Sherlock, el gran detective
Ramiro González.- “Siempre es un placer volver a verle, Holmes”, que diría el doctor Watson, su fiel amigo y compañero de aventuras. El escritor argentino Jorge Luis Borges ya lo dijo: “Uno de los pocos placeres que nos quedan es el de volver a leer una novela de Sherlock Holmes”. Y qué razón tenía. La semana que viene, se cumplen 153 años del nacimiento del escritor que creó al gran detective, Sir Arthur Conan Doyle, médico de profesión.
La primera aparición del personaje fue en la novela “Estudio en Escarlata”, que comienza con un doctor Watson buscando un lugar para vivir. Está retirado del ejército debido a sus heridas en acto de servicio. Tras 9 meses de convalecencia, se encuentra con un viejo amigo suyo, quien le ayuda con la búsqueda de casa, pues tiene un conocido que vive en el 221B de Baker Street. A partir de este encuentro, comienza una gran odisea, marcada por la brillante deducción y la aventura. Tras una serie de relatos cortos, el personaje se enfrentaría a su Némesis, el genio de las Matemáticas y profesor James Moriarty. Están junto a las cataratas de Reichenbach, manteniendo un forcejeo, y pronto ambos se precipitan al vacío. Siempre se ha dicho que Holmes fue quien se arrojó con él ante la imposibilidad de derrotarle, pues es el único enemigo que ha podido igualarle en inteligencia. Esto se puede leer en el relato llamado: “El Problema Final”. Causó una gran conmoción la muerte del detective, por lo que Conan Doyle se vio obligado a resucitarle, y lo hizo de manera magistral, en el libro “el Sabueso de los Baskerville”.
Si hay un personaje de ficción del que se hayan hecho incluso cómics, ese es Sherlock Holmes. Incluso se han escrito ensayos y teorías sobre si el doctor Watson y él mantenían una relación que rozase la homosexualidad. Semejante afirmación se antoja falsa y carente de sentido si recordamos el relato “Escándalo en Bohemia”, donde aparece la atractiva y misteriosa Irene Adler, considerada por Holmes como “La Mujer”. Cierto es que nunca se dejó llevar por los sentimientos, pues como él mismo decía, “Soy un Cerebro, lo demás es un mero apéndice”.
Creo que este es un buen momento para acordarnos de este personaje, no solo en su vertiente literaria, sino en sus adaptaciones cinematográficas. Son muchos los actores que se han metido en la piel del detective, desde “Basil Rathbone” hasta “Peter Cushing”. Pero sus más recientes adaptaciones han conseguido un éxito tremendo, en especial la serie de la BBC protagonizada por “Benedict Cumberbatch” y “Martin Freeman”, con dos temporadas ya. En DVD solo está la primera, y es excelente para pasar una buena tarde de sábado.
La otra adaptación más reciente es la segunda realizada por el director Guy Ritchie, “Sherlock Holmes: Juego de Sombras”, en la que nos da una visión un poco diferente del personaje. Están presentes los elementos clásicos del personaje, pero se opta por transformarle en un hombre de acción más que en alguien puramente deductivo. El resultado también es muy satisfactorio. En definitiva, creo que este es un buen fin de semana para viajar al 221B de Baker Street y volver a hacerle una visita a nuestro amigo Sherlock Holmes.
Doyle era masón.
Lo que no quita que fuese un gran escritor, al igual que lo fueron Rudyard Kipling, Antonio Machado o Goethe (tambien masones). Los escritos y relatos de Goethe incluso fueron admirados y recomendados por el nacionalsocialismo aleman, quienes consideraban a los masones sus enemigos. El hecho de que una persona sea mi enemigo no significa que vaya a dejar de admirar sus capacidades y sus dotes. Mas bien todo lo contrario, esto me hara admirarle aun mas, y no bajar la guardia.
Muchas gracias mar. Apunto tu sugerencia para posteriores entregas.
me gusta mucho tus artículos Ramiro, por favor podrías hablar de las películas basada en las novelas de agatha chistie. un saludo