Desvalijó el joyero de la madre de su novia aprovechando las visitas que hacía al domicilio de su familia política. Se llevó incluso el anillo de bodas de la mujer, además de otras cuatro sortijas de brillantes, valoradas en más de 5.000 euros. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de El Coto (Gijón) detuvieron esta semana a un menor de edad, de origen colombiano, acusado del robo de joyas. También arrestaron a un amigo suyo, de 19 años, que supuestamente se había encargado de vender las piezas en una casa de empeños, al carecer el presunto ladrón de la edad mínima para poder hacerlo.

Las investigaciones arrancaron a mitad del mes de julio, una vez que la víctima se percató de la ausencia de los anillos. Las primeras sospechas recayeron en la señora que se encargaba de las labores de limpieza del hogar dos veces por semana. Era ella la que tenía acceso libre a la vivienda. Sin embargo, las pruebas consiguieron determinar que la empleada no tenía responsabilidad alguna sobre lo ocurrido.

Todas las miradas apuntaron entonces al joven con el que la hija de la perjudicada salía desde hacía algún tiempo. Las pesquisas realizadas por la Policía en el establecimiento de compra-venta de oro permitió identificar al individuo que había realizado el negocio, quien a su vez apuntó que había sido el menor colombiano quien le había facilitado las joyas.

Habían conseguido venderlas por 300 euros. A cambio, el joven de 19 años recibió 30 euros por la gestión. Ambos quedaron arrestados y se pudo recuperar todas las joyas que habían sido sustraídas.

Se da la circunstancia de que hace dos meses se produjo un hecho de características similares. En aquella ocasión fue detenido un hombre de 38 años que supuestamente sustrajo joyas valoradas en 2.000 euros en el domicilio de sus suegros. En aquella ocasión también fueron los funcionarios adscritos a la Comisaría de El Coto los que llevaron la investigación, a raíz de la denuncia interpuesta por una gijonesa. Las pesquisas señalaron que la vivienda no había sido violentada, por lo que se apuntaba a que el robo podría ser obra de alguna persona allegada.

Dentro de este entorno más próximo, «las indagaciones de los agentes se centraron en el novio de la hija, que entraba habitualmente a la vivienda». Este extremo fue corroborado cuando pudieron determinar que había vendido las piezas robadas en varios comercios de compraventa de la ciudad. «La rápida actuación de la Policía permitió la recuperación de las joyas y la entrega a su propietaria», apuntaron entonces desde la Comisaría.

El autor contaba con varios antecedentes y manifestó que se había gastado el dinero de la venta «en menos de una semana, debido a los problemas personales por los que estaba atravesando».