El esposo de la alcaldesa de Elche, beneficiado por una polémica recalificación
Fernando Soler.- Los informes de la UDEF que sitúan a la alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, como una de las principales clientas en negro de la trama Gúrtel, de Orange Market, no ha movido al Partido Popular a otra medida que el respaldo y el ascenso de su esposo, José Antonio Peral como miembro de la Comisión de Derechos y Garantías del PP regional.
Peral, que aparece relacionado con el escándalo del alcalde de la localidad murciana de Fortuna, que ha terminado con su inhabilitación, es el beneficiario de una no menos escandalosa recalificación, perpetrada por la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo. Peral es propietario, junto con otro miembro del Partido Popular, Luis Miguel Hernández García, concejal de la localidad de Benferri, de una finca de ocho mil metros cuadrados en la zona de Rabassa, en las afueras de Alicante, colindante con el cuartel de Rabassa. Eran unos terrenos sin aparente valor, pero hete aquí que no sólo han sido recalificados sino que se encuentran colindantes en el lugar previsto por Ikea, y el Ayuntamiento, para construir su gran superficie. Es posible que alguien piense que es un golpe de la fortuna, sin que medie información privilegiada y tráfico de influencias, pero el tiempo de la inocencia ha pasado.
El Partido Popular ha superado todos los niveles de corrupción imaginables. Peral y su socio del PP han visto como de golpe su inversión se ha revalorizado 20 veces como mínimo, según fuentes profesionales de la tasación. Es lo que se conoce como un pelotazo en toda regla. Mercedes Alonso, alcaldesa de Elche, y Sonia Castedo, alcaldesa de Alicante, son amigas, pero más allá son miembros del mismo partido, como lo es José Antonio Peral, uno de los miembros de lo que sería una especie de comisión de ética del PP valenciano, pero la ética del PP valenciano es totalmente inexistente y tampoco hay ni estética.
Quienes se lucran sobre la miseria de la sociedad son no sólo protegidos sino ascendidos en el Partido Popular, donde la selección se establece, según todos los indicios, por niveles de corrupción. La paciencia de los españoles ha sido superada. El PP apesta como una cloaca. El PP de Valencia, cuya gestión es un absoluto desastre, hiede como un sepulcro blanqueado. El PP de Elche atufa como una letrina.
Peral, en cuernos, récord mundial.