Fianza de 686 millones para el ex director andaluz de Trabajo, principal imputado en los ERE
La titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, Mercedes Alaya, encargada de la investigación sobre las irregularidades detectadas en expedientes de regulación de empleo (ERE) tramitados por la Junta, ha dictado un auto en el que impone una fianza de 686 millones de euros al exdirector general de Trabajo y Seguridad Social Francisco Javier Guerrero, principal imputado en el caso en prisión desde el pasado sábado, en concepto de responsabilidad civil. Esta fianza rebaja la petición inicial de la Fiscalía Anticorrupción, que había solicitado 933 millones de euros.
Según fuentes del caso, la magistrada rechaza además en el auto notificado este viernes a las partes la petición de la defensa de Guerrero de apartar a la Junta de Andalucía como acusación particular en este procedimiento, así como que sea considerada responsable civil subsidiaria.
LA JUNTA DE LOS CACIQUES
La pasada semana, la juez Alaya ordenó el ingreso en prisión del que fue director general de empleo, Francisco Javier Guerrero, uno de los protagonistas del caso de los EREs falsos. El auto de la juez revela datos decisivos sobre lo que ha pasado en Andalucía con los gobiernos socialistas. Guerrero realizó más de 800 actividades fraudulentas, repartió prebendas a familiares y compañeros de partido. No actuaba sólo. Según la fiscalía lo defraudado puede ascender a 900 millones de euros. Y según la juez, Guerrero puede estar siendo presionado para que no hable. O sea que hay quien teme mucho que tire de la manta.
Las declaraciones de Guerrero reflejan que el dinero se repartía como si la Junta fuera un cacique que distribuía favores de un modo totalmente arbitrario. Ya veremos cómo acaba el proceso. Pero de momento tenemos es una fotografía terrible. En una Comunidad Autónoma como la andaluza, con los peores resultados educativos de la península, con un paro lacerante, el dinero público era utilizado para alimentar una red clientelar de quien se ha creído dueño del poder.
El despegue de Andalucía depende claramente de un cambio político. Ese cambio político no es un fin, es un medio que facilite la transformación definitiva: el desarrollo de una sociedad civil dinámica y creativa.
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Tranquilo Sr. Guerrero, los de banda de cuatreros ya se encargarán de pagarla a cambio de su silencio. Y no se preocupe, usted y ellos gracias a la desastrosa e incompetente justicia que tenemos en este país, pronto podrán disfrutar de lo robado en algún destino caribeño.