El ‘caso Emma West’ y la “progresía” del mundo occidental
Eduardo Arroyo/Reproducido.- El video ha despuntado en la red como un relámpago. Se trata del “ataque racista” de Emma West, una británica, trabajadora, blanca, con su hijo en los brazos en un tranvía de Londres. Reconozco que, cuando lo ví, pensé en algún asunto de violencia física. Luego el asunto no pasaba de ser una especie de pelea verbal con poco estilo y mucha adrenalina. (Emma West y Somalia).
Naturalmente, el periodista de turno, un juntaletras asalariado, me dice lo que tengo que pensar. Pero, examinado críticamente, me parece bastante poco verosímil que una mujer de aspecto normal, con su hijo pequeño en los brazos, comience a gritar a los inmigrantes que por qué no se vuelven a su país. Todo parece indicar que había un “antes” que no se muestra.
Típicamente, los grupúsculos de extrema izquierda, e incluso de izquierda a secas, son expertos en el arte de la provocación para luego presentar la defensa de los provocados como un episodio de “violencia”. Los etarras, formación izquierdista plenamente consecuente, sabe hacer esto a la perfección: pone bombas en la vía pública y asesina a gente indefensa y por la espalda, para presentar la detección de su chusmilla sanguinaria como “represión”. El truco da resultado y, bien gestionado, puede lograr hasta un grupo parlamentario.
Volviendo al caso de Emma West, típica mujer de clase trabajadora británica, ¿se contó o no toda la historia? Normalmente, los profetas de la globalización y de la “diversidad”, imponen sus teorías para que la inmigración masiva se desparrame por los barrios obreros de nuestras ciudades. Los campamentos de “rumanos” -en realidad gitanos rumanos- nunca son ubicados en La Moraleja en Madrid o en Pedralbes, en Barcelona. ¿Pudiera ser que una mujer, literalmente hasta las narices de los experimentos ideológicos propiciados por algunos gurús de la izquierda o del liberalismo, haya explotado en el metro de Londres?
Sin duda, los pakistaníes o centro-africanos que malviven en la termitera del capitalismo no tienen la culpa que Emma West cree que en realidad tienen: los verdaderos autores de su miseria están en el ámbito académico, en el consejo directivo de los cárteles mediáticos y en los partidos políticos que bailan el agua al capital global. Y, sin embargo, ¿puede exigirsele a una mujer de clase trabajadora toda la sangre fría y la racionalidad que muestran los que deciden en favor de la “diversidad” y sobre las vidas de los otros?
El hecho es que el video de Emma West ha servido para que la “progresía” avance su agenda en todo el mundo occidental. La idea es bien simple: nosotros tenemos mucho y los inmigrantes muy poco. Para construir una sociedad igualitaria debéis darnos el poder y entonces daremos más a los que menos tienen, compartiendo así lo de los que tienen más. Pero primero debéis darnos el poder; ello significa no solo el poder coercitivo real del Estado, sino el poder sobre las conciencias, el reconocimiento de que nosotros tenemos razón: vosotros sois culpables y ellos inocentes y víctimas de una injusticia histórica. Para remediarlo, nosotros debemos ejercer y tener el poder.
El esquema descansa en un imaginario determinado, establecido a golpe de propaganda. Este imaginario, concebido en los tugurios ideológicos de la izquierda, dice que ellos son “los buenos”, los apóstoles desinteresados de todas la causas nobles. De ahí que el fiscal Miguel Angel Aguilar, “fiscal especial de delitos de odio y discriminación” de Barcelona, recientemente entrevistado por El País, a la pregunta de “¿Por qué no persigue los delitos de odio a lo español? Nunca se le ha visto acusar a Esquerra ni a Solidaridad”, haya respondido diciendo: “El odio es un sentimiento que no es delito, afortunadamente. Sólo es delito lo que el legislador ha querido estrictamente que sea delito, y en estos momentos sólo es delito difundir mensajes o discursos entre la población que objetivamente y de forma abstracta pongan en peligro a personas o colectivos por motivos discriminatorios. El pluralismo político y la libertad ideológica y de conciencia es una conquista histórica a la que no debemos renunciar, y la fiscalía en respeto al principio de legalidad sólo actuará ante aquellos comportamientos que sean delictivos, sea quien sea su autor. Hasta la fecha no hemos tenido conocimiento de hechos constitutivos de delito cometidos por representantes de las formaciones a las que usted se refiere”.
Invitamos al lector a leerlo dos veces, especialmente el colofón. Solo la dictadura mediática de la izquierda -es decir, lo “políticamente correcto”- hace posible que ante la evidente persecución, incluso violenta, que en Cataluña sufren ideas y opiniones, el fiscal contra “el odio y la discriminación” manifieste “no tener constancia”. Desde luego, no sési son o no militantes de ERC o de otro grupo similar, pero no hace falta adscribir una militancia al odio y a la discriminación impune que pesa sobre ciertos colectivos en Cataluña.
Véanse si no los católicos de la Universidad de Barcelona o la exclusión del castellano en ciertos colegios, amén de la persecución soterrada de todo lo que huele a español, por no hablar del auge de núcleos delictivos de la presencia inmigrante. Por todo ello, es evidente que no se trata de impartir justicia ni de extender la concordia o la convivencia. En el fondo no se trata más que de militantes políticos que utilizan los impuestos de todos para eliminar las opiniones que no les gustan y, de paso, si pueden, a los opinantes a través de la efectiva arma del ostracismo social.
Y es que en el contexto de la realidad, cosas como las sucedidas a Emma West -en el fondo un mero “calentón” verbal sin más consecuencias-, contrasta con la violencia desatada de, por ejemplo, más de quinientas bandas extranjeras operando en España. Me gustaría saber quién va a responder por ello. No digamos ya de la situación en el Reino Unido.
Por todo eso, los “gurús” progresistas, semejantes al fiscal Aguilar y sus amigos de El País, se emplean a fondo en ocultar que en Occidente, el crimen y el delito tienen determinadas nacionalidades con una frecuencia muy superior a la que cabría esperar por azar. El agravio comparativo es tan evidente que ya de por sí, aducir tópicos archi-manidos como la “xenofobia” o el “racismo” deberían despertar la sospecha y un espíritu auténticamente crítico. Hoy día, son cada vez más los que, para su vanagloria moral, hablan del “odio” y “discriminación” pero en realidad lo que quieren es el poder. Pura y simplemente, en el sentido que antes hemos dicho; es decir, quieren el poder sobre las conciencias. Y esta no es si no la peor de las dictaduras.
No veo en qué se ha equivocado Ema West, sólo ha dicho lo que piensan todos los europeos
“El video de Emma West ha servido para que la “progresía” avance su agenda en todo el mundo occidental”
Los “progresistas” dicen que existe un problema de racismo, que sitúan en TODOS los países blancos y SÓLO en los países blancos. ¡Es geNocidio!
No son progresistas: son ANTIBLANCOS.
No son antirracistas: son ANTIBLANCOS.
Antirracista es una palabra en clave para antiblanco.
DEJAD de utilizar SU terminología.
Antirracista es una palabra en clave para antiblanco.
Lo más indecente del vídeo no es ver la reacción de los inmigrantes que al fin de al cabo saben que las leyes están de su parte , lo más indignante es observar a la niñata británica atacar a Emma y defender lo indefendible, claro ejemplo de xenomanía inducida por els istema. Hay gente menor de 30 años que ha crecido toda su vida viendo anuncios de manos unidas, de apadrinamientos con Coronado y viendo películas que denostan el patriotismo y ensalzan lo soéz, este tipo de gente-que son legíon- no tiene el más mínimo sentido de autodefensa ni de… Leer más »
Yo soy racista por llamar a las cosas por su nombre, por eso les digo esta basura que ha entrado en nuestro País ¡ la basura al contenedor ! todo llegara.
Esta claro que hubo provocación previa.
Hace poco mi madre estaba trabajando y entro un negro, y mi madre respetuosamente le dijo que acababa de fregar que si podia buscarse otro servicio, el colega le dijo con toda su cara dura a mi madre que si era racista y sin más empezo a sacarse su apestosa p……..a tan tranquilo.
Además conozco el caso de una familia rumana la cual estan recibiendo
2 miembros una paga por enfermedad mental……….
1 miembro cobrando el paro.
1 miembro dado de baja.
Estos son los pagapensiones……… jajaj que risa
Podía haberle denunciado por exhibicionismo.
La misma semana de esta noticia salio la de rhea page, una britanica blanca apaleada por 4 musulmanas somalis. En la pelea ella denuncio que se le dijo insultos racistas, aparte de recibir una paliza claro esta! (El video esta en youtube) Fueron puestas en libertad porque segun el juez al ser musulmanas no estaban acostumbradas a beber y no sabian lo que hacian. Esto fue lo que dijo: Rhea Page calificó la resolución de “repugnante” y dijo que “la banda agresora merecía reclusión inmediata, pero no se les ha impuesto ningún castigo. El hecho de que no estuvieran acostumbradas… Leer más »