Especial Batman: El caballero oscuro (III)
Ramiro González.- En esta continuación nos encontramos a un Batman convertido oficialmente en el protector de Gotham, un héroe que protege a los ciudadanos y que atemoriza a los criminales. Con la ayuda del teniente Jim Gordon, el cruzado enmascarado va logrando poco a poco recuperar la ciudad. Pero, aparece en escena un personaje que, a lo largo de la película, le quitara protagonismo a Batman. Ese personaje es su Némesis: el Joker. Así como el argumento parece sencillo, en modo alguno lo es el guión, que abarca perfectamente todos los palos que ha de tener una buena película: el amor, el odio, la rabia, la decepción, la locura. El ser humano es complejo, capaz de las mayores hazañas y las peores atrocidades y Nolan ha sabido plasmar eso en dos horas y media que no resultan, en modo alguno, pesadas para el espectador.
Para hacernos una idea de cómo es el personaje, tenemos el comienzo de la película. En esta escena podemos ver como los ladrones se van asesinando uno a uno porque el supuesto cerebro de la operación les ha ido diciendo a quién tenían que matar hasta quedar finalmente uno, este “superviviente” es el propio cerebro, el Joker. Esta escena nos da una idea de la frialdad y de la meticulosidad del villano. Es capaz de calcular un robo donde intervienen 9 personas y finalmente solo resultar ileso él, sin dejar cabos sueltos.
“Altera el orden establecido y el mundo se volverá un caos”.
En este artículo quizás debamos pararnos para analizar con más detenimiento la figura del Joker, que en esta versión de Nolan, es un anarquista, que no busca nada en concreto. En las propias palabras de Alfred, el mayordomo de Bruce Wayne: “Hay personas que solo quieren ver arder el mundo”. Se nos presenta un Joker que es un agente del Caos, alguien que solo disfruta con “la gasolina y la dinamita”. Como apuntábamos con la frase del orden establecido, todos sabemos que las sociedades viven de las tradiciones. Y conocemos de sobra el resultado de que nos arrebaten o destruyan esas tradiciones. La crisis actual que experimenta el mundo es debida, no solo a la economía, sino también a ese intento de destrucción del patrimonio cultural por parte de burócratas corruptos. Los tiempos presentes en que la sociedad está perdiendo los valores tradicionales como la defensa de la vida y de la familia son un buen ejemplo de lo dicho anteriormente. Gracias a esto, podemos ver que Batman, lucha por recuperar esa sociedad basada en valores, mientras que Joker lo único que quiere es destruirla y sumirla en la más profunda anarquía.
“O mueres siendo un Héroe, o vives el tiempo suficiente para verte convertido en el Villano”
El otro personaje principal de esta película es Harvey Dent, el fiscal del distrito, apodado el Caballero Blanco de Gotham, porque representa la integridad y la honradez, y es alguien incorruptible. Dent actúa según la ley, y Batman al margen de ella, por eso nuestro Héroe es el Caballero Oscuro. Ahora, entramos en la otra cuestión clave que nos presenta esta película, y es que todos los hombres podemos corrompernos. El Hombre es corruptible y puede caer en el mal, el ideal por sí solo es bueno, pero puede ser destruido por el hombre. En la anterior película, Ra´s al Ghul se lo dice a Bruce Wayne: “Si te entregas a un ideal, te conviertes en algo más. En una Leyenda”.
Todos tenemos una especie de botón, algo que nos puede hacer estallar en un momento dado. Joker maquina un nuevo plan con el que secuestra a Harvey y a Rachel. Encierra a ambos en diferentes sitios, con numerosos bidones de gasolina. Batman y Jim Gordon comienzan una carrera contrarreloj para salvarles, pero Gordon no logra salvar a Rachel. El Caballero Oscuro salva a Harvey, pero la explosión provoca que se le queme media cara. El amor de Harvey a Rachel, provoca que se transforme en Dos Caras, un hombre roto por el dolor y el deseo de venganza, que decide el destino de sus víctimas lanzando al aire una moneda. Estos acontecimientos nos llevan al épico desenlace, el cual, debemos analizar en dos bloques distintos.
Por un lado, el miedo hace que la gente de Gotham quiera huir de la ciudad. El Joker, fiel a su gusto por los explosivos, coloca dos cargas explosivas en dos Ferrys. Uno, en el que viajan criminales y delincuentes, en otro viajan civiles. El terrorista propone perdonar la vida a los que maten a los del otro ferry. Dicho momento provocó airadas discusiones en la sala de cine tras el final de la cinta, sobre todo a raíz de lo que dice uno de los que van en el ferry de los civiles: “Ellos ya eligieron. Eligieron robar y asesinar. No tenemos que morir por ellos”. El payaso asesino, en su visión demente, espera que se maten los unos a los otros, pero su plan se viene abajo, cuando uno de los delincuentes, arroja el detonador por la borda ante el nerviosismo de los demás, que esperan la muerte. Queda patente que la gente de la ciudad está preparada para hacer el bien y que, el hombre del otro barco, que es inocente de cualquier delito, se erige en Dios y decide sobre la Vida o la Muerte de otros porque estos hayan tomado en su vida un camino equivocado. Para concluir esta primera parte del final, podemos decir que se apuesta por la redención del hombre, manifestada en el personaje del preso que arroja por la borda el detonador. El Joker fracasa y es detenido.
Mientras que todo esto ocurre, Jim Gordon recibe una llamada. Es Harvey Dent. Ha secuestrado a su mujer e hijos. El policía le pregunta donde ha llevado a su familia. Dent responde: “Donde murió la mía”. Con esta simple respuesta sabemos lo que ha trastornado a Dent: perder al amor de su vida, Rachel. Gordon va a buscar a su familia, y tiene lugar un último enfrentamiento con Dent. Pero el policía no está solo. Batman va con él y logra salvar al hijo mayor del comisario de una caída mortal. El antaño Caballero Blanco de Gotham fallece y Gordon cree que todo está perdido. Pero el Hombre Murciélago tiene otro plan: Convertirse en el Villano, para proteger la honradez y la integridad que representaba Harvey Dent. Batman se convierte así en un fugitivo ante el asombro del hijo de Gordon, que pregunta: “Papá, ¿por qué huye” y el comisario responde:
“Porque tenemos que perseguirle. Porque es el Héroe que Gotham se merece, pero no el que necesita ahora mismo. Así que lo perseguiremos. Porque él puede resistirlo. Porque no es un Héroe. Es un guardián silencioso. Un protector vigilante. Un Caballero Oscuro”.