El partido populista y euroescéptico Verdaderos Finlandeses duplicó su apoyo en las elecciones municipales celebradas ayer en Finlandia, aunque su avance fue menor de lo pronosticado y perdió el 45 % de los votos que obtuvo en los comicios generales de 2011.

La formación ultranacionalista liderada por el carismático Timo Soini (en la imagen) consiguió finalmente el 12,3 % de los votos, siete puntos más que en las municipales de 2008, y logró ser el único partido que aumentó su apoyo popular respecto a esos comicios.

Este resultado le permitió arrebatar votos al resto de fuerzas políticas finlandesas y multiplicar por 2,5 su número de concejales en los ayuntamientos del país.

Sin embargo, Soini no pudo disimular su decepción ante las cámaras, ya que se quedó muy lejos del 19 % logrado en las parlamentarias de 2011, cuando explotó el descontento de muchos finlandeses con los partidos tradicionales y los rescates europeos para convertirse en la tercera fuerzapolítica del país.

Soini, uno de los diez políticos más peligrosos de Europa según el semanario alemán Der Spiegel, intentó restar importancia a este retroceso y lo achacó a la baja participación de las municipales, que apenas alcanzó el 58,2 %.

“Tenemos dos veces y media más votos que en 2008 y hemos logrado 1.200 concejales, una cifra enorme. Pero nuestra política no acaba aquí, en las próximas elecciones europeas seremos el mayor partido de Finlandia”, amenazó Soini, partidario de que su país abandone el euro y deje de participar en los rescates de sus socios europeos.

El partido conservador Kokoomus del primer ministro Jyrki Katainen volvió a ser la fuerza más votada con el 21,9 % de los sufragios, y aunque perdió 1,6 puntos respecto a las últimas municipales, logró afianzar su posición como el mayor grupo político del país.

Los conservadores consiguieron la mayoría simple en grandes ciudades como Helsinki, Espoo, Turku y Tampere, y ampliaron su ventaja con los socialdemócratas de la ministra de Finanzas, Jutta Urpilainen, que tuvo que conformarse con el 19,6 % de los votos.

“De nuevo en estas elecciones los votantes han demostrado que confían en los valores que representamos para construir el futuro: estimulación, educación, tolerancia y solidaridad”, manifestó Katainen tras conocer su victoria.

Los socialdemócratas bajaron 1,7 puntos y cosecharon uno de sus peores resultados de su historia en Helsinki, su feudo tradicional, donde sólo consiguieron el 16,9 % de los sufragios.

El opositor Partido de Centro obtuvo el 18,7 % de los votos y logró desbancar a los Verdaderos Finlandeses como tercera fuerza política del país, pese a perder 1,4 puntos respecto a las anteriores elecciones locales.

Los dos grandes retos que deberán afrontar los cerca de 9.700 ediles elegidos son la mejora del modelo sanitario público, cuya gestión depende directamente de los ayuntamientos, y la reforma territorial, que contempla una importante reducción del número de municipios para ahorrar gastos.