El arzobispo progre de Barcelona pide para los gays “el respeto” que éstos no tienen por los católicos
A. Robles.- El arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha vuelto a derrochar su preciosa energía donde menos falta le hacía a la Iglesia catalana.
De polémica en polémica y en tanto que catalanista progre antes que fraile, monseñor Sistach lo mismo nos sorprende dictando una orden de prohibición contra la presencia de banderas españolas en los templos barceloneses incluso con ocasión de la festividad del día de la patria, que defendiendo a los gays y lesbianas, que es lo que acaba de hacer ahora. ¿Cómo pretende un arzobispo catalán reconstruir el mundo si no sabe hacer otra cosa que encajonarlo en los moldes abstractos del catalanismo de algunos de sus feligreses?
Lo que más me admira de monseñor es su noble y generosa pretensión de predicar siempre en clave interna. No le basta con dotar al Evangelio de espíritu progresista sino que también presta su apoyo a varias clínicas abortistas vinculadas a la Iglesia catalana. La pela es la pela.
Lo último del catalanista con sotana ha sido replicar a Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares, quien en consonancia con la moral cristiana desautorizó las prácticas homosexuales durante la homilía del Viernes Santo.
Reig Pla se dirigió a “aquellas personas llevadas por tanta ideología que acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana”. “Piensan ya desde niños que tienen atracción hacia las personas de su mismo sexo y, a veces, para comprobarlo se corrompen y se prostituyen o van a clubes de hombres nocturnos. Os aseguro que encuentran el infierno”, añadió.
La ocasión la aprovechó el cardenal-arzobispo de Barcelona para buscar el aplauso de los sectores más radicales de la sociedad catalana. Para Lluís Martínez-Sistach, los homosexuales “son personas como las demás y merecen toda la dignidad y el respeto”.
Nada que objetar a esa afirmación salvo por el detalle de que esas personas merecedoras de “toda la dignidad y el respeto” son las mismas que niegan tales derechos a los católicos catalanes y del resto de España. Sería interminable la lista de agravios, ofensas, burlas e injurias lanzadas contra los símbolos cristianos por los representantes españoles del colectivo de gays y lesbianas. Nunca se escuchó al políticamente correcto prelado la más leve amonestación verbal a los autores de tales prácticas infames y difamadoras.
Tampoco resulta verosímil, desde la perspectiva de un católico coherente con su fe, la conversión de los púlpitos en estrados propagandísticos en favor de ciertas tendencias sexuales que, aunque asumibles por imperativo legal, atentan claramente contra el orden natural y contra el parecer de la mayoría de los católicos españoles merecedores de tal consideración.
Estudio con suma atención todos los gestos de monseñor Sistach, a través de los cuales imparte graciosamente lo que estima como justo desde el punto de vista de la Iglesia en Cataluña. Por supuesto que siempre en clave rupturista. Y así le va, a la cabeza de España en número de divorcios, en casos de aborto, en construcción de mezquitas y en baja asistencia a los oficios religiosos. ¿Escucharemos algún día a monseñor Sistach denunciar la descristianización que padece Cataluña fruto entre otras cosas de su permanente mal ejemplo?
La prensa de Barcelona, por lo general tan contraria a la Conferencia Episcopal Española, aplaude sin embargo la deriva degenerada y separatista del prelado. Hay regalos envenenados que debería inducir a sospechar a quien lo recibe.
Desde 1999, en Cataluña se han construido diez mezquitas por cada nueva parroquia, lo que exigiría del engolado purpurado un mínimo de autocrítica sobre cuáles están siendo los amargos frutos de su labor pastoral. De aquí a imaginar que su noción del Cristianismo no es en definitiva más que un argumento destinado a consolidar los cimientos de la ideología progre para la demolición de nuestra civilización, sólo media un paso.
Pasar de defender el Estado nacionalcatólico a esta Sodoma ibérica pudiera parecer gran salto, por lo menos en otro tiempo. Ahora la verdad, no tanto. Durante una homilía se quejó el arzobispo de que los derechos nacionales de Cataluña habían sido secuestrados por la España de Franco. De modo que al arzobispo Sistach, emboscado en el nacionalismo excluyente quien sabe si para camuflar su raquítica cifra de feligreses, pasó por alto uno de los principios evangélicos que en cualquier ministro de la Iglesia debería ser imperio: “La verdad os hará libres”. Esa verdad y esa libertad que no conocerán nunca los miles de nonatos asesinados en las clínicas abortistas vinculadas al Arzobispado de Barcelona.
IROS A LA MIEDA OBISPOS Y GAYS.
Que la Santa Madre Iglesia nos señale al obispo de turno como “El Pastor” que debemos seguir, clama al cielo (nunca mejor dicho). Ejemplos como el del catalán y el del vasco innombrable deben constituir “la excepción que confirma la regla”. Pobres feligreses, apañados van, mejor se dediquen a leer/meditar la Santa Biblia ellos solos, porque esperar enseñanzas cristianas de éstos se me hace muy cuesta arriba. Si “El Resucitado” (feliz pascua a todos los creyentes) volviese al templo no tendría suficientes látigos para poner orden.
La honosexualidad (también conocida como “mariconería”) es una anomalía biológica en una buena parte de los casos y en otra parte es puro vicio fomentado por la izquierda progresista zapateríl en nuestro caso y por algunos sectores progres del centro-derecha. Esto último supone una degeneración de la sociedad. Pienso que esta ideología que defiende los “derechos” de los homosexuales y lesbianas está en intima relación con la llamada “Ideología de Género”, una ideología totalitaria nacida en algunas universidades de EE.UU. y difundida al resto de Occidente a través de la ONU y sus programas de mundialización, recogida en nuestro continente… Leer más »
No considero que el fascismo fuera destructivo para la sociedad; más bien al contrario y prueba de ello es que desde que cayó con las armas en la mano en 1945 la sociedad europea ha ido cada vez a peor.
Y lo que nos queda por ver mientras tengamos democracia liberal en Europa, y digo mientras porque si no se acaba con ella, la democracia acaba con nosotros.
Krasny solo fíjate en la decadencia y podredumbre total que lleva consigo el liberalismo democrático.
La idiotización de la masa es increíble. El lavado de cerebro mediático es de proporciones siderales. El pueblo es esclavo total de la usura.
Llamar infrahumano al de la foto es subirle varios puestos en su escala evolutiva. No soy creyente pero cuando veo esas fotos humillando a la Iglesia Católica me dan ganas de que vuelva la Santa Inquisición.
Quizas el obispo haga estas declaraciones por hechos pasados ????
Estos defensores de la condición homosexual junto con los depravados de las carrozas sólo provocan la homofobia hasta en las personas que nunca fueron homófobos, que encima tienen amigos homosexuales, eso si, decentes.
Al infrahumano de la foto le daba yo el respeto que les dan en Irán a los homosexuales
La iglesia catalana parece la sinagoga de Satanás, masona masona.
Hace falta ser mal compañero, está acusando a su compañero y correligionario de cosas que ni por asomo ha pronunciado.
De lo de Nigeria… ni palabra ¿no? la dignidad de los cristianos asesinados no es tan importante como la de los privilegiados gays.
Del tratamiento dado a los homosexuales en Irán, Arabia etc, etc, etc…. tampoco ¿no?