

Más allá de las ganas de conseguir afiliación por parte del sindicato que dirige Cándido Méndez, el programa de acción también anuncia que continuarán con la ofensiva ante los poderes públicos a nivel nacional y europeo para construir una sociedad «más democrática, más igualitaria, más justa y más social».