Hay parejas extrañas y después está la conformada por Víctor Cingolani y Edith Casas. Esta joven de 22 años ha contraído matrimonio hoy en Argentina con el asesino de su hermana gemela en la localidad argentina de Pico Truncado. “La ceremonia fue breve, duró entre 15 y 20 minutos”, aseguró una fuente del juzgado. Entre los invitados solo hubo familiares del novio, porque los de la novia -familia de la víctima mortal- brillaron por su ausencia.

Tampoco hubo arroz. Solo huevos y piedras. Según se puede ver en las imágenes ofrecidas por televisión cerca de una veintena de vecinos de esta localidad a 1.500 kilómetros de Buenos Aires recibieron con gritos y ataques a los recién casados que salieron de las dependencias estatales escoltados por un gran dispositivo de seguridad.

Víctor Cingolani purga con una pena de 13 años prisión el asesinato de Johana Casas en 2010, hermana de su nueva esposa. Tras dar el ‘si quiero’, Cingolani fue acompañado por una patrulla antidisturbios hasta la cárcel de ese pueblo que vive principalmente de la actividad petrolera. “Yo quiero formar una familia con Víctor porque lo amo. Él es inocente, que pague el verdadero culpable del asesinato de mi hermana”, dijo Edith Casas a la prensa poco antes de la ceremonia este jueves, Día de los Enamorados.

La jueza de Pico Truncado, Gabriela Zapata, autorizó la boda al señalar que a Edith no se le detectaron trastornos psicológicos en los estudios que se le practicaron a pedido de su madre, Marcelina Orellana, quien había logrado la suspensión de la boda que estaba prevista, en principio, para diciembre pasado. Los familiares de Cingolani fueron los únicos asistentes a la boda . “Para mí murieron las dos. Johana está con Dios y Edith, con el diablo”, dijo Valentín Casas, padre de las gemelas, quien aseguró que Cingolani “es el verdadero asesino de mi hija, un psicópata”.