Golfistas melillenses tienen que celebrar un torneo en Marruecos al no permitirseles jugar en el campo de golf de Melilla, subvencionado con 240.000 euros al año por el PP
El hedor en Melilla alcanza también al deporte. El pasado fin de semana, medio centenar de aficionados melillenses al golf se vieron obligados a desplazarse hasta las instalaciones golfísticas de El Palmeral de Saidia (Marruecos) para participar en el torneo que organizaba la Federación Melillense de Golf.
Esto se produjo por la imposibilidad de que se celebrara el torneo en el Club Campo de Golf de la ciudad (subvencionado por la Ciudad Autónoma con 240.000 euros al año, más el pago a una empresa de mantenimiento por casi 500.000 euros), del que es director Enrique Bohórquez, editor del diario local “Melilla Hoy” que además recibe una subvención de 500.000 euros al año por “publicidad institucional” para su periódico, muy próximo al presidente Juan José Imbroda.
La Federación Melillense de Golf solicitó por escrito, tanto al Presidente de la Ciudad Autónoma (CAM) como al consejero de Deportes, su intención de organizar un torneo oficial en el campo de Golf de Melilla y no obtuvo respuesta por parte de los dirigentes locales. Tras intentar de nuevo mediante otro escrito su intención de celebrarlo, la denegación de la solicitud vino esta vez del director de las instalaciones, Enrique Bohórquez.
Los antecedentes a esta situación son abracadabrantes: En enero de 2006, Juan José Imbroda, Presidente de la CAM, y la Real Federación Española de Golf suscribieron un convenio de colaboración para la construcción de un campo de golf, en la que ésta aportaría la cantidad de 300.000 euros. Ambas partes acordaron que la futura gestión y explotación de las instalaciones se cedería a la Federación Melillense de Golf.
Sin embargo, durante la vigencia de este convenio de colaboración se produjo la convocatoria de elecciones a la presidencia de la FMG, a la que concurrieron como candidatos Enrique Bohórquez (íntimo del presidente Imbroda y del consejero de Deportes Francisco Robles), y Jesús Huertas (actual Presidente de la Federación Melillense de Golf). Las elecciones se saldaron con la victoria de Jesús Huertas, sin que el candidato apoyado de manera tácita por la Ciudad Autónoma consiguiera la confianza y el apoyo de los federados para ocupar dicho cargo. Este hecho sin embargo no constituyó obstáculo alguno para que Imbroda y Robles no satisficieran la ambición personal de Bohórquez.
Así, sólo unos días después de las elecciones e incumpliendo el convenio del Ayuntamiento con la RFEG, la Federación Melillense recibió un escrito del consejero de Deportes, donde se le comunicaba la no renovación del convenio de colaboración sobre la gestión del campo de golf basado ello en unos supuestos informes técnicos negativos cuyo contenido nunca fueron conocidos por los responsables federativos.
Por tanto, el Presidente Imbroda otorgó caprichosamente la gestión del campo de golf a un privado y reconocido amigo suyo como Enrique Bohórquez, incumpliendo flagrantemente el convenio de colaboración suscrito con la RFEG, que financió con 300.000 la construcción del campo del golf con la condición de que su delegación territorial asumiera su gestión y explotación. Lo sorprendente de este caso es que la cesión de la gestión y explotación del campo de golf se autorizó a una entidad privada creada unos meses antes por Enrique Bohórquez, que confirman la deliberada voluntad y la firme determinación del presidente de la Ciudad y de su consejero de Deportes y Juventud de complacer a aquél concediéndole la gestión de un servicio público con flagrante infracción de las normas y principios sobre contratación administrativa y gestión presupuestaria.
Lo más escandaloso de todo es que en la escritura de constitución del club deportivo de Bohórquez, figuran como fundadores y miembros de la junta directiva dos políticos y altos cargos del gobierno del la Ciudad Autónoma: uno, Francisco Javier Mateo Figueroa, es viceconsejero de Turismo; y, otro, José Antonio Vallés Muñoz, presidente de la fundación “Melilla Monumental”, organismo de derecho público de la Ciudad Autónoma.
Finalmente, ya en octubre de 2011, debido al incumplimiento del convenio de Golf que la CAM había firmado con la RFEG, Imbroda y el presidente de la RFEG hubieron de acordar el reembolso de los 300.000 euros, cuyo primer plazo venció hace unos días, y que no hubiera sido necesario si la gestión la hubiese realizado la Federación melillense de Golf, como estaba previsto.
Esto ya es el colmo, teniendo infraestructuras propias que nos han costado una pasta, encima cuando las tenemos que utilizar, vamos y le pasamos el prestigio de un torneo a los vecinos que quieren acabar con nosotros. Este país se va a pique, seguro.
Seamos sinceros, qué tipo de campo de gol puede tener Melilla?, si es que se le puede llamar campo de golf para un torneo. Marruecos, en esto de Golf, si que estan puestos, ya que el tirano de hassanII le gustaba el deporte aunque era nefasto jugador. Lo veo como un buen gesto por ambos paises. Melilla y Marruecos deben de tener este tipo de relaciones, ya que favorece la comunicacion de amistad y posotiva entre ambos, comunicarse es entenderse y respetarse.
Los aficionados melillenses se merecen un campo de golf. El esfuerzo de los pioneros en este deporte trajo la consecución del mismo. Pero la polñitica estropeo el invento. Un campo de golf que iba a ser popular, para todos los ciudadanos, que podía cambiar la imagen de elitismo que envuelve a este deporte, se convirtió, por culpa de ambiciones personales, en un cortijo privado. Los jugadores melillenses son recibidos en el campo de golf de Saidia con la amabilidad y la hospitalidad que caracteriza a los marroquies. Muchos nos sentimos como en casa, en este caso mejor que en casa,… Leer más »