Eugenia Martínez de Irujo podría haber presentado un documento ante el juez que dirime la custodia de su hija Cayetana para instar a su exmarido, Francisco Rivera, a poner más cuidado en sus salidas públicas junto a la pequeña y evitar que esta aparezca continuamente en los medios de comunicación. Sin embargo, Francisco Rivera no ha recibido aún ningún documento legal en el que Eugenia le inste a preservar la imagen de su hija, según ha confirmado a Vanitatis hace unas horas.

El detonante de esta decisión de Eugenia fue el reportaje en el que Francisco, su novia Lourdes Montes y la niña Tana aparecen paseando por Nueva York y donde podría pensarse que las fotos son consentidas, como sucedió este verano con las imágenes de Lourdes en el mega yate de un rico empresario colombiano. Francisco Rivera ha negado tajantemente a Vanitatis esa posibilidad y aduce que “es como si a ti te atropella un coche en la acera y te dicen que la culpa la tienes tú por no quitarte. Esas fotos se hicieron sin mi consentimiento y yo he sido el primero que me he sorprendido al verlas publicadas”.

Desde el entorno de la duquesa de Montoro el comentario que hacen es que cuando la hija esta con su madre no hay tanto material gráfico. Francisco se rebela ante esta acusación y explica que “bastante problema es para mí no tener intimidad como para que ahora se hagan determinados comentarios. Y a día de hoy confirmo que ni a mi ni a mi abogada le ha llegado ninguna reclamación”.

El próximo 14 de enero Eugenia y Francisco volverán a verse en el juzgado de Familia de Madrid donde se tramita la demanda de custodia de la hija de trece años. El padre explicó a Vanitatis cuando se hizo pública la noticia: “Creo que como padre tengo todo el derecho a que viva conmigo. Nada más, no hay que buscar motivos raros y menos hablar de los caprichos de una niña”.