La Pérfida Constitución de Cádiz y el Magisterio de la Iglesia
Jesús de Castro Herrera.- Cuando se habla de España en cualquier lugar se está nombrando a la Cristiandad, a un imperio, una nación, una patria que ha tenido su historia siempre construída bajo la bandera de Cristo Rey, bajo el signo de la Cruz. Hoy que tanto acecha el modernismo imperante y el olvido atacando a las tres potencias del alma (memoria, entendimiento y voluntad) hemos de traer a colación y recordar teniéndolos más presentes que nunca a los santos españoles, santos de nuestra tierra que a lo largo de siglos ha dado más testimonios y vidas santas al orbe entero que flores tienen mayo y abril. Eso no nos libra, a la Patria española, de haber pasado inviernos históricos, inviernos espirituales. Pero cuando acechaba, en la patria católica por antonomasia, el enemigo musulmán, el árabe, fue bajo la bandera de Cristo Rey y el signo eterno de la Cruz bajo el que se reconquistó y se libró a España de tan satánico enemigo, ante esto Dios no dudó en hacer lo necesario para proteger a España y la Cristiandad otorgándole espada a sus santos. A los se les convierte, pero cuando estos amenazan con espada y degollando no sea de extrañar que Dios tras las súplicas de sus hijos otorgue espadas a sus santos.
De nuevo con los santos reyes de España, los reyes católicos Isabel y Fernando, el enemigo y la apostasía amenazaron al ejemplo de la Cristiandad que ha sido siempre España. El judaísmo, las herejías y el satanismo con pincelada modernista quería entrar en su gran enemiga, en España. No se claudicó por parte de los reyes santos de España ni se pisó la apostasía siendo fieles a aquello que Nuestro Señor dijera: “sea vuestro lenguaje sí, sí; no, no porque aquello que no sea ésto viene del maligno”. Así se expulsó al enemigo de la Cristiandad con rotundidad y heroísmo propios de las legiones romanas, de la legión verdadera, que es la bandera de Cristo Rey frente a la bandera del Anticristo.
Un hecho diferente fue la Revolución Francesa (o más que francesa masónica) que surgió como baluarte del modernismo y lo que éste conlleva como el racionalismo, el naturalismo, el relativismo y demás ismos de ese tipo. Ante la Cristiandad y la Verdad quisieron destruir las iglesias, capillas y catedrales colocando en el altar a la “diosa razón”.
Parece que en la católica España todo estuvo contra ellos, y los patriotas y católicos españoles el dos de mayo salieron a la calle para defenderse del enemigo invasor. Y así ocurrió que esas tropas modernistas y militantes de la bandera del Anticristo no pudieron entrar en la Patria católica que ha sido siempre España, al menos por las armas. Pero bien sabe el hombre que como dice San Pedro “el demonio anda alrededor siempre como león rugiente”, pero esta vez pareció tomar forma más que de león rugiente de ilustrado de despacho y así la batalla contra el modernismo de la Civitas Terrae al que atacarán y condenarán los Santos Padres como León XIII que en Inmortale Dei dice lo siguiente con referencia a la catolicidad del Estado y el acecho del indiferentismo religioso: “el indiferentismo es el ateísmo sin el nombre”. Al que tambien hizo alusión Pío IX en la exposición de los males modernistas que es el Syllabus (dolor de cabeza de tantos liberales): “la libertad civil de todos los cultos propaga la peste del indiferentismo”. Es preciso volver a cómo gana la Civitas Terrae en despachos la batalla que había perdido en los campos castellanos. Con esa sedicente constitución que este año muchos liberales y socialistas celebran su aniversario, la Constitución de 1812 llamada Pepa cariñosamente por socialistas y liberales. Cabe recordar y decir con el eminente Jose María Pemán aquellos versos que tanto encajan aquí de su libro Cuando Las Cortes De Cádiz:
“Y que aprenda España entera
de la pobre Piconera,
cómo van el mismo centro
royendo de su madera
los enemigos de dentro,
cuando se van los de fuera.
Mientras que el pueblo se engaña
con ese engaño marcial
de la guerra y de la hazaña,
le está royendo la entraña
una traición criminal…
¡La Lola murió del mal
de que está muriendo España!”
Constitución que más que española fue francesa y más que francesa, al igual que la revolución, masónica. En nombre de “libertad” son imnumerables los daños que al hombre se le han hecho, daños que se les ha hecho a las naciones católicas, ante todo España, apartando de su sociedad el nombre de Dios, el signo eterno de la Cruz, queriendo sustituir las iglesias por “catedrales de la diosa razón” y “la libertad”. Con referencia a la pérdida de la paz conseguida por los patriotas y católicos que se sublevaron contra las tropas invasoras traigo a colación una publicación de los requetés: “El ganar la guerra y perder la paz ya ocurrió con nuestra guerra de la Independencia, cuando los franceses, derrotados y expulsados del país por las armas, triunfaron después por las ideas y la Revolución liberal se impuso al pensamiento tradicional” (Publicación de la delegación Nacional de Requetés. Madrid, 1965).
En nombre de la libertad se hace dicha revolución masónica, es obligado traer a colación lo que el Magisterio tradicional de la Iglesia dice al referente de esa libertad. León XIII lo deja muy claro cuando en É Giunto escribe que “bajo el nombre seductor de libertad de culto proclaman la apostasía legal de la sociedad”. Viene tambien a colación y es de gran relevancia para el hombre católico y una sociedad que quiera serlo realmente las siguiente palabras de Pío IX en la encíclica Quanta Cura con referencia y en denuncia al naturalismo y su aplicación al Estado: “Hoy no faltan hombres que, aplicando a la sociedad civil el impío y absurdo principio del naturalismo, como le llaman, se atreven a enseñar que el mejor orden de la sociedad pública es y el progreso civil demandan imperiosamente, que la sociedad civil humana se constituya y se gobierne sin que tenga en cuenta la Religión, como si no existiese; o por los menos, sin hacer ninguna diferencia entre la verdadera Religión y las falsas”. Referente a la separación Iglesia- Estado que abogando por una sociedad del non serviam! quisieron siempre el socialismo y el liberalismo desde su nacimiento León XIII en Libertas manifiesta que “la Iglesia sin el Estado es un alma sin cuerpo” y por ende que “el Estado sin la Iglesia es un cuerpo sin alma”.
Pues así como sería un imposible y una apostasía querer separar el alma del cuerpo en un hombre, en el Estado para que este se encuentre en su integridad y pueda legislar conforme a la verdad es conditio sine qua non que la Iglesia y el Estado estén en plena comunión, en unidad y formando como el hombre y la mujer a través del matrimonio una misma carne, pero que a la vez se encuentran separados por ser dos personas distintas.
Estimado D. Josep Miquel Bassaganya, Enhorabuena por ser un buen catalán que, me consta, antes que catalán se siente español. Gracias por su comentario. La obligación nos llama y hay unos valores permanentes que siempre han caracterizado a España y la han distinguido de otras naciones. Valores y acontecimientos que nunca debemos olvidar por mucho que algunos se empeñen, debemos tenerlos presentes. Mi intención únicamente es que se conozca la verdad de España y los hechos y tribulaciones que ha padecido y padece. Porque los problemas no suelen ser casuales sino que siempre arrancan de un motor, y si no… Leer más »
Un placer, Don Jesús.
Senyor Jesús de Castro, sóc un català que a la vegada se sent espanyol. M´estimo el meu pais que no es altre que España i quant trobo a gent patriota i bona comunicadora com vostè veig que encara no tot está perdut. En l´article vostè fa referència a dades i fets historics esplendits de recordar i més arà que ens trobem amb situacions similars a les pasades. Només hem resta de felicitar-lo i desitjar veure´l més sovint en aquest diari. Sal.lutacions des de Catalunya.
Lo sé, conozco bien tu opinión y por eso te valoro, si no las conociera no podría valorarte. Gracias por leerlo.
Da mucha materia para debatirlo.
Un enorme abrazo.
Jesus! Soy Jacobo, muy interesante y magnificamente escrito pero ya sabes que mi opinión es muy diferente, opuesta pero es un tema muy interesante para debatir. Enhorabuena, un abrazo