«Esperamos justicia». Con frialdad y con contundencia. De esta forma reaccionaba María Trinidad Cámara Gea nada más terminar la llamada de teléfono que recibía de la Guardia Civil, a las 20 horas y 50 minutos de ayer, y con la que un agente de la Benemérita le informaba de que Tahar R.F., el supuesto asesino de su madre, había sido por fin detenido en El Ejido, en la provincia de Almería.
La noticia la recibían al unísono María Trinidad, su hermano Manuel, sus dos hermanas, Julia y Mari Carmen, y su padre, Manuel Cámara Zapata, precisamente durante la misa de duelo que se oficiaba en memoria de su madre, Carmen, en la ermita de Nuestra Señora del Pilar del barrio de Los Arenales. «Tenemos una sensación rara: estamos contentos, pero para nosotros lo primero es el duelo por mi madre, que la familia esté junta y después que se haga justicia», se repetía María Trinidad, mientras su padre, segado todavía por el dolor de la pérdida de su compañera, ni siquiera pestañeaba ante la noticia de la detención.

Quien sí hablaba alto y claro era Mari Carmen Calderón Roldán, una de las dos supervivientes del ‘crimen de los huertos’, que también se encontraba en la ermita. «Me ha dado un vuelco la sangre de la misma alegría cuando me he enterado de la noticia. Si pueden, que lo traigan a El Raal y que nos lo dejen un rato».

Más sereno se mostraba Alberto Cámara Meseguer, que asistía a la misa de duelo en representación de su madre, Fina Meseguer Ruiz, la otra superviviente del asesinato. Su hijo, Alberto, se limitaba a pedir «cárcel para el asesino».

En el Carril de Los Cobos de El Raal, donde el pasado 27 de febrero el ‘asesino de los huertos’ golpeó con una palo de madera de unos 60 centímetros a la raaleña Mari Carmen, de 79 años, y a sus amigas oriolanas Fina Meseguer, de 64 años, y Carmen, de 69 años, la detención del asesino corría puerta a puerta, boca a boca, hasta desembocar en la calle Mayor de El Raal. Allí, el pedáneo, Mariano González, aseguraba que, a pesar de que la «noticia es un alivio, el miedo estaba y estará en la localidad hasta que pase un tiempo, porque la gente últimamente ya no sale a pasear por la huerta». González aventuraba que «pronto volverán las aguas a su cauce en el pueblo».

Cercado por los errores

El presunto ‘asesino de los huertos’, Tahar R.F., de 31 años, natural de Marruecos, de complexión media y 1,70 de altura, cometió demasiados errores tras apalear supuestamente a Mari Carmen, Fina y Carmen. En primer lugar fue visto por Khalid, un ciudadano marroquí de 41 años, que pasaba por el Carril del Rincón de Los Cobos, y que llegó a prestar atención a las tres heridas; incluso trató de salvar la vida de Carmen.

En segundo lugar dejó restos de ADN en la Casa de los Rodríguez, y fue visto en el Barrio de Rocasa de Beniel y en la mezquita benielense. Ante el amplio dispositivo que la Policía Judicial de Murcia desplegó -helicóptero incluido- en colaboración con la Policía Local, con controles día y noche en los accesos de Santomera, Alquerías, El Raal, Beniel y La Aparecida, Tahar optó por raparse el pelo. La artimaña le permitió despistar en un primer momento a la Guardia Civil, pero cometió su último y definitivo error: no aguantar escondido. El detenido fue visto el domingo en La Aparecida a plena luz del día por dos vecinas que lo denunciaron. A partir de ahí emprendió una huida a la desesperada por diferentes provincias, que lo llevó hasta Almería. Ahí fue detenido por la Policía Judicial de Murcia a las 19 horas y 15 minutos de ayer, en Guardias Viejas (El Ejido). Se espera que mañana pase a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia.

Mari Carmen reconocía tras la detención que «no sé cuándo volveré a pasear sola por el Carril de Los Cobos».