Y Armando ganó la Copa
Por Branka Berberijan.- Precisamente a las horas en que España ganaba la Copa de Europa, la que firma estas líneas, muy poco adicta al fútbol, estaba viendo el video del programa Semana a Semana de Córdoba Internacional TV, en que participó Armando Robles, director de Alerta Digital. Y la comparación con el final futbolístico fue inevitable, Armando sólo como invitado, rodeado de los cuatro –incluido el moderador-, que jugaban en su casa, una constelación de fuerzas tan desigual como si la representación de España estuviera jugando con la cuarta parte de sus jugadores.
No obstante, Armando aceptó el reto con un valor y un temple impresionantes, metiéndose en el terreno con ímpetu de ganar y aprovechar a lo máximo el espacio concedido, y salió con la Copa en la mano.
Llama la atención que el principio la tertulia en una gran parte estaba dedicada a Breivik, asesino de Noruega, -cuya actuación enloquecida no tiene ninguna justificación-, con lo que los participantes quisieran cargar la conciencia cristiana de Robles, sin éxito, ya que con una lógica imbatible, nuestro protagonista puso todas las cosas en el sitio justo que les pertenecía.
Luego le tocó a Armando llevar a sus interlocutores al terreno escurridizo, exponiendo con una precisión matemática los casos de genocidios y limpiezas religiosas que se llevan ejerciendo sobre la población cristiana en los países islámicos y, lejos de reconocer esta triste realidad, los participantes buscaban la justificación de estos actos en diferentes motivos, encadenando causas – consecuencias, procedimiento que Armando desarmó con una elegancia implícita a su expresión periodística. El tema de la apostasía fue otro punto caliente, ya que el director de AD demostró que, mientras la conversión de musulmanes en cristianos en los países islámicos se castiga con tortura y muerte, la en otro sentido se impone bajo amenazas y terror.
A continuación de este duelo dialéctico, cuya finalidad fue investigar las posibilidades de una convivencia pacífica entre las dos comunidades religiosas, se abordaron temas como la posición de la mujer dentro del Islam, la galopante islamización de España y Europa, la inmigración clandestina mayoritariamente musulmana, su integración en las sociedades occidentales y otras cuestiones quisquillosas, durante lo cual Armando Robles mantuvo el tipo y defendió sus argumentos sin ningún tipo de compromisos, reconociendo a la vez sus experiencias positivas y sus grandes amistades que ha ido adquiriendo en algunos países musulmanes, tanto en el ámbito personal como profesional.
No obstante, pese a la diferencia de posturas, hay que reconocer que el debate, hábilmente conducido por el moderador Yasin Puerta, transcurrió en un tono respetable, y sin exaltos, y que lo menos agradable fue oír al radical converso Ali Calatayud decir que los barbudos de la primavera árabe, los que sodomizaron a Gaddafi de manera más bestial, que violaron en serie las periodistas europeas que hacían sus trabajos, que degollaban a sus paisanos, que perseguían la población cristiana…, son la semilla de la democracia en los países musulmanes. Allí si que uno pierde toda la esperanza en la posibilidad de un pacífico futuro en común.
¿Qué es lo que nos demostró Armando Robles aceptando la invitación de participar en este duelo tan desigual numéricamente, cuya balanza, sin embargo, se inclinó a favor de su fuerza intelectual y argumentaria? Pues, nos demostró que hay que afrontar todos los retos sin miedo y complejos, persistir en la defensa de lo suyo sin cerrar la puerta a nadie que sepa respetar lo ofrecido, así como llamar todas las cosas por nombre propio, sin recurrir a los flósculos eufemísticos que nos impone la imperante y absurda corrección política.
Gracias, Armando, y sigue así, eres un auténtico paradigma de personas que España necesita en estos tiempos difíciles que dejan tan poco lugar a la esperanza.
Don Armando, ojala hubiera más como usted, España iría mejor