El primer ministro holandés, Mark Rutte.

Holanda se encamina hacia nuevas elecciones legislativas anticipadas después del fracaso de las negociaciones sobre la reducción del déficit público entre la coalición gubernamental de centroderecha (minoritaria) y su aliado identitario en el Parlamento.

“Las elecciones son evidentes”, ha declarado el primer ministro holandés Mark Rutte, tras haber anunciado el fracaso de las negociaciones en curso desde el 5 de marzo para ahorrar 16.000 millones de euros en 2013 con el fin de respetar las normas europeas en materia de déficit público.

“Debo informarles hoy de que los tres partidos fracasaron a la hora de hallar respuestas comunes”, ha señalado el primer ministro durante una conferencia de prensa en La Haya. Rutte ha convocado un Consejo de Ministros excepcional para el lunes por la mañana con el objetivo de abordar este tema y analizar las próximas etapas. “Someteré propuestas al Gobierno para tomar las medidas necesarias”, ha añadido, sin dar detalles adicionales.

El ministro de Finanzas, Jan Kees de Jager, ha abandonado la reunión del FMI en Washington para regresar a Holanda, pero ha afirmado que había alternativas a unas elecciones anticipadas. “Según parece, tendremos que hallar una mayoría en la Cámara para la aplicación de las medidas”, ha dicho.

Subidas de impuestos y recortes en sanidad

Las negociaciones entre la coalición gubernamental de centroderecha y su aliado en el Parlamento, el ultraderechista Partido por la Libertad (PVV) de Geert Wilders, han fracasado cuando este último abandonó la mesa de negociaciones.

Wilders ha llamado a celebrar “cuanto antes” elecciones anticipadas. “Esto significa sencillamente elecciones, en septiembre o en octubre”, ha estimado por su parte Diederik Samsom, jefe de filas del principal partido de la oposición, el laborista PvdA.

El paquete de medidas a estudio preveía una ligera subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), una congelación de los salarios de los funcionarios y un recorte presupuestario en sanidad y en la ayuda a los países en desarrollo, según la agencia de prensa holandesa ANP, que cita a Stef Blok, el presidente del grupo parlamentario VVD, el partido liberal de Mark Rutte. “Me parece extremadamente lastimoso que no haya funcionado, pero (…) nosotros no podemos aplicar una sangría a nuestras pensiones debido al dictado de Bruselas”, ha declarado Geert Wilders.

El partido de Wilders, euroescéptico e antiislámico, apoya al Gobierno en el Parlamento, donde le garantizaba una mayoría de 76 escaños sobre los 150 de que dispone la Cámara Baja hasta la dimisión el 21 de marzo de uno de sus diputados, ahora independiente.

El Gobierno minoritario de Rutte, en funciones desde octubre de 2010, se formó a raíz de elecciones anticipadas convocadas por la caída en febrero de ese año del Ejecutivo liderado por el ex primer ministro Jan Peter Balkenende debido a desacuerdos en la coalición sobre la prolongación de la misión militar holandesa en Afganistán.