Condenan al imán de Miami por apoyo material a terroristas islámicos
MH.- Hafiz Khan, el ex líder musulmán de la mezquita de Miami, no mostró ninguna emoción el lunes cuando 12 jurados federales entregaron sus veredictos de culpabilidad sobre cuatro cargos de terrorismo que podrían enviar al anciano imán a la cárcel por el resto de su vida.
Su comportamiento fue sumiso, al contrario de sus cuatro días de combativos testimonios durante su proceso de dos meses.
El jurado, que deliberó durante casi una semana, condenó al clérigo, de 77 años de edad, por cuatro delitos de conspiración y apoyo material, que incluyeron su ayuda financiera a los talibanes paquistaníes, enemigos de EEUU y del gobierno de Pakistán desde el 11-S.
Posteriormente, los miembros del jurado dijeron fuera de la corte que no querían hablar sobre el caso altamente delicado, que enfrentó a la procuraduría federal de EE.UU. y el FBI con el otrora imán de la Mezquita de Flagler y su equipo de defensa.
Khan, que encara hasta 15 años de prisión, fue declarado culpable de un complot para enviar alrededor de $50,000 a los talibanes paquistaníes para ayudarlos a armarse en su misión violenta contra los intereses estadounidenses en el extranjero, entre el 2008 y el 2010. La fiscalía no tenía necesidad de demostrar que los talibanes recibieron realmente algo de ese dinero para financiar sus actividades violentas: sólo que las conversaciones telefónicas de Khan grabadas por el FBI demostraban que él quería que parte de los fondos se destinara a la organización designada como terrorista por Estados Unidos.
El abogado defensor del imán expresó su decepción después del veredicto.
“Mis sentimientos están con mi cliente”, dijo Khurrum Wahid a The Miami Herald. “Él realmente cree que no hizo nada malo. Yo creo que no hizo nada malo”.
“Nunca se demostró que un solo dólar fuera a manos de los talibanes; dijeron que sus palabras apoyaban a los talibanes”, agregó Wahid, diciendo que el derecho de su cliente a la libertad de expresión bajo la Primera Enmienda, fue criminalizado por la fiscalía. “Tomaron sus declaraciones (grabadas) y le dijeron al jurado que podían suponer un delito” que fue cometido.
Hacia el final del juicio, el imán declaró que había enviado el dinero para apoyar su escuela religiosa, o madrasa, en la zona del Valle del Swat, en Pakistán, cerca de la frontera con Afganistán, y para ayudar a sus familiares y a personas pobres atrapadas en el fuego cruzado de la guerra entre el ejército paquistaní y los talibanes.
Pero también se le citó en conversaciones telefónicas alabando las acciones militantes de los talibanes contra los gobiernos de Pakistán y Estados Unidos. Además, dijo que deseaba que murieran estadounidenses en la búsqueda del líder de al-Qaida, Osama bin Laden, y que un plan terrorista relacionado con el Talibán en Times Square, de New York, hubiera tenido éxito.
No quedó claro si los miembros del jurado, que comenzaron sus deliberaciones el martes pasado, estuvieron divididos antes de llegar a su veredicto unánime. La evidencia en el caso incluyó las transacciones bancarias de la parte demandada, así como las voluminosas conversaciones telefónicas, grabadas por el FBI, que mantuvo con un informante del gobierno que se hizo pasar por un simpatizante de los talibanes.
El informante, conocido como Mahmood Siddiqui, que también llevaba un cable, comprometió a Khan, prometiéndole $1 millón para ayudar a las víctimas inocentes de la guerra en el valle de Swat. El imán testificó que él hizo comentarios antiestadounidenses y antipaquistaníes al informante sólo para congraciarse con él para obtener el dinero, no porque realmente creyera en lo que estaba diciendo.
Khan, que se encuentra detenido en el Centro de Detención Federal de Miami, fue hallado culpable de cuatro cargos de conspiración para proporcionar apoyo material a terroristas y a una organización terrorista extranjera, así como de la prestación de apoyo real en ambas conspiraciones. Su sentencia está programada para el 30 de mayo ante el juez federal de distrito Robert Scola, que dijo durante el juicio, sin la presencia de los miembros del jurado, que las pruebas de la acusación contra el imán eran “abrumadoras”.
“A pesar de ser un imán, o líder espiritual, Hafiz Khan no era en modo alguno un hombre de paz”, dijo el fiscal federal Wifredo Ferrer después del veredicto. “De no haber sido por la intervención de las autoridades, (Khan) habría seguido transfiriendo fondos a Pakistán para financiar a los talibanes paquistaníes”.
La defensa de Khan se vio parcialmente paralizada porque su abogado no pudo llamar a todo un conjunto de unos 10 testigos en Pakistán, que iban a declarar por videoconferencia en la sala del tribunal federal de Miami. La conexión de internet con un hotel de Islamabad se cortó misteriosamente mientras un presunto combatiente talibán estaba testificando a favor de Khan que el testigo no era miembro de los talibanes.
Esta probablemente será la base de la apelación de Khan, dijo Wahid, que fue asistido en el caso por su asociada, Carmen Vizcaíno.
Este factor, junto con el testimonio a menudo incoherente de Khan en idioma pashto, por medio de un intérprete, y con su incapacidad para comprender determinadas pruebas, dañó su defensa, de acuerdo con un familiar entrevistado fuera de la sala después del veredicto.
“Yo hubiera querido que él no padeciera de demencia, para que hubiera podido explicarse mejor”, dijo el hijo de Khan, Irfan Khan, que había sido acusado junto con su padre, pero cuyo caso fue desestimado por la fiscalía antes del juicio. “Yo querría que hubiera podido hablar mejor inglés, para que hubiera podido explicarse mejor”. Y agregó: “El era su única oportunidad (de defenderse a sí mismo), porque los testigos paquistaníes no pudieron declarar”.
En el juicio, y durante los argumentos finales, la fiscalía retrató a Khan de la peor manera posible: como simpatizante terrorista, partidario del Talibán y mentiroso patológico.
“Toda su defensa es una mentira”, dijo John Shipley, fiscal federal adjunto, que fue asistido pos sus colegas Pat Sullivan y Sivashree Sundaram.
Pero el abogado defensor de Khan argumentó que las intenciones de su cliente eran buenas. Wahid dijo que los fiscales seleccionaron un par de cientos de palabras de entre unas 35,000 grabadas en conversaciones telefónicas, para hacer aparecer a Khan como un simpatizante del terrorismo mediante la presentación de lo que dijo “fuera de contexto” al jurado.
Khan y otros dos miembros de su familia fueron detenidos en mayo del 2011 con gran publicidad. Sin embargo, el caso de la fiscalía sufrió reveses. Scola dictaminó a mitad de camino en el juicio que el caso del gobierno contra el hijo de Khan, Izhar Khan, un imán de Broward, carecía de pruebas, y lo desestimó. Y los fiscales retiraron los cargos contra Irfan Khan, un conductor de taxis de Miami, sin ninguna explicación.
Mátenlo a ese conchesumadre!
$ 50.000. unos ahorrillos, como no pagan , luz , estan exento de impuestos y algunos comen en caritas, les sobra el dinero para financiar el terrorismo.
CIA+MOSSAD+MI6=Terrorismo islamico
Y por que no lo llevan a Guantanamo o ahora los americanos se han vuelto tambien progres y multiculturales.