Italia está conmocionada. Una estudiante de 16 años, Melissa Bassi, ha fallecido y otros siete alumnos han resultado heridos, uno de ellos muy grave, al estallar dos bombas delante de un instituto en la ciudad de Brindisi, al sur de Italia. (Video del atentado).Según ha informado el responsable regional de la protección civil, Fabiano Amati, la joven estudiante falleció casi en el acto ya que “no pudo sobrevivir a las heridas”.

Al parecer, las explosiones se produjeron hacia las 7.45 horas, la hora de entrada, en el patio del instituto Francesa Morvillo Falcone. Según han explicado los vecinos, la explosión ha sido muy potente y ha destrozado todos los cristales del colegio, así como los de los edificios colindantes en un radio de 200 metros de distancia. Los artefactos estaban unidos a bombonas de gas y fueron colocados detrás de un tablón publicitario en unas mochilas dentro de un contenedor, según las primeras investigaciones del atentado. Las televisiones han mostrado daños limitados, con el muro del liceo ennegrecido por el humo de la deflagración pero ningún agujero en la calzada ni otros daños aparentes.

Durante gran parte de la mañana, varias agencias de información aseguraban que una segunda joven, Veronica Capodieci, de 16 años, también había muerto. Sin embargo, fuentes del Hospital Perrino de Brindisi y del Gobierno italiano han negado su fallecimiento y han señalado que la joven, en estado crítico, ha sido intervenida en el centro hospitalario debido a quemaduras por todo el cuerpo y varias heridas en el abdomen. En ese centro están siendo atendidos el resto de estudiantes con heridas de diversa consideración. Tres alumnas sufren quemaduras en todo el cuerpo y una de ellas podría ser amputadas de las piernas, indicaron fuentes sanitarias. Otras cinco estudiantes sufrían heridas leves.

Los responsables del liceo han explicado que la explosión tuvo lugar en el momento en el que las alumnas llegaban al liceo y la potencia de la misma tiró a varias de ellas al suelo. Asimismo, una superviviente ha explicado que “acababa de ir al bar enfrente de la escuela y vi cómo todo se caía”, También una empleada de la oficina del fiscal que se encuentra junto a la escuela ha explicado al diario Repubblica que “estaba abriendo la ventana y me golpeó la ola de la explosión. Vi a las niñas tiradas al suelo, cubiertas de negro. Sus libros ardían. Fue terrorífico”.