Las mentiras del comandante Schettino: Dejó el barco diez minutos después de negar que hubiera problemas graves
El informe cronológico de lo ocurrido la noche del accidente del Costa Concorde refleja que las primeras señales de alarma no parten del puesto de mando del Costa Concordia. Son las 22.00 horas, y la familiar de una pasajera llama a los carabineros para relatar que en el barco se ha sentido un fuerte golpe e, incluso, se ha desprendido parte del techo en el comedor.
14 minutos después, seguridad costera se pone en contacto con el barco y desde el puesto de mando minimizan el problema: desde el Costa Concordia insisten en que solo sufren un fallo eléctrico que esperan resolver en breve. Pese a todo, el informe de la guardia costera relata que decidieron enviar a la zona una patrullera porque, a su parecer, los problemas en el barco eran más importantes.
A las 22 y 26 minutos, por primera vez. el comandante Schettino reconoce que el barco tiene una vía de agua, con cierta inclinación. Le preguntan si hay heridos y Schetinno dice que no. En ese momento le ofrecen ayuda y sólo pide un remolcador. La patrullera desplazada al lugar del accidente no tarda en darse cuenta de que los problemas son serios: detecta a las 22.44 que el barco ha encallado y se ha inclinado sobre el lado de derecho.
El comandante del barco vuelve a negarlo: Schettino dice que el barco flota e incluso que pretende llevarlo a tierra. En realidad, apenas 15 minutos después, a las 22.58 reconoce que ha abandonado la nave “por sus propios medios”.
En las tres horas siguientes las guardia costera le ordena al comandante que vuelva a bordo hasta que, minutos antes de las 3 de la madrugada, confirman que Schetino está a punto de llegar a puerto en su lancha salvavidas.