En un país que se encuentra en su sexto año de recesión, las farmacias griegas están siendo también víctimas de la crisis: el 95,6% de las 11.500 farmacias del país se están viendo afectadas según informa la Asociación de Farmacéuticos griegos. «El estrangulamiento económico de las farmacias no tiene fín», afirmó en diciembre pasado el presidente de esta asociación, Teódoro Abazóglu, presentando su informe.

Nueve de cada diez farmacias tienen serios problemas «porque les debe dinero el estado griego», venden menos y sobre todo, «tienen problemas de liquidez». El 81% destaca que sus clientes tienen problemas para pagarles y el 56% no pueden pagar a tiempo a las empresas farmacéuticas que les proporcionan sus productos. Y lo mas preocupante es que el 38% de las farmacias podrían cerrar este año, lo que representa aproximadamente 4.000 establecimientos.

Para conseguir una serie de medicamentos destinados a tratar la hepatitis C, la hipertensión, la depresión, el cáncer y algunas enfermedades mentales, los pacientes y sus familiares tienen que recorrerse muchas farmacias y frecuentemente acuden a los grandes hospitales en caso de carencia. Según los medios griegos, 200 medicinas y productos farmacéuticos son difíciles de encontrar y podrían dejar de importarse, ya que el gobierno ha compuesto una lista de 50 compañías farmacéuticas extranjeras que no importan ciertas medicinas al no estar de acuerdo con el precio que impone el estado griego. Según datos filtrados a los medios, compañías como GlaxoSmithKline, Astra Zeneca, Roche y Sanofi estarían incluidas en la lista.

El representante de la Asociación de Farmacéuticos Dimitris Karageorgíu confirma que «se han reducido los stocks hasta un 90%. Mis pacientes tienen miedo a quedarse sin medicinas. Hay ahora 300 medicamentos que se surten de forma muy lenta y que incluyen medicinas para pacientes con cáncer y con depresión clínica. Es una vergüenza». Lo confirma Vanguelis, dueño de una farmacia que espera jubilarse el año que viene: «Tengo una farmacia de barrio y hay cosas que hace meses que no repongo». Y explica: «El Estado ha impuesto el que se bajen los precios y se receten genéricos y además tarda cada vez mas meses en pagarnos. Yo me debo a mis pacientes, pero hay medicinas que ya no trabajo».

Vangelis forma parte del 67 por ciento de los farmacéuticos que considera que su mayor problema es el dinero que le adeuda el Estado, dejándolo sin liquidez y confiesa que en el 2012 su farmacia tuvo una reducción de mas del 30 por ciento de negocio.

Grecia ha tenido que reducir los gastos de su sanidad pública, que eran elevadísimos. El año pasado ya se han introducido los medicamentos genéricos y las recetas electrónicas, y también los precios de muchos medicamentos, algo que continuará este año.

En la práctica ha tenido una repercusión inesperada: el profesor Yánis Túndas, Presdiente del Organismo Griego de Medicinas, ha declarado que «muchas compañías (extranjeras) anulan sus pedidos, porque para ellos Grecia ya no representa ganancias y les preocupa que sus productos puedan exportarse a través de empresas comerciales a países mas ricos, a través del comercio paralelo, dado que los precios de las medicinas en Grecia son los mas bajos de Europa».