El juez José Castro mostró su malestar con Iñaki Urdangarin por sus evasivas durante la declaración en los juzgados de Palma, según informa El Mundo. El duque utilizó en muchos casos el “no sé, no recuerdo” como respuesta, ante lo que Castro le llegó a espetar un “para decir esto, mejor que no hubiera venido”.

El duque negó incluso conocer los correos de su secretaria sobre los empleados fantasma de su sociedad patrimonial y alegó que se había enterado de todo por la prensa. Sí que admitió tener una cuenta en Suiza, pero argumentó que esta se empleó para cobrar de un empresario jordano.

Por otra parte, según el diario, los fiscales aportaron pruebas de que la mitad de los 382.000 euros de los Juegos Europeos los cobró Nóos con facturas falsas.

Urdangarin no informó «ni a su esposa ni a su suegro» de la reunión con Matas en Marivent

A lo largo de dos maratonianas jornadas y un total de 22 horas de declaración, el duque de Palma, Iñaki Urdangarin, se ha desvinculado de la presunta trama por la que junto a su exsocio al frente del Instituto Nóos, Diego Torres, se habría apoderado de unos 5,8 millones de euros de los fondos públicos y privados que la entidad percibió mientras ambos dirigían la asociación aparentemente sin ánimo de lucro.

Las explicaciones que durante este fin de semana han ofrecido al juez José Castro, las acusaciones y las defensas han quedado reflejadas en una extensa transcripción: un total de 42 páginas a lo largo de las cuales queda constancia de cómo Urdangarin ha insistido en desconocer las operaciones que se tejieron a través de Nóos para desviar los fondos y cómo ha justificado que de los temas administrativos y de contratación se encargaba Torres. En su declaración, el duque reconoce que cuando en 2008 rompió relaciones con su socio, “tenía la sensación de que las cuentas no eran transparentes, pero no lo denunció porque decidió acometer otros proyectos, pero además tampoco tenía las evidencias legales que posibilitaran el denunciarlo”.

En su comparecencia ante Castro, el exdeportista ha asegurado también que no dio cuenta ni “a su esposa ni a su suegro” de la reunión que mantuvo en el palacio de Marivent con Jaume Matas para hablar de negocios privados. Urdangarin ha reconocido que “en los jardines de Marivent se produjo una conversación con el señor Matas” en relación con sus “negocios privados”. “Se trataba de jugar al páddel y le pareció oportuno hacerlo en Marivent”, ha dicho el duque.

Según figura en su declaración, ni él “personalmente” ni Aizoon, la empresa patrimonial que comparte con su esposa, la infanta Cristina, “han hecho algún negocio con el señor Matas”. El duque de Palma ha explicado que participó a Matas la urgencia de que se tomara una decisión sobre el patrocinio del equipo ciclista Illes Balears “en atención al calendario deportivo”. “Ese fue el único contacto que mantuvo con el señor Matas de manera directa ya que todo lo hizo por mediación” de José Luis ‘Pepote’ Ballester, el amigo olímpico que intermedió entre el Govern balear y Urdangarin.

Sobre la orden de Zarzuela en marzo de 2006 de romper con Torres, habida cuenta de los escandaloso de los contratos que cerraban con la administraciones públicas, Urdangarin confirmó que fue “a raíz de unas publicaciones en prensa sobre ciertas contrataciones públicas”.

Entonces la Casa Real puso a su disposición un asesor que fue quien le hizo “las concretas recomendaciones sin que se le explicara ni el pidiera el por qué debía de apartarse del señor Torres”. En este sentido, ha dicho que confió en el criterio de José Manuel Romero, asesor legal externo de la Casa del Rey.

De políticos corruptos y sus encubridores sociales.