Cunas o ataúdes
Delegación de Plataforma per Catalunya (PxC) en Barcelona.- Una situación económico-social desastrosa y sin solución de enmienda con los parámetros del liberalismo, con una deuda impagable generada por un sistema que “trabaja en falso” y agravada por políticos irresponsables. Nuestras libertades recortadas día a día. La delincuencia desbordada ante un gobierno que definitivamente ha abandonado esta batalla. El desmantelamiento paulatino del sistema de la seguridad social, la degeneración y carencia de valores éticos, incluso el desastre ecológico al que nos lleva la sinrazón del materialismo exacerbado por el propio sistema.
Todo un corolario, aunque muy resumido, que nos muestra la gravedad de la situación actual. Sin embargo, ante la falta de relevo generacional que garantice la supervivencia de nuestro pueblo y cultura, todo lo que acabamos de mencionar son nimiedades, si, simples nimiedades porque si no hay un “después” el “ahora” carece de importancia.
En la concepción identitaria lo importante es la comunidad y como comunidad somos los herederos-transmisores de un legado milenario. Como comunidad e individuos somos un eslabón más en la cadena, cuya función principal es recibir, engrandecer y transmitir toda la cosmovisión del mundo que conforma nuestra cultura y civilización. Con esta afirmación, al paso de objeciones, dejamos de paso zanjada toda discusión basada en criterios de egoísmo personal. No entramos en la opción de aborto si aborto no, como transmisores que somos no debemos ni podemos contemplarla, es así de simple. Bien al contrario, existe la obligación de “pasar el testigo” que en su día nos fue entregado.
Dicho esto que sienta con claridad nuestra posición veamos que está ocurriendo. La mayoría no tiene hijos argumentando la dificultad económica de su crianza y educación, esto es cierto, otros muchos simplemente no tienen hijos porque no quieren, su egoísmo les puede más. Sin embargo hace apenas dos generaciones, con la precariedad material como principal protagonista, nuestros abuelos sí tenían descendencia. Ellos no habían recibido el lavado de cerebro actual, simplemente se comportaban como es natural en cualquier pueblo con espíritu vitalista, teniendo hijos. Por si fuera poco el razonamiento de tener pocos hijos, algunos ni eso, con el fin de darles un mejor futuro, pensamiento en clave economicista, es egoísta y erróneo de base pues les estamos condenando a un futuro más pesado y amargo a ellos y a sus descendientes. Llegado el momento tendrán que mantener una sociedad envejecida. Serán una minoría y las probabilidades de ser superados, engullidos y eliminados por la historia será más garantía que posibilidad.
Dicho sin ambages, nos estamos refiriendo simple y llanamente al fin de Europa, porque esta sociedad de viejos se enfrentará a la inmigración existente y la eclosión final de las explosivas natalidades del Magreb y resto de África, principalmente. Eso es lo que espera a nuestros escasos descendientes como no se ponga remedio. Esperemos que la crudeza expresada sirva de llamada a los más, que no suelen hacer extrapolaciones ni pensar, como mucho, más que en la próxima generación, en cualquier caso, de la de sus nietos no pasa.
Exponemos a continuación unos gráficos de la “evolución” de la natalidad en España, sirven también como modelo general de lo que está ocurriendo en toda Europa.
Como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras. La pirámide de los años setenta muestra una sociedad con un crecimiento natural. La pirámide del 2007, solo 37 de diferencia, muestra a las claras la carencia de hijos. Sin embargo la extrapolación de la tendencia actual, si no se agrava aún más, y aunque parezca mentira lo está haciendo, nos lleva al siguiente gráfico.
Como se puede observar, la parte más ancha va subiendo y subiendo hasta el límite. Curiosamente la última extrapolación parece tener forma de ataúd. En otras palabras, la primera es normal, la segunda avecina la catástrofe pero aun mantiene la “normalidad” aparente de la sociedad pues el grueso poblacional está en edad “productiva”, la tercera es la catástrofe, que llega casi de pronto (cuando en pocos años todo el grueso productivo se jubila o tendría que jubilarse) y sin paliativos. Mencionemos de paso que las pirámides no reflejan distinción entre los nacidos “de casa” y la inmigración, en consecuencia, la realidad es aun peor.
Pues bien, esta corta exposición apoyada por tres sencillos gráficos y que representa con sencillez a donde (no) vamos es sabida por nuestras clases dirigentes desde el mismo comienzo del problema, aproximadamente principios de los 80. Su posición al respecto la estamos sufriendo desde hace ya décadas. Cuando empezó el declive de la natalidad no se tomó medida alguna, bien al contrario eran los tiempos de la primera ley del aborto, una ley que si bien seguía penalizándolo y solo lo toleraba en tres casos, malformación, violación y peligro para la madre, se convirtió merced al tercer supuesto y sus interpretaciones de “peligro psicológico” en un coladero.
Lo que ha ocurrido después hasta llegar a hoy es por todos sabido, más aborto y más inmigración (en realidad está relacionado aunque no como los políticos nos lo explican sino en un sentido más triste, el de un pueblo que mayormente se deja
morir. No tiene hijos y tolera la inmigración sin freno. Combinación letal) propuesta también como demografía de sustitución por los mismos gobernantes. Todo ello auspiciado por una derechona que quería mano de obra barata, no olvidemos que fueron ellos los detonadores del fenómeno inmigratorio, y la izquierda con su “buenísmo” apestoso. Ambos, eso sí, con un claro sentimiento etnomasoquista que prefiere lo extraño a lo propio.
En 30 años de locura solo un escaso tiempo de apoyo a la natalidad, ridícula y sin solución de continuidad, cortada de raíz, excepto para las rentas más bajas que en resumen son los inmigrantes que nada declaran, a los primeros síntomas de las crisis.
Por todo ello y por encima de otras que puedan parecer más “importantes”, urgen medidas de apoyo a la natalidad y no solamente en forma de dinero, es necesaria la creación de todo un entramado social de apoyo a la madre, ya sea casada o soltera. Ninguna mujer deberá ver en al aborto más que un crimen contra ella misma y de la comunidad de la que forma parte.
Ninguna mujer quedará desamparada ante un embarazo no deseado, al contrario recibirá del estado TODO tipo de apoyos para tener a su descendencia en total libertad y garantía de un futuro. Las familias deberán recibir ayudas que corresponderán a la manutención de los hijos. Dicho en otras palabras pues no es el momento de exponer todo lo que debe hacerse en forma pormenorizada, JAMAS el estado permitirá que las condiciones económicas de los progenitores sea un problema.
Naturalmente y volviendo al principio del artículo, las soluciones propuestas y todo lo que implican no tienen cabida en el actual sistema político liberal ni los valores que lo sustentan, hace falta un cambio radical y rápido para que los hijos vuelvan a ser vistos como lo que realmente son, EL FUTURO Y NUESTRA GARANTIA DE SUPERVIVENCIA COMO PUEBLO. Frente a ello, repetimos, todo lo demás son nimiedades.
nunca me olvidaré que en los años 90 de la escuela pública (ya era la escuela de Pujol y compañia…..), no paraban de “enseñarnos” que las pirámides de población con ancho número de nacimientos (justo lo contrario de ahora), eran relacionadas directamente con el subdesarrollo y el tercer mundo…… tremendo adoctrinamiento que nos hicieron……. en esto y en mil cosas más….
Mucha de esta culpa la tiene la “liberación de la mujer”, es decir, el pase a la esclavitud occidental de las mujeres en las cuales trabajan por 800 euros al mes y claro no tienen tiempo ni dinero para tener hijos. Es la incorporación masiva de la mujer al trabajo como consecuencia de las teorías de la liberación de la mujer la que hace que en todo el mundo occidental las tasas de natalidad no cubran el reemplazo poblacional, y también que los hijos nazcan sin el apoyo real de los padres y madres puesto que la mayor parte del… Leer más »
Seríamos todos millonarios y millonarias ahora, ni crisis ni pollas. Y trabajando la tercera parte, eso sí sin parásitas y parásitos pero….
… cuando en los años 70 ibamos directos hacia el puesto de primera potencia mundial… alguien bajó el puente levadizo desde dentro y además envenenó la comida y los sueños de los españoles.
En lugar de disfrutar del Carreroblanquismo sufrimos el Felipismo para el que no estabanos preparados, eramos demasiado inocentes.
EN los 80, Jordi Pujol dijo que ho habia que dar ayudas a la natalidad, que ya vendrian en edad de trabajo, y que haciendoles hablar catalan y mediante una aficion comun como es el Barsa, ya se rellenaria el hueco que dejaban los no nacidos autoctonos. Pero como siempre, los aprendices de brujo la acaban liando